Prácticas de manejo reproductivo en hatos lecheros que incrementan la eficiencia reproductiva

MVZ. MC. Alejandro Jiménez J.
[email protected]
mx.linkedin.com/in/alejandroj2

Resumen

El objetivo del manejo reproductivo en las producciones pecuarias y en particular en la industria lechera es lograr que las vacas se preñen en manera eficiente en un intervalo rentable luego del parto. Las intervenciones veterinarias y de manejo sólo son beneficiosas si se logra su gestación en un tiempo óptimo posparto. Con el propósito de optimizar la eficiencia del hato se han implementado prácticas de manejo reproductivo que incluyan el uso adecuado y regular de registros con el fin de analizar parámetros tanto productivos como reproductivos que permitan tomar decisiones, monitorear actividades, evaluar funcionamiento, implementar programas de salud de hato, controlar la producción, facilitar procesos de diagnóstico y control reproductivo. Otro aspecto también fundamental es el cuidado del puerperio y el control del anestro posparto, así como; los programas de alimentación correctos, que reducirán la incidencia de alteraciones y enfermedades en este periodo y generarán mayor eficiencia en la producción y reproducción permitiendo la implementación de programas eficientes de detección de celo, sincronización de estros y servicio temprano por medio de la inseminación artificial. Por lo tanto, las prácticas de manejo reproductivo deben enfocarse en maximizar la eficiencia reproductiva la cual es el efecto integrado neto del estro, ovulación, gestación y parto.

Introducción

Los sistemas de producción lechera van desde los extensivos pastoriles (en zonas templadas a tropicales) hasta intensivos estabulados (en áridas a semiáridas) dependientes de la disponibilidad de recursos y la relación insumo-producto (Trujillo, et al., 2012). En regiones donde la relación costo-beneficio es buena, la producción es generalmente intensiva o semi-intensiva la cual comúnmente ofrece el 100% de los requerimientos en términos de materia seca (MS) y nutrientes alcanzado 8000 litros por lactancia o más al año (Hernández y Zavala, 2007), sin embargo; los animales bajo este sistema están en constante estrés que se refleja en los procesos reproductivos. Por otro lado; en condiciones pastoriles, donde los forrajes se usan en mayor proporción más suplementación con heno, silo o concentrado (según la región y costos) la producción se estima en 3500 litros/año pero con la ventaja de que el estrés es menor; en zonas donde además hay acceso a granos la producción e índices reproductivos son intermedios (4000-6500 litros/año) (Galina y Valencia, 2009).

La industria lechera ha ido en aumento debido a que las mejoras en las instalaciones y en las medidas de manejo inciden positivamente sobre el bienestar animal. Sin embargo, la fertilidad sigue siendo uno de los principales focos de atención para el mejoramiento genético (Washburn, 2002). La mayor preocupación es la reducción en la tasa de preñez al primer servicio; paralelamente, el intervalo parto-concepción ha aumentado en casi 40 días, pero la tarea de mejorar la fertilidad mientras se selecciona por alta producción es un desafío (Caraviello, 2004).

Prácticas de manejo reproductivo en hatos lecheros que incrementan la eficiencia reproductiva manejo reproductivo hatos lecheros 2

Con el propósito de optimizar la eficiencia del hato obteniendo un mayor número de gestaciones en el menor tiempo posible se han implementado programas de manejo reproductivo que buscan mejorar la eficiencia en la detección de celo, sincronización de estros y servicio temprano, pasando de la monta natural a la inseminación artificial (IA) y restringiendo la época de empadre de continua (anual) a bi-estacional o estacional (primavera-otoño) común en explotaciones con base en el pastoreo. Por lo tanto, este manejo debe enfocarse en maximizar la eficiencia reproductiva (ER) la cual se define como el efecto integrado neto del estro, ovulación, gestación y parto (Galina y Valencia, 2009). Dentro de las prácticas que se deben llevar a cabo para mejorarla están: el uso y correcta interpretación de registros reproductivos, la atención del puerperio y del anestro posparto, manejo hormonal del ciclo estral (CE), métodos de detección de celo y programas de IA.

