MVZ JORGE PEREA Coach en Producción
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¡¡¡Todas las Granjas son Diferentes!!!
Muchas veces somos víctimas de modas o paradigmas, y rápidamente vamos a dar por sentado que los productos, vacunas, personas, materiales, o el equipo funcionarán de igual manera en cualquier parte y en cualquier tiempo; Más tarde caemos en cuenta de que cometimos un error, pero ya es tarde para corregirlo.
Nuestras referencias son las revistas, artículos publicados en internet, y los mismos compañeros de la asociación de porcicultores, o veterinarios, quienes aseguran que “Tal producto es una Bomba”. Aunque ninguno es mal intencionado, ya que te hablan con la verdad, en su granja, con sus animales, y en su momento, funcionó de maravilla.
Incluso tu misma granja hoy es diferente a la de hace 3 años, ya que, si hiciste un reemplazo del 50%, todos los animales actuales, son nuevos, o no estuvieron presentes hace 3 años en tu granja. Hasta con las personas, la mayoría de las empresas del sector tienen una rotación del personal cercana al 50%, lo que quiere decir que los trabajadores no son los mismos.
Las bacterias y virus cambian, sucede con salmonella, APP, E. Coli, PRRS, PCV2, Rotavirus, etc. La virulencia cambia, se hacen resistentes a antibióticos y desinfectantes, el clima cambia, la tecnología cambia, las instalaciones se envejecen, así que podemos afirmar sin lugar a duda, que las granjas son diferentes.
PCIA no funciona igual en hembras adultas que en primerizas, los desinfectantes deben rotarse, al igual que los antibióticos, las vacunaciones deben ajustarse de acuerdo con cómo se presenten las respuestas inmunes, y cómo se muevan las enfermedades.
La recomendación en este sentido es que, para cada estrategia de medicación, para cada protocolo de vacunación, para cada cambio en el manejo, debe hacerse una valoración individualizada por cada granja en particular, un traje a la medida, incluso dentro de una misma empresa, y debe revisarse periódicamente para realizar los ajustes pertinentes.
Desde siempre, los dueños de granjas y los gerentes de producción hemos visto a los empleados de granja como un costo, y solamente esperamos de ellos que realicen las tareas asignadas en el tiempo específico
No tenemos una forma estandarizada de evaluar su potencial desempeño y medirlo en términos de eficiencia económica.
Normalmente solo atinamos a decir, “Fulanita es buena en maternidades, tiene poca mortalidad, o Zutanito es el mejor inseminador que tenemos porque tiene buen porcentaje de concepción”.
Si fueran máquinas, o robots, mediríamos su eficiencia de manera diferente y los veríamos como activos, generadores de recursos.
Cada acción que hace o deja de hacer un empleado genera dinero a la empresa o cuesta dinero a la empresa. Realmente son los empleados los que haciendo las cosas mal, generan las pérdidas en la empresa, o bien, haciendo las cosas correctamente, generan las utilidades.
De tal suerte que un empleado debe ser reconocido y valorado para que realmente ocupe el lugar que merece y se convierta en tu aliado, ya que, de lo contrario, un empleado RESENTIDO (como sucede en la mayoría de los casos), solamente realizará las tareas asignadas, sin compromiso, ni agregando valor, y solo cuando lo están viendo (cuando no lo ves, ¡ten la seguridad de que no hará nada!).
Un Empleado valorado, siempre hará trabajos de calidad, se esforzará para alcanzar las metas, y no es necesario que lo estés supervisando, hará las cosas por convencimiento y no por obligación.
He visto esta diferencia con mis propios ojos en muchas empresas, y la diferencia es abrumadora, tiran la vacuna y los medicamentos, solo marcan a los animales y no los medican, no reportan fugas de agua o alimento, no les importanada, solo cobrar su cheque al final de la jornada. !!!Este empleado sí es un costo… y Grande!!!.
En cambio, un empleado reconocido, que se sienta valorado, que realmente haga su trabajo, que genere valor, siempre será un aliado leal, con hartas ganas de salir adelante, y de llevarte con él. ¿Qué clase de empleados tienes en tus
granjas?
“EL PRINCIPIO DE PETER” “En Una Jerarquía, Todo Empleado Tiende a Ascender hasta Llegar a su Nivel de Incompetencia”
(No tiene la culpa el indio…)
Aunque suene un poco a parodia, es un hecho real, que Laurence J. Peter describe en su libro publicado en 1969 (de la biblioteca de mi padre) y que tiene relevancia actual en las empresas, incluso en el sector porcino.
En nuestras empresas manejamos un sistema de jerarquías, donde está el Dueño, el director de Producción, el gerente de granja, el asistente del gerente, los encargados de área, los ayudantes del encargado, después todos los demás, y “el lavador”.
En la mayoría de las granjas, al “nuevo” lo ponen a lavar, y si lava bien en unas cuan- tas semanas, lo pondrán a atender partos o a inseminar. Si resulta bueno haciendo esas tareas, y hace falta un encargado de área, él es el candidato designado.
Acto seguido, estará manejando la granja completa, haciendo órdenes de alimento, y de insumos, eliminando hembras y asignando tareas al resto del personal, sin tener una preparación elemental básica. Manejando así, varios millones de pesos; es como prestarle tu Ferrari al lavacoches para que lo use a diario.
Muchos de nuestros gerentes, ni siquiera terminaron la primaria, no distinguen entre un porcentaje de un promedio, y menos sabrán resolver conflictos o desarrollar al personal. Después nos preguntamos, ¿Por qué tenemos alta rotación? ¿Por qué no funcionan las estrategias dejadas por el veterinario o el asesor? ¿Por qué no pasamos de 22 vendidos por hembra por año? ¿Realmente hicimos una promoción como debe ser? ¿Lo entrenamos?
¿lo valoramos, lo medimos?
¿Cuántos de nuestros empleados llegaron a su nivel de incompetencia?
La pregunta: ¿Tenemos un plan para contratar y desarrollar a nuestro personal? ¿Cómo realizamos los ascensos?
La Recomendación: Enfócate en desarrollar al personal, más que a los cerdos, Después, “el Personal se encargará de desarrollar a los cerdos por ti”.
Artículo publicado en Los Porcicultura y su Entorno Mayo-Junio 2019