Mordida de cola: Aspectos prácticos

Dra. Marilú Alonso Spilsbury
Especialista en Producción Porcina,
Etología Aplicada y Bienestar Animal.
Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco.
[email protected]

Dr. Ramiro Ramírez Necoechea
Patólogo clínico veterinario.
Departamento de Producción Agrícola y Animal,
Universidad Autónoma Metropolitana,
Campus Xochimilco (UAM-X),
Ciudad de México.

Introducción

Los cerdos son animales neófilos, es decir tienen una afinidad por lo nuevo, se dedican a explorar su ambiente, especialmente a los objetos situados a ras del suelo, que exploran oliéndolos, mordisqueándolos y algunas veces, hozándolos en búsqueda de alimento. La jeta del cerdo es un órgano sensitivo muy desarrollado y el olfato juega un papel básico en el comportamiento del animal. Es precisamente dicha tendencia a investigar la que permite que los animales sean entretenidos mediante enriquecimiento ambiental, agregando paja, neumáticos, cadenas que cuelgan, etc., cuando se presentan problemas conductuales de conductas redirigidas (Pearce y Paterson, 1993). Si se les niega la posibilidad de explorar objetos de su entorno, los animales en crecimiento y engorda usarán a otros animales como substituto, incurriendo en problemas conductuales y de bienestar animal severos como la mordida de cola. Para una revisión del tema, se recomienda al lector el extraordinario artículo de revisión de los daneses Schrøder-Petersen y Simonsen (2001).

Etiología

La caudofagia es observada principalmente en granjas porcinas de alta densidad animal. Respecto a los factores nutricionales involucrados, están las deficiencias de: cobre, hierro, calcio, fósforo, magnesio, sal y fibra (Fraser, 1987), y una calidad pobre de proteína en la dieta (<12%), especialmente por deficiencia del aminoácido esencial como la lisina. Las instalaciones tienen
una fuerte participación en el Síndrome; así por ejemplo, van Putten (1969) menciona la presencia de altas concentraciones de CO2 y NH3, la ventilación deficiente, corrientes de aire y el estrés térmico como inductores de mordida de cola.

Mordida de cola: Aspectos prácticos Mordida cola Aspectos practicos 1Factores de Riesgo

Se han señalado como factores de riesgo, las características de animal como raza, sexo y edad; ambiente físico (sustrato, piso, espacio), ambiente social, dieta y alimentación, clima y presencia o no de descole (EFSA, 2007).

La raza Landrace había sido señalada en los 1960´s anecdóticamente como un factor de riesgo; sin embargo, nunca se demostró, aunque trabajos recientes de Breuer et al. (2007), indican que comparada con la Large White, la Landrace tiene una heredabilidad de mordida de cola, de 0.27.

De acuerdo con el sexo de los animales involucrados en el Síndrome, las hembras tienen más tendencia a mostrar caudofagia que los machos y son ellas también, las que la dirigen con mayor frecuencia a los machos (Kritas y Morrison, 2004). Se especula que como las hembras comienzan la madurez sexual a edad más temprana que los machos, sean ellas más activas y estén más interesadas en la investigación ano-genital y masaje anal de los cerdos machos, en comparación con los castrados (Schroder-Petersen y Simonsen, 2001). Sin embargo, hay investigadores que no han podido confirmar ninguna diferencia sexual (Steiger y Arnold, 1976). Al respecto, trabajo reciente de Mota et al. (2010; sin publicar) en nuestro país, permitirá dilucidar no sólo en qué género ocurre con más frecuencia, sino el grado de las lesiones que se presentan con mayor frecuencia y el impacto económico que conlleva

Mordida de cola: Aspectos prácticos Mordida cola Aspectos practicos 2Respecto a la categoría del animal, es más frecuente en animales a partir de los 40-50 kg de peso vivo, detectando, como ya se mencionó, una mayor incidencia en los machos que en las hembras. No es común encontrar el problema en lechones lactantes ni en los animales reproductores.

En un estudio realizado en 92 granjas inglesas con cerdos que presentaban mordida de cola, se observó que los siguientes factores aumentan el riesgo del problema (Moinard et al., 2003): ausencia de cama, uso de pisos enrejillados (el riesgo es 3 veces mayor cuando los cerdos se alojan en piso enrejillado total o parcialmente vs. piso sólido), densidad animal (densidades iguales o superiores a los 110 kg/m2, incrementan hasta 2.7 veces la caudofagia) y la edad de animales entre las 12 y 16 semanas de edad.

Por el contrario, disminuirá la caudofagia el suministro de materiales que permitan a los animales hozar, en hasta 10 y 12 veces (Moinard et al., 2003). De ahí que una recomendación práctica para tratar cerdos destetados, sea ofrecerles paja dos veces al día en cantidades de 10 g/cerdo cada vez (Zonderland et al., 2007).

Mordida de cola: Aspectos prácticos Mordida cola Aspectos practicos 3Prevalencia

En un estudio finlandés (Valros et al., 2004) que involucró 10,852 cerdos de 479 granjas, se determinó una prevalencia de 34.5%: 22.8% cicatrizados y 11.7% frescos, con un 2 a 3% de daños severos e infección. En países de la Unión Europea se estima que la mordida de cola ocurre en alrededor de 3% de los cerdos descolados, en tanto que en los no descolados, la prevalencia es mayor, del 6 al 10% (EFSA, 2007).

Patogenia

Según Fraser (1987), la mordida de cola se desarrolla en dos fases, mismas que a continuación se resumen:

Primera Fase: no aparecen lesiones. La caudofagia queda relegada a simples lamidos, chupeteos y mordisqueos suaves de la cola, sin llegar a provocar heridas ni sangrado de la misma; el animal afectado se muestra indiferente y sin signos de dolor, a tal grado que se han llegado a observar hasta 27 movimientos masticatorios sobre la cola, antes de que el animal se quejara; a esta conducta se le denomina “comportamiento de cola en boca” (Schrøder- Petersen y Simonsen, 2001). El comportamiento se reduce cuando los cerdos tienen enroscada su cola, ya que la propia curvatura de la cola, la protege de ser mordida al no quedar la cola expuesta.

Mordida de cola: Aspectos prácticos Mordida cola Aspectos practicos 4Segunda Fase: puede tener un curso agudo o crónico. La intensidad y frecuencia de los mordiscos desencadena heridas en la cola. Estas heridas atraen a más animales por la atracción que muestran los cerdos por la sangre –por la gran concentración de
sales en ésta- y la conducta de caudofagia se extiende dentro del corral; varios animales imitan la conducta. En casos
extremos, dicha apetencia por la sangre puede acabar con la presencia de canibalismo. Esta etapa rara vez se presenta en sistemas extensivos o en ambientes semi-naturales.

La eficacia del corte de cola para reducir la frecuencia de caudofagia, es muy difícil de estimar, pues no elimina totalmente el problema cuando persisten las condiciones desfavorables (EFSA, 2007). La caudofagia es 3 veces más frecuente cuando las colas no han sido cortadas (un 9.4% frente al 3.3%; Gadd, 2005).

Implicaciones

Las consecuencias de la caudofagia generalmente son serias, pues primeramente ocasionan dolor crónico con un impacto negativo sobre el bienestar animal, especialmente en cerdos destetados y en crecimiento. Por otro lado, la salud de los cerdos afectados se compromete al tener que evitar infecciones de una herida sangrante. Puede ocurrir muerte por septicemia o canibalismo de los animales por sus compañeros de corral, o parálisis secundaria a abscesos espinales.

Así mismo, hay un impacto económico negativo derivado de la reducción en el consumo de alimento y en ocasiones de los abscesos que dan como resultado una reducción en la ganancia de peso (Wallgren y Lindhal, 1996), decomiso de la canal o muerte del animal. La mordida de cola es la causa más común de diseminación de bacterias secundarias en cerdos y aumenta el riesgo de decomiso por abscesos (Huey, 1996).

En México se ha determinado que el costo dependiendo del grado de severidad, fluctúa entre $20 y 400 pesos mexicanos por animal (Alonso-Spilsbury et al., 1999), mientras que en Inglaterra, sí se tiene una incidencia del 5%, el costo por decomiso equivale a $2.37 dólares americanos, sin tomar en cuenta los costos por tratamiento y remoción de animales de sus corrales (Lumb, 1999), y en Suecia se ha estimado que el costo de la presencia de caudofagia es de $8.60 dólares norteamericanos (Ekesbo, 1995).

Prevención

Una práctica de manejo adoptada en varios países para corregir el problema de mordida de cola ha sido el descole y descolmillado de los lechones. Sin embargo, se ha demostrado que cuando esta última práctica se realiza de forma incorrecta, causa más daño al animal del que se pretende evitar (Ramírez y Alva, 1986). De forma que es conveniente que antes de que se tomen medidas de corrección, se analice cuál es la causa del Síndrome orostenia. Probablemente las correcciones se tengan que hacer en el ambiente de los animales, de forma que habrá que revisar ventilación, gases, polvo, ruido, luminosidad, etc.; o bien aquellos factores sociales (agrupación de animales), de espacio (hacinamiento) y dieta de los animales.

En lo particular, desaconsejamos el corte de cola pues ésta forma parte del lenguaje corporal del animal, indica el estado de ánimo del cerdo; una cola rígida y hacia arriba, señala peligro, en tanto que una cola caída, sumisión.

