Redacción BM Editores.
Vivimos inmersos en un mundo de comodities, entendiendo esto como productos estándares en el que todos son iguales y resulta que éstos no llegan a cumplir con la satisfacción del consumidor; el cliente siempre busca lo mejor, que lo que compra cumpla con el nivel de satisfacción que busca, señaló el Dr. Jesús Velazco, director de Perecederos de HEB México.
El también investigador ofreció una plática de los “Retos en el retail”, para el programa MeatsPad ESP, que conduce Francisco Najar; durante su conversación señaló que ante este panorama el consumidor latinoamericano se ve forzado a buscar fuera de su país una carne que necesita para cumplir con el requerimiento que quiere, entonces da espacio para que México importe carne de Estados Unidos y de otros países porque no tiene cubierta esa necesidad.
Relató que cuando detectó esta situación, se dio a la tarea de buscar la oportunidad de platicar con los diferentes eslabones de la cadena productiva, para encontrar cuáles eran los puntos de interés de cada uno de ellos y todos buscaban lo mismo, y lo consideró como un asunto de diálogo, de plantear las expectativas de qué necesita el cliente, el empacador, el engordador y el productor.
Comentó que cuando se empiezan a alinear todos estos eslabones se busca la manera de trabajar mejor, “el engordador quiere hacer bien las cosas, pero depende de lo que le mande el criador, éste último tiene dos opciones exportar su ganado, donde le pagan mejor o dejarlo para el mercado nacional”, agregó.
Explicó también que el consumidor final tiene varias opciones, ya que si no obtiene la calidad que necesita recurre a la carne importada que sí puede pagar; por tal motivo, dijo, el criador tiene que ganar más, el engordador se tiene que sentir satisfecho con el precio y hacer que la cadena esté más integrada y pagar por una carne de calidad mexicana.
Relató que el proyecto con HEB México lo inició en febrero de 2019, sacrificando ganado ellos mismos, con la ayuda de una empresa que les da el servicio, lo que facilitó el proceso y se dieron cuenta del interés que despertó en los productores de ganado, porque ahora están ellos atendiendo las necesidades del consumidor final.
Y señaló que los productores se preguntan que si tienen la genética correcta y han recibido la retroalimentación que se les da de una manera muy positiva, pueden atender la demanda nacional; “ahora cuando visito los corrales de engorda me encuentro con cuatro o cinco productores de ganado, que saben que voy a comprar ganado y quieren estar ahí, para saber qué es lo que estamos requiriendo en el mercado”, añadió el Dr. Velazco.
“Este modelo de trabajo puede despertar el interés en muchas otras empresas que pueden hacer lo mismo, de hecho, quisiera compartir el sueño de cambiar la ganadería en México y romper algunos paradigmas que nos han detenido, tratar de generar el interés de ganaderos, qué se deje de evaluar el ganado por su color o su forma y que busquen el ganado que más se acerque a las necesidades del cliente final”, sostuvo.
Comentó que los productores tienen algunos argumentos que quizá sean válidos, que tienen mejor genética y no se la va a pagar bien el engordador, sin embargo, dijo, que todas esas diferencias se tienen que atender para que cada quien gane lo justo por su trabajo, en eso consiste este esquema.
También afirmó que se tienen que derrumbar los mitos acerca de las razas; “hay a veces más variabilidad dentro de una misma raza que entre razas; se tiene muy arraigado el tema de que para sobrevivir en el trópico mexicano y lo mismo sería para el trópico de cualquier parte de Latinoamérica, que es forzoso el uso de la sangre pura de un ganado cebú”.
Sin embargo, dijo no coincidir con esa postura, ya que explicó ha visto programas productivos en Luisiana, Estados Unidos, un lugar con altas temperaturas, con un clima muy adverso desde el punto de vista ambiental que, en cualquier otro país de Latinoamérica, y que han hecho un excelente trabajo con la combinación de dos razas la F1 madres y vientres, produciendo becerros que son tres cuartos de Taurus, que dan una carne de excelente calidad.
“Lo más difícil es cambiar las creencias de los ganaderos y no están dispuestos a cambiarlas, viven en una zona de confort y lo que queremos es moverlos, en pocas palabras, si quieren crecer, tiene que salirse de esa zona”, expresó.
Después relató que como científico se relacionó con la gente que compra y vende y esto fue quizá el reto más grande de su carrera; admitió que tenía un punto ciego muy grande, el cual quería comunicar lo que era fácil de entender para él, pero cuando trataba de comunicarlo se interpretaba de muchas formas, entonces tuvo que utilizar un leguaje mucha más sencillo y fluido.
Para acceder a información original y completa, visite el sitio:
