Microbiología en el complejo respiratorio porcino en México

Dr. Abel Ciprian Carrasco
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM.
Departamento Ciencias Biológicas.
Programa de Posgrado en Producción y Salud Animal.
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Dr. Susana Mendoza Elvira.
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM.
Departamento Ciencias Biológicas.
Programa de Posgrado en Producción y Salud Animal.

I. Antecedentes.

Microbiología en el complejo respiratorio porcino en México Microbiologia complejo respiratorio porcino 1El desarrollo de las Ciencias Microbiológicas en nuestro país ha sido en general lento. Sólo la creación de algunas escuelas dedicadas al estudio de estas disciplinas ha logrado evitar nuestra total dependencia tecnológica en esta área. Aún así, en la actualidad la mayoría de la industria farmacéutica encargada de la elaboración de biológicos está en manos de compañías extranjeras. De hecho, los centros educativos han logrado incidir en cuanto a medicina humana, fundamentalmente en el área del análisis clínico microbiológico y en aspectos de higiene y salud pública. Los importantes campos de la industria farmacéutica de biológicos, así como de la microbiología industrial, son pocos estudiados y carecen en general de una tecnología propia.

En el campo de la Medicina Veterinaria, el problema es más grande, pues se carece aún de la tecnología moderna que permite identificar con precisión los patógenos de importancia nacional. En este campo, la producción de biológicos es de calidad desigual, debida entre otras razones a la falta de una reglamentación competente; así como el mantener una vigilancia para que dicha reglamentación se cumpla. En particular, mencionaremos que se carece de estudios precisos sobre la incidencia de las enfermedades más comunes de los animales, los agentes etiológicos involucrados y otros factores condicionantes de las mismas. En la mayoría de los casos desconocemos si los biológicos importados (o producidos en México con cepas de otros países) son eficaces en la prevención de las enzootias y epizootias que afectan a nuestros animales. Como puede observarse, la Microbiología en México tiene aún grandes problemas que resolver, sobretodo los de índole aplicada.

La Microbiología en la UNAM: Del punto anterior puede observarse que existen en nuestro país graves problemas de tipo sanitario, que la investigación y formación de investigadores en el área de Microbiología podría ayudar a resolver, Sin embargo, la participación de la UNAM en la investigación microbiológica en lo general, y en microbiología aplicada en particular, es aparentemente insuficiente. La información aportada por los Anuarios de la UNAM de los años 70´s revelan que sólo el 17.3% fueron de temas biológicos y sólo de este porcentaje el 12.3 tocaron temas microbiológicos y de estas investigaciones más de la mitad fueron de índole aplicada. Es claro también que la falta de investigación en el área es reflejo en parte, de la falta de personal técnico de alto nivel especializado en el área de la Microbiología.

La Microbiología en la FES-Cuautitlán: Desde sus orígenes la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, se ha preocupado por desarrollar un grupo multidisciplinario en el área de la Microbiología. Dicho grupo ha recibido el apoyo entusiasta de la Dirección de la Escuela, lo que le ha permitido una amplia expansión dentro de las posibilidades de la institución. El grupo cuenta actualmente con profesores-investigadores de tiempo completo. Estos pertenecen a las más diversas profesiones, encontrándose entre ellos: Bioquímicos, Médicos Veterinarios Microbiólogos, Químicos Farmacéuticos Biólogos, Químicos Bacteriólogos Parasitólogos, Químicos Farmacéuticos Industriales y Químicos. Este personal está involucrado en la enseñanza de la Microbiología y áreas afines tanto a nivel de Licenciatura como de Posgrado, además de sus labores de investigación, ya que es deseable que estas actividades se desarrollen independientemente (Pijoan, Posgrado en Microbiología 1980).

Este proyecto de estudios de Posgrado en Microbiología (Especialidad, Maestría y Doctorado) fue aprobado por el Consejo Universitario en Junio de 1980 y la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Cuautitlán (ENEP-Cuautitlán) se transforma en Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FES-Cuautitlán) a seis años de haberse iniciado los estudios de licenciatura en muchas áreas y a cuatro años de haberse iniciado los estudios de Posgrado con la Maestría en Microbiología Veterinaria (bajo la tutela del Dr. Carlos Pijoan Aguadé); Nutrición Animal (bajo la tutela del Dr. Armando Shimada M.) y Reproducción Animal (bajo la tutela del Dr. Everardo González Padilla). Mientras el grupo de profesores-investigadores multidisciplinarios fortalecían la línea de investigación de las Afecciones Respiratorias del Cerdo.

Hoy en día no se puede conceptuar la investigación sin estudios de Posgrado y este espíritu universitario es la esencia para el avance de la ciencia, en particular el grupo que se quedó en la FES-Cuautitlán seguimos la misma línea de investigación “Microbiología y afecciones del Tacto Respiratorio del Cerdo”, línea que nos fue planteada desde los inicios de la ENEP-Cuautitlán y a más de 38 años la hemos seguido y fortalecido, en donde se han formado tanto profesionistas como estudiantes de Posgrado.

Microbiología en el complejo respiratorio porcino en México Microbiologia complejo respiratorio porcino 2

II. Introducción.

En las afecciones respiratorias del cerdo se consideran dos áreas en donde los microorganismos producen daño. En la parte anterior encontramos a la cavidad nasal y los cornetes nasales y en la patogenia de la Rinitis Atrófica se involucran el virus que produce cuerpos de inclusión (Herpesvirus); se ha encontrado al Mycoplasma hyorhinis y a dos bacterias muy importantes: Bordetella bronchiseptica y Pasteurella multocida. En el caso de la región posterior encontramos las neumonías, en ella participan muchos agentes infecciosos, como es el caso de los virus: Adenovirus porcinos; Enterovirus porcinos; Virus vacunal de la Fiebre Porcina Clásica; virus de la Enfermedad de Aujeszky; Influenza porcina; Paramyxovirus porcino; Coronavirus respiratorios porcinos; Síndrome Respiratorio Reproductor Porcino; Enfermedad del Circovirus porcino tipo 2. Se han encontrado varios micoplasmas y el más importante que contribuye al Complejo Respiratorio Porcino es Mycoplasma hyopneumoniae, sin embargo se han encontrado algunas cepas de Mycoplasma hyorhinis y de Acholeplasma laidlawii patógenas. En el caso de las bacterias encontramos una gamma muy variada en donde algunas actúan como agentes primarios como Actinobacillus pleuropneumoniae; otras como agentes secundarios en donde Pasteurella multocida es la comúnmente aislada y Haemophilus parasuis en problemas de serosas y meningitis serian los importantes. Otros agentes bacterianos como el Streptococcus suis tipo 2 están involucrados en problemas nerviosos y neumónicos. También se debe de considerar a Salmonella choleraesuis.

III. Estudios de las asociaciones de virus con bacterias en el Complejo Respiratorio Porcino.

Las enfermedades vírales son importantes en las infecciones secundarias bacterianas, sobretodo en las involucradas con el aparato respiratorio; tales afecciones están bien documentadas tanto en el hombre como en los animales domésticos. La idea de que pudiera existir una cooperación entre virus y bacterias en las neumonías fue conceptuada a raíz de las pandemias de influenza humana, ocurridas durante el siglo pasado. Aún hoy en día, la neumonía por agentes bacterianos secundarios es una de las complicaciones en los procesos neumónicos del cerdo.

El problema respiratorio porcino, hoy en día se le conoce como el Complejo Respiratorio Porcino (CRP), y se le considera así, por la gran variedad de agentes infecciosos que se involucran en el proceso neumónico. Sin embargo, existen una serie de trabajos clásicos, realizados por nuestro grupo que han demostrado la participación de virus con virus, de virus con bacterias, de micoplasmas con bacterias y de bacterias con bacterias, en donde actúan en forma sinérgica o interactúan en ellos. De igual manera sabemos que existen agentes patógenos primarios (agentes colonizadores tempranos) y secundarios u oportunistas (agentes colonizadores tardíos), de reciente aparición, por los sistemas de producción porcina (cerdos en explotaciones de alta salud en varios sitios) que han complicado el problema neumónico aparentemente resuelto (en cerdos de explotaciones convencionales), de ahí la necesidad de seguir trabajando en las interacciones o sinergias entre diversos agentes infecciosos (Amass, 1998; Ciprián, 1999).

1. Fiebre Porcina Clásica y Pasteurella multocida.

La primera comprobación de una bacteria, que per se no provoca daño alguno y que interactua con un virus en el proceso neumónico del cerdo fue realizado en la FES-Cuautitlán UNAM, donde se demostró una marcada sinergía entre el virus vacunal (Cepa China) de la Fiebre Porcina Clásica (antes Cólera Porcino) y Pasteurella multocida (Pijoan y Ochoa 1978; Pijoan et al., 1980).

A partir de este hallazgo, hemos venido realizando y comprobando desde hace más de 25 años, la acción de patógenos primarios y la invasión de agentes oportunistas en el fenómeno de interacción y sinergia que ocurre entre virus y bacterias, y bacterias con bacterias en el “Complejo Respiratorio Porcino”, lo que ha permitido entender mejor el problema, y así poder dar soluciones a la industria porcina.

2. Virus de la Enfermedad de Aujeszky (VEA) y Pasteurella multocida.

En un estudio de rastro, de los casos neumónicos en un 67% se observó serología positiva al VEA, mientras que en los casos normales sólo en un 32%. De los pulmones neumónicos, en un 51% se aisló algún tipo de Pasteurella; de los normales sólo en un 9%. Con base en estos trabajos se desarrolló un experimento con cerdos convencionales, previamente vacunados con una cepa inactivada del virus de la enfermedad de Aujeszky, considerando como parámetro principal la remoción pulmonar de P. multocida a diferentes días posdesafío con una cepa virulenta del virus de la enfermedad de Aujeszky. Se encontró que el virus afecta la remoción pulmonar de la bacteria a partir del día 7 al 15 posinfección. Estos resultados apoyaron la hipótesis de que el virus de la enfermedad de Aujeszky estaba involucrado como agente primario en la pasteurelosis pulmonar del cerdo (Badiola y Pujols, 1984).

3. Efecto del virus de Aujeszky sobre la remoción pulmonar de Pasteurella multocida en cerdos de engorda.

La interacción de uno o más agentes etiológicos para ser la hipótesis más certera para explicar la elevada incidencia y persistencia de las neumonías en las granjas porcícolas. En este trabajo se demostró la interacción entre el virus de Aujeszky y Pasteurella multocida, mediante la inoculación de la bacteria por aerosoles. En este sentido dos experimentos fueron conducidos secuencialmente; el primero consistió en determinar el patrón de remoción pulmonar de la bacteria bajo condiciones normales de salud del cerdo; el segundo experimento consideró el efecto de la infección de los cerdos con el virus de Aujeszky sobre la eliminación bacteriana del pulmón.

La remoción pulmonar de la bacteria se llevó a cabo con patrón progresivo “menos bacterias a mayor tiempo”. No se encontraron diferencias significativas entre el pulmón izquierdo y el derecho, ni entre los lóbulos, y sí hubo diferencias entre el número de bacterias depositadas a las 0 horas y las recuperadas a la 8 y 30 horas. En los cerdos infectados previamente con el virus de Aujeszky hubo una marcada disminución de la eliminación bacteriana del pulmón a los 7 días y en menor grado a los 13 y 15 días respectivamente después de la infección viral. También se encontró que la retención bacteriana al séptimo día posinfección viral y fue significativamente mayor en los lóbulos apicales que en los lóbulos cardiacos y diafragmáticos entre los cuales no hubo diferencias.

