Redacción BM Editores.
Por decreto presidencial el 6 de marzo de cada año se celebra el Día Nacional de la Ganadería, por tal motivo, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Dr. Víctor Villalobos Arámbula y el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Ing. Homero García de la Llata, encabezaron la celebración; ante representantes de más de un millón 500 mil Unidades de Producción Pecuaria (UPP), de autoridades como el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, de diputados federales, locales y de presidentes de organismos del sector pecuario. El Ing. García de la Llata, señaló “venimos a reconocer el esfuerzo y logros alcanzados y a comprometernos a seguir luchando por brindar alimentos sanos y accesibles al pueblo de México”.
Destacó la representación, a través de sus dirigentes a los productores de ganado bovino de carne y leche, porcicultores, avicultores, ovino y caprinocultores, productores de equinos y ganaderos diversificados; la industria pecuaria nacional a través del presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Lic. Juan Cortina Gallardo, y de los pequeños y medianos productores, que todos los días luchan con una gran esperanza para encontrar una ansiada rentabilidad que represente un digno ingreso para el sostenimiento de sus familias.
El salón de la Ciudad de México, de un conocido hotel de la capital del país fue el escenario para celebrar a todos los ganaderos del país en su día, con aplausos a su dirigente que presentaba las cifras del sector pecuario: “Hoy los productores pecuarios mexicanos producen cerca de 4 millones de toneladas de pollo, 3 millones de toneladas de huevo, 2.2 millones de toneladas de carne de res, 1.7 millones de toneladas de carne de cerdo, 100 mil toneladas de carne de ovicaprinos y 13 mil millones de litros de leche al año; todo con un valor superior a los 750 mil millones de pesos, que en promedio satisfacen la demanda de más de un 80% de la proteína animal que México consume; y atienden como en el caso de res, la exportación de 350 mil toneladas de carne y un millón de becerros en pie al mercado internacional”, expresó.
Con voz firme, pronunciaba su discurso, mientras todos escuchaban atentamente el mensaje, cordial y respetuoso, pero firme, más cuando dijo que estos logros hoy se ven amenazados por diversos factores, principalmente por el tema del cambio climático con sequias recurrentes; el incremento desmedido de los insumos principalmente el precio de los granos, la amenaza sanitaria por brotes en el mundo de diversas enfermedades como la gripe aviar, fiebre porcina africana, fiebre aftosa y enfermedad de vacas locas; además la satanización de la actividad con falsas premisas y finalmente el tema de la inflación internacional que amenaza con desestimular el consumo de la proteína animal.
Así de claro fue el líder ganadero, y prosiguió: “En este entorno y respecto a la obligada misión de contener la inflación y moderar el precio de los alimentos en México, los ganaderos mexicanos y sobre todos los pequeños y medianos productores que son la mayoría, estamos muy preocupados por las abruptas aperturas a las importaciones de productos cárnicos de diversos países que no alcanzan las mismas condiciones zoosanitarias que nuestro país”, y sugirió que para esta contención de precios, en primer término, pidió, respetuosamente empezar en México por moderar los excesivos márgenes en la venta al consumidor final.
Planteó la necesidad de dejar en claro que en la producción de alimentos en México existen dos escenarios diferentes; por un lado la industria cárnica y láctea con grandes avances tecnológicos sanitarios y de inocuidad con capacidad exportadora y con una integración completa, y por otro lado los miles de productores primarios, 85% de ellos pequeños y medianos, base de la pirámide de los sistema producto, principalmente bovinos de carne y leche que son el sostén principal del éxito del sector pecuario del país, pero que a la vez son el eslabón más débil, en muchísimos casos sin tecnología, sin financiamiento, sin apoyos y a merced del intermediarismo y la inseguridad.
Esta enorme base social sería la principal, como lo ha sido siempre, afectada en caso de pérdidas de estatus zoosanitarios por el impacto inmediato a la baja del precio de sus productos (como ya está sucediendo con el solo anuncio de las medidas), perdiendo su precaria rentabilidad y posiblemente desapareciendo de la actividad.
Dijo que, es menester compartirle a la autoridad que hoy cuando menos, los productores de bovinos de carne se sienten bajo el fuego cruzado de dos frentes, uno amenazador del norte, pretendiendo, Estados Unidos volver a aplicar de nueva cuenta la Ley de Etiquetado de País de Origen (COOL), que podría discriminar carne y ganado mexicano; “sentimos pudiese ser, por su premura, represalias a disputas agrícolas entre ambos países; y por otro lado en ciernes la amenaza zoosanitaria de posibles importaciones de Sudamérica con repercusiones zoosanitarias para México”, afirmó.
