Todo importa

En este artículo

MVZ. Juan J. Salcido V.
Servicios Técnicos.
ECO ANIMAL HEALTH DE MEXICO.

Los avances tecnológicos no han sido la excepción en la producción animal, en el caso concreto de la porcicultura, actualmente es posible manejar un edificio de destete o engorda, sin la intervención de la mano del hombre, con la salvedad de que el hombre, es quien tiene que programar los equipos que se encargarán de proporcionar el servicio de alimento, la etapa adecuada, el control de la ventilación, temperatura, y sobre todo, considerar la edad, peso y etapa en que el animal se encuentra, sin dejar cabos sueltos, evitando así, que se presenten problemas patológicos que afecten la rentabilidad de la empresa.

Desde hace ya algún tiempo, que es imposible hacer un diagnóstico puramente etiologista y con la aparición de tantos problemas virales, como PED, Influenza, PRRS, etc., esto se vuelve aún más complicado.

A pesar de esto, aún escuchamos algunos casos, en que los médicos de granja, o los productores de cerdos dicen, que “les pegó un brote de App, Ileítis, Micoplasma, etc.”, atribuyendo esto, única y exclusivamente al agente causal, sin considerar el entorno, ni las deficiencias sanitarias, alimenticias, nutricionales, o de confort del cerdo.

Si hacemos una revisión panorámica general, debemos considerar, que desde que sacamos al cerdo de su medio natural, le coartamos la posibilidad de alimentarse de manera balanceada, con lo que él encontraba en su medio, así mismo, su capacidad de guarecerse de los cambios climáticos, quedó automáticamente suprimida, estando todo sujeto al criterio de su manejador o criador.

Es importante hacer un resumen de la cronología de la vida del cerdo en sus diferentes etapas.

Es imprescindible un desarrollo físico y fisiológico de las futuras madres, el hecho de buscar cargarlas lo más pronto posible, como era la costumbre generalizada hace pocos años, sólo concluye en el inicio de los factores desencadenantes de problemas, teniendo como consecuencia, además de camadas pequeñas, problemas de capacidad de lactancia, inestabilidad inmunológica y la producción de lechones de bajo peso, que de no darles el manejo y alimentación acorde con su condición, serán parte estadística de dos rubros de la granja, la mortalidad, o destetados de bajo peso, que a futuro, serán los que desencadenen más problemas.

Esto sin considerar, que en las primeras horas post parto, serán colonizados o infectados con una serie de bacterias, que a la postre, determinarán la manifestación de los problemas básicos de los síndromes más caros de la producción porcina, como son Mycoplasmas, Lawsonia, Brachispiras y Clostridios, entre otras:

Respiratorio.

Irónicamente, una falla digestiva, puede iniciar el problema respiratorio. En las semanas próximas al destete, y con la ayuda de sus limitaciones fisiológicas digestivas, las fallas de lactancia y la nula alimentación, van a complicar la nutrición del cerdito y por ende, la pérdida de condición, mala digestión y alta producción de gases contaminantes, que de conjunto con el manejo deficiente de la ventilación y temperatura, complican la irritación del sistema respiratorio, facilitando la infección con Mycoplasmas, y la manifestación de patógenos secundarios, Complejo Respiratorio, que en el mejor de los casos, y sólo en apariencia, parecerán controlados a simple vista, pero afectarán el rendimiento productivo del cerdo a lo largo de su vida.

Existen una gran cantidad de estudios, que evalúan el alto costo económico de estos problemas, que además, se convierten en un círculo vicioso perpetuo.

Digestivo.

Al igual que el síndrome respiratorio, el digestivo, comienza de la misma manera, al no considerar la diferencia entre edad cronológica y edad fisiológica, al alimentarlos como si fueran aptos para cumplir con una buena digestión y en consecuencia, un desarrollo óptimo.

Si partimos del contacto que tiene el lechón recién nacido con el excremento de la cerda, debemos considerar, buscar un buen balance de la flora intestinal de la marrana, para que la colonización sea positiva y no permita caídas futuras, desafortunadamente, en muchos casos, la cantidad de patógenos presentes en el excremento de la cerda, es tan alta, que además de colonizar con las bacterias benéficas, también sembrará problemas, que de igual manera, a simple vista, sólo veremos la mal llamada “diarrea mecánica post destete”, que al paso de algunos días, creemos en apariencia controlada, pero que de conjunto con el daño que sufre el lechón en el epitelio intestinal, con la falta de alimento, o la deficiencia de acuerdo a su capacidad fisiológica, permitirán que bacterias como Lawsonia intracellularis, Clostridios y Brachispiras, permanezcan listas a manifestarse en los periodos de mayor presión biológica para el cerdo, en edades ya avanzadas de su desarrollo, llevando al productor a perder una gran cantidad de los recursos invertidos, esto reflejado en la baja de la velocidad de crecimiento, pérdida de ganancia de peso, aumento de la conversión alimenticia, desuniformidad de los grupos de engorda, aumento de ventas de animales de segunda o la muerte de los animales.

Para el control de estos problemas, se han utilizados una gran cantidad de antibióticos, la mayoría de éstos, usados por muchos años consecutivos, en periodos largos de la vida del cerdo y en muchas ocasiones, en dosis “preventivas”, que sólo han generado resistencia bacteriana y como consecuencia malos resultados terapéuticos.

Es importante considerar el entorno en general, y buscar el dar al cerdo el confort necesario, de conjunto con la nutrición adecuada y la correspondiente alimentación.

Si bien, actualmente está de moda el uso de sustancias bioactivas, como Fitogénicos, Pronutrientes, Aceites Esenciales, pre y probióticos, etc. Se debe de canalizar su uso bajo una conducción del nutriólogo, que permita mejorar la salud intestinal, fortalecer la flora digestiva y en consecuencia el mejor aprovechamiento del alimento, además de evitar, en el caso de las cerdas, infectar con bacterias patógenas al lechón, y como consecuencia de una buena salud intestinal, que ayude a futuro a reducir la producción de gases contaminantes en los cerdos de destete y engorda, y de conjunto con un buen manejo de la ventilación, densidad de población y confort en general, reduzcan la intensidad de las manifestaciones de problemas digestivos y respiratorios.

Esto no deja de ser un paliativo, por lo que, para llegar a un control real de estos síndromes, se hace necesario el hacer un diagnóstico preciso, y en consecuencia, implementar un tratamiento antibiótico efectivo, que permita, en periodos cortos, bajas dosis sustentadas en la cantidad mínima inhibitoria probada, sin problemas por los periodos de retiro, y a bajo costo.

Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno

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