En el experimento de la remoción pulmonar de la bacteria no se observaron lesiones anatomopatológicas en pulmón. Sin embargo, en el segundo experimento se observaron lesiones microscópicas leves que consistieron en congestión y consolidación en los lóbulos apicales y cardiacos, principalmente en los 3ero y 7º. Días posinfección viral. Microscópicamente la lesión más sobresaliente fue una bronconeumonía exudativa con predominio de leucocitos. Por otro lado, estos animales presentaron signos respiratorios, leves de corta duración y una respuesta de anticuerpos virus-neutralizantes moderada (Caballero, 1985).

4. Fiebre Porcina Clásica y Actinobacillus pleuropneumoniae.

Con los antecedentes anteriores se encontraron evidencias clínicas y de aislamiento de Actinobacillus pleuropneumoniae, que la PCP se exacerbó cuando se importaron cerdas de reemplazo de EU, y que venían como portadores de Actinobacillus pleuropneumoniae, pero libres de Fiebre Porcina Clásica (FPC), y ya en el destino final de la granja, cuando se vacunaron contra la FPC, ocurrieron brotes de PCP agudo, en donde el serotipo de Actinobacillus pleuropneumoniae predominante fue el 1 (Ciprián et al., 1996).

5. Virus de la Enfermedad de Aujeszky (VEA) y Actinobacillus pleuropneumoniae.

También hemos demostrado con el modelo experimental de aerosoles que el VEA interactúa con la PCP. Las evidencias encontradas muestran que la vacunación contra el VEA no fue capaz de prevenir la multiplicación del virus en el tracto respiratorio, ya que una dosis mínima de Actinobacillus pleuropneumoniae serotipo 1 fue suficiente para colonizar y matar a todos los cerdos del experimento, por lo que consideramos que existió una sinergia entre el VEA y el actinobacilo. Probablemente esté sucediendo lo mismo en el campo, dado que después de presentarse la enfermedad de Aujeszky, aparece la PCP en forma epizoótica (Falcón et al., 1987; Tenorio et al., 1987).
6. Virus del Paramyxovirus porcino y Actinobacillus pleuropneumoniae.

Por otro lado, en un diseño experimental con cerdos y empleando la cámara de nebulización, no se pudo demostrar la interacción o sinergia entre el virus del Paramyxovirus porcino y Pasteurella multocida, así como con Actinobacillus pleuropneumoniae serotipo 1, en cerdos convencionales y en condiciones controladas (García et al., 1988; Torres et al., 1996).

7. Mycoplasma hyopneumoniae y Pasteurella multocida.

Infección experimental de cerdos convencionales con Mycoplasma hyopneumoniae y Pasteurella multocida. En esta investigación realizada por nuestro grupo se valoró esta infección de la siguiente manera: Se formaron cuatro grupos de cuatro cerdos cada uno: I testigo, II inoculado solamente con M. hyopneumoniae, III inoculado solamente con P. multocida y IV inoculado primero con M. hyopneumoniae y después con P. multocida empleando el modelo de aerosoles. En los cerdos del grupo IV inoculado con ambos agentes se agravó y se prolongó la hipertermia, presentaron tos y disnea de mayor severidad y con signos de agravamiento, las lesiones macroscópicas abarcaron del 22 al 26% y fueron de tipo exudativo, se recuperó M. hyopneumoniae de todos los pulmones y sólo se recuperó en tres animales P. multocida, 13 días después de inoculada, cuyos pulmones estaban previamente infectados con el micoplasma y no fueron capaces de eliminar a Pasteurella. Los grupos mostraron índices de crecimiento similares en la ganancia diaria de peso, sin embargo en el grupo inoculado con ambos agentes el consumo de alimento fue mayor (Ciprián et al., 1988).

8. Mycoplasma hyopneumoniae o Mycoplasma hyorhinis y Haemophilus parasuis.

La infección experimental de cerdos convencionales con Mycoplasma hyopneumoniae y/o Mycoplasma hyorhinis y/o Haemophilus parasuis se realizó con diseño que empleó cerdos convencionales, en donde se utilizaron lechones procedentes de una granja seronegativa a PRRSv, VEA, Enfermedad del Paramyxovirus porcino, Actinobacillus pleuropneumoniae, Mycoplasma hyopneumoniae y Haemophilus parasuis. Los grupos de cerdos fueron desafiados con con Mycoplasma hyopneumoniae y/o Mycoplasma hyorhinis y/o Haemophilus parasuis. Posteriormente cuando los cerdos presentaron los signos característicos de la infección, los cerdos fueron sacrificados y se evaluaron las lesiones macroscópicas. Las lesiones encontradas a la necropsia fueron recopiladas para la realización de la planimetría (Ciprián et al., 1988). Por los datos obtenidos en este experimento en el que se determinó el grado de lesión pulmonar, análisis de los signos clínicos, lesiones macroscópicas, lesiones microscópicas, recuperación de los agentes inoculados, serología, las conclusiones sugirieron altamente una interacción entre Mycoplasma hyorhinis y Haemophilus parasuis y no asi, con Mycoplasma hyopneumoniae y Haemophilus parasuis (Lara et al., 1996 a; Lara et al., 1996 b).

9. PRRSv y Streptococcus suis, o Haemophilus parasuis o Pasteurella multocida.

También otros grupos de investigación, principalmente con el Dr. Pijoan en la Universidad de Minnesota han trabajado en las diferentes interacciones y sinergias que se pueden presentar entre estos agentes, demostrando así que existe una interacción entre el virus de PRRSv y el Streptococcus suis, en donde en contraste con la interacción producida entre el Virus de la Enfermedad de Aujeszky, en el vPRRS, se observa una activación posfagocítica del macrófago por el PRRSv. Esto sugiere que el mecanismo de acción de este virus no es sobre células fagocíticas. Se debe a la destrucción del epitelio nasotraqueal, con la consiguiente respuesta inflamatoria y la migración de células fagocíticas al sitio. Esto resulta en la diseminación del Streptococcus suis, ya que se demostró que las cepas virulentas del Streptococcus suis pueden sobrevivir dentro de los macrófagos. Esta falta de inmunosupresión local aunada a una intensa inmunoestimulación sistémica, puede explicar en parte el por qué no se ha podido demostrar la interacción in vivo entre PRRSv y Haemophilus parasuis y PRRSv y Pasteurella multocida.

Al igual que en Streptococcus suis la infección de macrófagos por PRRSv resultó en un aumento de su capacidad de digestión de Haemophilus parasuis fagocitados, resultando en una reducción de lesiones de poliserositis en animales previamente infectados con PRRSv (Galina, et al., 1994 a; Galina et al., 1994 b; Solano, et al., 1997).

10. Asociación entre Mycoplasma hyopneumoniae y el virus PRRS en las neumonías del cerdo.

Mycoplasma hyopneumoniae juega un importante papel y central en la Neumonía Enzoótica y en el Complejo Respiratorio Porcino participando con otros agentes virales en las granjas de alta salud. Para ello se realizó un estudio sobre la asociación entre Mycoplasma hyopneumoniae y el virus PRRS en las neumonías del cerdo. Se utilizaron 20 cerdos convencionales libres de anticuerpos contra M. hyopneumoniae; vPRRS, Actinobacillus pleuropneumoniae y enfermedad de Aujeszky. El diseño experimental se realizó con cuatro grupos experimentales. Los grupos estuvieron conformados por 5 cerdos cada uno y se inocularon en el día 1 por vía intratraqueal (IT) o vía intramuscular (IM): Grupo I: Medio de Friis por vía IT; Grupo II: homogeneizado pulmonar con 104 Unidades Cambiantes de Color (UCC) de M. hyopneumoniae por vía IT; Grupo III: Suero con lecturas S/P elevadas por ELISA y filtrado con membranas Millipore de 0.22 μm de diámetro por vía IM y Grupo IV: Homogeneizado pulmonar con 104 Unidades Cambiantes de Color (UCC) de M. hyopneumoniae por vía IT y suero con lecturas S/P elevadas por ELISA y filtrado con membranas Millipore de 0.22 μm de diámetro por vía IM.