“Y en medio de estas negociaciones, estamos miles de productores que a diario nos la jugamos por seguir produciendo alimento para el pueblo de México. Escúchenos, explíquenos y vamos juntos en la toma de estas trascendentales decisiones para el futuro de la ganadería mexicana; los ganaderos no vamos a fallarle ni el gobierno ni al pueblo de México. No nos amedrenta la competencia como lo demostramos desde hace casi 30 años al seno del tratado de libre comercio con Norteamérica, lo que nos inquieta es una posible debacle sanitaria”.
El Ing. García de la Llata señaló confiar plenamente en las autoridades que resguardarán esa gran fortaleza que es sin duda la sanidad animal en México y no permitirán competencias desleales ni del norte ni del sur que perjudiquen a miles de pequeños ganaderos en México.
Por otro lado, otra gran fortaleza de la ganadería mexicana es sin duda el avance en el mejoramiento genético de todas las especies que hoy redundan en una mayor productividad y alentó el esfuerzo que en este sentido realiza la SADER en el sureste del país con la entrega de sementales y material genético a pequeños productores.
De igual forma una nueva fortaleza de la ganadería será sin duda el sistema de trazabilidad de ganado bovino en México y agradeció la confianza depositada en la organización que encabeza para seguir fungiendo como el agente técnico de la norma oficial mexicana de identificación del ganado; “no duden que juntos lograremos muy pronto la cristalización de un sistema confiable de trazabilidad reconocido internacionalmente para la ganadería bovina, que nos permita seguir avanzando y tener una ganadería moderna eficaz y sustentable”.
También solicitó brindar un mejor servicio a los pequeños productores lecheros de nuestro país a través de la recepción de su producto en los centros de acopio Liconsa y pidió un análisis financiero pertinente para que los pequeños productores de leche fresca, además de un justo pago por la leche, sean considerados con algún tipo de apoyo para el pago de flete de su producción a los centros de acopio, de la misma forma que son apoyados los pequeños agricultores para la entrega de su cosecha.
Por otro lado expresó una urgente necesidad para miles de pequeños productores pecuarios a través de la capacitación, investigación y transferencia de tecnología para elevar sus parámetros productivos y aspiren a tener una rentabilidad adecuada.
Finalmente, mencionó un tema de relevancia, que es sin duda un compromiso como productores e industria para caminar rápidamente hacia una ganadería sustentable, desde luego atendiendo los compromisos de reducir emisiones, pero principalmente convencidos para que la actividad perdure en el tiempo, y dejemos un mejor medio ambiente a las próximas generaciones, garantizando la alimentación del mundo y una vida digna a los productores del campo.
En su oportunidad el titular de la SADER, Dr. Víctor Villalobos Arámbula, subrayó la importancia de valorar el papel de la ganadería como fuente de alimentación para la población y como un aliado en la lucha contra la desnutrición.
Aseguró que esta actividad productiva es fundamental para la seguridad alimentaria, pues constituye el sustento y el patrimonio de gran parte de las familias del campo mexicano, de ahí la importancia de impulsar su sustentabilidad, productividad y competitividad, y de realizar acciones con responsabilidad ambiental.
Refrendó el compromiso del Gobierno de México con el sector ganadero, a través de la provisión de servicios y bienes públicos estratégicos, como son los servicios sanitarios e inocuidad, los sistemas de alerta temprana, la gestión de riesgos, la ingeniería de mercados, el acompañamiento en el comercio internacional y los servicios de investigación e innovación y desarrollo de capacidades, entre otros.
Convocó a los presentes a que juntos, sector público y privado, trabajar en un uso eficiente de los recursos del planeta, a fin de disminuir la huella de carbono, así como la huella hídrica, con la incorporación de las tecnologías y una óptima gestión de los recursos naturales, los pastizales e incrementar las prácticas agrosilvopastoriles.
Durante el evento se firmó un convenio entre los presidentes de la CNOG, Ing. Homero García de la Llata y el de la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG), Ing. Héctor Garza Garza, con el director de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dr. Francisco Suárez Gúemes; éste último, explicó que el documento signado permitirá tener una interacción más productiva en acciones específicas; promover la eficiencia, la sustentabilidad, sostenibilidad y la responsabilidad social de los sistemas de producción de carne de bovino en México, mediante acciones de innovación tecnológica, que incluye investigación, desarrollo y validación, así como la incorporación y profesionalización de los participantes dentro del sector pecuario.