Aunado a ello, la presencia de mordida de cola se ha observado tanto en cerdos descolados como en aquellos intactos, y “muerto el perro, no se acaba con la rabia!”, hay que dar con las causas que originan el problema, que para el caso que nos ocupa, ya vimos que es multifactorial.

Por otro lado, recientemente aprendimos en un viaje de prácticas por La Piedad, Gto., al detenernos en un centro botanero en el que ofrecían “colas de cerdo”, que éstas tienen un valor agregado al prepararlas sancochadas. Realmente son muy sabrosas, tanto o más que el chicharrón, rescatando entre 80 y 100 gramos más por animal, de un órgano que se daba por desechado.

Una forma de prevenir los problemas de conducta redirigida como la mordida de cola, es mediante la provisión de enriquecimiento ambiental, colocando “juguetes” y distractores a los animales, como pedazos de bolsa de papel (por ejemplo, donde viene el alimento), neumáticos colgados del techo o de la pared, paja, piedras en el bebedero de canoa, etc. Esto les proporciona estímulos explorativos, disminuyendo las conductas redirigidas a sus compañeros de corral (Stolba y Wood-Gush, 1981; Petersen et al., 1995; Lumb, 1999). Si el “cerdo contento” ocupa 82% del tiempo en descansar y sólo 18% en “hacer cosas”, resulta conveniente proporcionarle cosas para hozar como pelotas o neumáticos viejos (Gadd, 1995); recordemos que los cerdos son curiosos, de forma que cuando no están comiendo, bebiendo o descansando, están buscando qué hacer, y si
no lo encuentran, tendrán problemas de conductas redirigidas a sus compañeros de corral.

Para desincentivar la conducta mordelona, se sugiere emplear pomada de chile de árbol en las colas de los cerdos.

Lista de Chequeo ante la Mordida de Cola

Finalmente, ante la presentación del Síndrome de Mordida de Cola, se aconseja revisar lo siguiente:

• Densidad animal elevada
• Agregado de cerdos advenedizos
• Mezcla de animales de diferentes camadas
• Longitud de la cola: variabilidad
• Úlcera gástrica: partícula del alimento: >500 μm
• Concentración de sal en la dieta: 0.9%
• Sobreuso accidental de minerales en la dieta
• Fibra digestible: <3%
• Raciones desequilibradas: proteína <12%, insuficiente lisina en la dieta
• Comederos: cantidad, accesibilidad, ubicación
• Bebederos: cantidad, flujo y calidad del agua
• Descargas eléctricas
• Techos: sin aislante, perforados o semidestruidos
• Corrientes de aire a la altura de los cerdos: por debajo de 20ºC, 0.15-0.30 m/seg, y por encima de 28ºC, entre 0.74 y 1.3 m/seg.
• Calidad del aire: NH3 <20 ppm; H2S <10 ppm y CO2 <3,000 ppm
• Humedad relativa del aire: entre 50 y 75%
• Intensidad de la luz: no >60 lux durante 8 horas/día
• Fluctuaciones de temperatura ambiental en 24 horas: 5ºC en destetados y 11ºC en finalización
• Falta de cama
• Piso de cemento (alcalino)
• Corrales húmedos en más del 80%
• Presencia de irritación en piel por: epidermitis exudativa, sarna sarcóptica o demodécica
• Eczema húmedo: colas y orejas.

Tratamiento

Primero que nada, hay que recordar que si no se atiende, el problema puede progresar a canibalismo. Hay que aislar, en la medida de lo posible, al cerdo mordelón (Schrøder- Petersen y Simonsen, 2001), retirar a los cerdos afectados y disminuir la cantidad de luz en el encierro pues ésta aumenta la actividad de los animales (van Putten, 1968).

Un tratamiento nutricional se obtente mediante la administración ad libitum en un comedero independiente, de una mezcla de 1/3 de harina de hueso, 1/3 de harina de carne y 1/3 de sal de grano.

Entre los tratamientos con distractores, los más socorridos en nuestro país son: colgar del techo o paredes, trozos de cadenas metálicas o de mangueras, y poner al piso: paja, alambrón con espiral (trozos de 20 cm), neumáticos de carro o bicicleta, botas viejas de hule, o lata cerrada con piedras dentro. Desde luego, habrá que revisar que ninguno de estos materiales ocasione otro tipo de daño a los animales.

El tratamiento del animal lesionado es con antiséptico en spray en heridas de la cola y antibiótico sistémico vía intramuscular. La creosota (se extrae del alquitrán) y el alquitrán de Estocolmo, funcionan bien como antiséptico y desinfectante, en la cola de cerdos mordidos (Arey, 1991); así mismo, el matacresa y la violeta de genciana. También se recomienda mejorar el confort físico, ambiental, social y nutritivo de los animales. Considerar la eutanasia en animales severamente afectados, claudicando o paralíticos.

Referencias Bibliográficas

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Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno

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