Diariamente se observaron los signos clínicos respiratorios, se les determinó la temperatura corporal y el peso de cada uno de los animales para medir la Ganancia Diaria de Peso (GDP) y conversión alimenticia (CA). Así mismo se tomaron muestras sanguíneas para estudios serológicos por ELISA contra y PRRS. Algunos cerdos en el día 17 post-inoculación empezaron a tener hipertermia y signos respiratorios, y en el día 21 los presentaron todos los animales, ese fue el día del sacrificio de todos los animales. A la necroscopia se les determinaron las lesiones neumónicas y se tomaron muestras para estudios de inmunofluorescencia directa (IFD) contra M. hyopneumoniae.

No se encontraron lesiones neumónicas en los cerdos del Grupo I, fueron negativos a la IFD y la GDP fue de 0.39+/-0.034 y la CA de 2.93 kg. En los animales del Grupo II fueron positivos a IFD, el grado de lesión neumonía fue del 12.6%, la GDP de 0.180+/-0.092 y la CA de 4.98 kg. Los cerdos del Grupo III fueron negativos a la IFD y positivos a ELISA/PRRS, el grado de lesión neumónica fue de 12.9%, la GDP de 0.209+/-0.087 y la CA de 3.25 kg. En los cerdos del Grupo IV fueron positivos a IFD y a ELISA/PRRS, el grado de lesión neumónica fue de 11.8%, la GDP fue de 0.250+/-0.06 y la CA de 3.94 kg. No se encontraron diferencias entre los Grupos II, III y IV que permitieran evaluar la sinergia o interacción en M. hyopneumoniae y el vPRRS (Colmenares et al., 2001).

Sin embargo, Thacker y cols. (1999) ya habían demostraron que la neumonía viral inducida por el PRRSv fue significativamente incrementado tanto en severidad como en duración cuando ambos agentes estaban presentes; como resultado en el incremento agudo de la neumonía iniciada por el Mycoplasma hyopneumoniae.

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11. Asociación entre Mycoplasma hyopneumoniae y Mycoplasma hyorhinis en las neumonías del cerdo.

En el presente trabajo Sibila y cols. (2014), realizaron un estudio cuyo objetivo fue evaluar la prevalencia de Mycoplasma hyopneumoniae y Mycoplasma hyorhinis en lavados broncoalveolares (BALF) de muestras procedentes de animales vivos, con y sin problemas respiratorios procedentes de diferentes explotaciones europeas.

Para ello se tomaron de varias granjas, muestras de BALF de 5 animales de 10 semanas de edad que presentaran problemas respiratorios (animales enfermos) y de 10 cerdos sanos de la misma edad. Esos animales sanos se muestrearon de nuevo a las 20 semanas de edad. Este procedimiento se llevó en 7 granjas europeas diferentes. BALF muestras se procesaron por medio de un método de M. hyorhinis PCR cuantitativa en tiempo real (QPCR) y una prueba de Mycoplasma hyopneumoniae PCR-nested. Cuando esta última técnica ofreció resultados positivos, se aplicó una prueba de Mycoplasma hyopneumoniae QPCR. Los resultados de QPCR se expresaron como log10 medias (min-max) copias / ml de BALF.

