Redacción BM Editores.
Sin el trabajo de polinización de las abejas, que efectúan en frutos o semillas para consumo humano, se estima que en el mundo habría una reducción aproximada del 30 por ciento en la producción de alimentos, lo que impactaría en su precio y acceso a la población, señalaron expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y de centros de investigación y organismos privados.
En el encuentro virtual “Diálogo: Abejas, Agricultura y Medio Ambiente”, organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, los especialistas del organismo de la SADER destacaron que la participación de las abejas en los ciclos productivos agrícolas es esencial para fortalecer la autosuficiencia y seguridad alimentaria en el país y en el mundo.
México es uno de los principales exportadores de miel en el mundo, que es demandada en los mercados por su calidad y sabor. Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) precisan que, de la producción de 2020, 27 mil 725 toneladas se exportaron y la mayor parte de este volumen se vendió en Alemania, Estados Unidos y Arabia Saudita.
En el evento virtual, el director del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria (CENID) en Fisiología y Mejoramiento Animal del INIFAP, Miguel Enrique Arechavaleta Velasco, señaló que el Instituto trabaja desde hace más de 30 años en hacer frente a esta coyuntura. “Conservar el medio ambiente es cuidar a las abejas”, agregó.
Detalló que colaboran en el desarrollo de abejas más tolerantes a la enfermedad de la varroa, a través del mejoramiento de líneas genéticas resistentes, y exhortó a los productores a utilizar menos productos químicos, ya que con su uso se afecta y estresa a las colonias de abejas.
Explicó que se trata de insectos sociables que se desenvuelven con los alimentos, la agricultura y el medio ambiente, por lo que los insecticidas, herbicidas y el cambio climático los impactan directamente, así como a su entorno, y se disminuyen las poblaciones silvestres.
Por su parte, el investigador de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guelph, Canadá, Ernesto Guzmán Novoa, resaltó que existen más de 20 mil especies de abejas, la mayoría son de hábitos solitarios, no viven en sociedades y están equipadas en su anatomía para polinizar cultivos.
Refirió que la abeja melífera -que produce miel- llegó a México importada de España y tiene la capacidad de adaptarse a diversos ambientes.
Expuso que las abejas son de importancia socioeconómica y ecológica porque contribuyen con más del 65 por ciento de la polinización de cultivos y plantas silvestres.
Un tercio de los alimentos que consumimos en sociedades occidentales son producidos gracias a la polinización de las abejas, de forma directa e indirecta, resaltó Guzmán Novoa.
En su intervención, el presidente de la Federación Mexicana de Apicultura, Enrique Estrada de la Mora, comentó que los apicultores en México y el mundo trabajan en la protección de la abeja melífera y con el fin de mantener su pureza se prevé establecer reglamentos para evitar la introducción de este tipo de insectos de otros países.
El futuro de las abejas dependerá de las manos de apicultores profesionales, que las mantengan vivas, aseguró Estrada de la Mora en el evento organizado por el INIFAP.
Mientras tanto, la gerente de relaciones institucionales de la organización Provivi, Gloria Meléndez Roca, destacó que México se encuentra entre los 10 principales exportadores de miel en el mundo, la cual es demandada en los mercados internacionales por su calidad y sabor.
Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) precisan que, de la producción 2020, 27 mil 725 toneladas se exportaron y la mayor parte de este volumen se vendió en Alemania, Estados Unidos y Arabia Saudita.
Señalan que Yucatán, Campeche, Veracruz, Chiapas y Jalisco son las principales entidades productoras de miel de alta calidad en el país.