Los resultados mostraron en términos generales que la detección de M. hyopneumoniae fue menor a las 10 semanas de edad (27/105, 26%) que a las 20 semanas de edad (30/58, 52%). Sólo 8 de cada 58 (14%) los animales que fueron positivos a Mycoplasma hyopneumoniae nPCR en ambos puntos de muestreo fueron. La detección de Mycoplasma hyopneumoniae fue mayor en aquellos animales que presenten problemas respiratorios (11/35, 31,4%) que en animales sanos (16/70, 22,8%) (p> 0,05). Carga bacteriana de los animales positivos QPCR que muestran problemas respiratorios media (5,93 [8,60-max = min = 3,89]) no fue significativamente diferente de la de los sanos (6,09 [7,98-max = min = 4,24]).

Por el contrario, la detección de Mycoplasma hyorhinis fue ligeramente superior a las 10 semanas de edad (65/105, 62%) que a las 20 semanas de edad (30/58, 52%). Había 23 de 58 (40%) de animales que fueron positivos a Mycoplasma hyorhinis QPCR en ambos puntos de muestreo. La detección de Mycoplasma hyorhinis fue mayor en los animales sanos (46/70, 65%) que aquellos animales que presenten problemas respiratorios (19/35, 54%) (p> 005). La carga bacteriana de QPCR animales sanos positivos media (5,91 [max=8,53 min=4,37]) no fue significativamente diferente de los animales que presenten problemas respiratorios (6,19 [max=8,37 min=4,41]). Diez (9%) y ocho (14%) los cerdos fueron positivos para ambos patógenos a las 10 y 20 semanas de edad, respectivamente. Sólo dos animales fueron positivos en ambos puntos de muestreo a ambos patógenos.

Con estos resultados concluimos que la detección de Mycoplasma hyopneumoniae en muestras de BALF fue mayor en la mayoría de los cerdos más jóvenes, mientras que la detección de Mycoplasma hyorhinis fue similar en ambos grupos de edad. Por otro lado, mientras que la detección de Mycoplasma hyopneumoniae fue numéricamente mayor en los animales que muestran problemas respiratorios que en los sanos, la detección de Mycoplasma hyorhinis fue aparentemente (en este estudio) no estar ligado a la presencia de problemas respiratorios.

12. Efecto de la vacunación con la cepa PAV-250 de virus de la Fiebre Porcina Clásica (FPC) sobre la transmisión aérea del virus de la FPC.

En este estudio se investigó la transmisión aérea del virus de la FPC a cerdos susceptibles, así como su efecto en cerdos vacunados con la cepa PAV-250 y desafiada con la FPC. Para ello se llevaron dos experimentos: Experimento I, cuatro cerdos fueron inoculados con la cepa de referencia del virus de la FPC (104.5 50% TCID) por vía intramuscular y cuando presentaron hipertermia o fiebre fueron introducidos en una cámara cerrada. Al final del experimento los animales fueron sedados, anestesiados y sacrificados. Experimento II, cuatro cerdos fueron previamente vacunados con la cepa PAV-250 y al día 14 post-vacunación fueron desafiados con el virus de la FPC referencia ALD.

En ambos experimentos cuatro cerdos susceptibles fueron expuestos a un aerosol infeccioso por medio de un ducto que conectaba a otra cámara adyacente en donde estaba los cuatro cerdos infectados y estuvieron alojados durante 86 horas. En el experimento I, los cerdos expuestos al aire contaminado murieron como un resultado de la infección con el virus de la FPC en el día 14, 21 y 28 post-inhalación. Los cuatro cerdos seroconvirtieron desde el día 21 pos-inhalación, el virus fue aislado de esos animales y la prueba de anticuerpos fluorescentes fue positiva en la tonsilas. En el experimento II, un cerdo expuesto al aire contaminado no seroconvirtio, no se aisló el virus de la FPC de los tejidos linfoides. Sin embargo, se observó fluorescencia débil en los cortes de tonsila. En conclusión, se demostró que el virus de la FPC se transmitió por el aire a una distancia de un metro en cerdos susceptibles. La vacunación con la cepa PAV-250 del virus de la FPC protegio a los cerdos de la enfermedad clínica bajo las mismas condiciones (González et al., 2001)

V. Referencias

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Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno

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