Consideraciones generales sobre el uso de registros y los parámetros reproductivos

El uso de registros y la captura correcta de la información en ellos son indispensables para el análisis e interpretación apropiada de los parámetros reproductivos, su carencia o la presencia de datos incorrectos genera efectos negativos en la producción. Su adopción sirve para: tomar decisiones, monitorear actividades, evaluar funcionamiento, implementar programas de salud de hato, controlar la producción, facilitar procesos de diagnóstico y control reproductivo. Aviléz, et al., (2010) encontraron relación entre altas producciones de leche y la utilización de registros y, entre bajas a medianas con la ausencia de éstos. Actualmente, hay programas de cómputo especializado para tal fin como el VAMPP® bovino (Centro Regional de Investigación para la Producción Animal Sostenible) creado y diseñado por la Universidad Nacional de Costa Rica o el Hatox bovino® (México Ganadero S.A de C.V) y Bovisoft (Software para la administración de empresas de ganado bovino) creados en México por mencionar algunos (Sánchez, 2015); con los cuales se calculan rápidamente diversos parámetros tanto productivos como reproductivos. Al respecto, los parámetros de fertilidad más relevantes son: intervalo entre partos (IP), intervalo parto-concepción (días abiertos), porcentaje de preñez al primer servicio y número de servicios por concepción.

INTERVALO ENTRE PARTOS (IP)Prácticas de manejo reproductivo en hatos lecheros que incrementan la eficiencia reproductiva manejo reproductivo hatos lecheros 3

Es el parámetro por excelencia ya que influye en la mayoría de indicadores reproductivos, en hatos lecheros en producción intensiva la meta es lograr un IP de 13.5 meses, e incluso en el caso de lactaciones extendidas 18 meses pueden ser económicamente rentables (Hernández y Zavala, 2007), estos autores usan de ejemplo un hato hipotético de 1000 vacas con un IP de 13.5 meses; donde además se espera que las pariciones sean homogéneas durante el año. Bajo esta premisa se divide la población total entre el IP (1000/13.5) obteniendo así 74 que representa las vacas que deben parir por mes o visto de otra forma el 7.4% de la población, porcentaje aplicable a cualquier dimensión de hato y que constituye la base de los cálculos futuros. Siendo la duración de la gestación prácticamente una constante (283±10 días), este parámetro está determinado por el intervalo parto-concepción.

INTERVALO PARTO-CONCEPCIÓN O PROMEDIO DE DÍAS ABIERTOS

Es el número de días que transcurren desde el momento del parto hasta la siguiente gestación. El valor considerado óptimo va de 120 a 130 días, supone una baja tasa de preñez cuando este intervalo es mayor.

Fórmula: intervalo parto-concepción (días) número de animales gestantes

Este parámetro puede calcularse de dos formas, una es tal como la fórmula y otra es añadiendo a la ecuación a las vacas que aún no han concebido; de esta manera se incluye a aquellos animales que pueden tener más días abiertos que el promedio obtenido de la otra manera y cuyo resultado es más fiable.

PORCENTAJE DE PREÑEZ AL PRIMER SERVICIO

Es el número de animales preñados al primer servicio, sobre el total de monta natural o IA. El valor considerado óptimo es de 50 a 60%. Valores menores al 40% suponen baja fertilidad global.

Fórmula: número gestaciones al 1er servicio ×100 total de animales servidos

NÚMERO DE SERVICIOS POR CONCEPCIÓN

Es el número de servicios realizados sea con toro o por IA, para lograr una preñez, sobre el número de animales gestantes. El valor promedio es 3 servicios por concepción, cuando el resultado lo excede supone la posibilidad de una baja precisión en la detección de calores; es decir, se pueden estar inseminando vacas que no están en estro. Por el contrario, valores inferiores indican una deficiente detección de los mismos.

Fórmula: número total de servicios número de animales gestantes

Influencia del puerperio y del anestro posparto sobre la eficiencia reproductiva

CONTROL DEL PUERPERIO

Dentro del manejo de la vaca lechera, es critica la atención del puerperio que abarca desde la explosión de la placenta hasta la presentación del primer estro fértil (Hernández y Zavala, 2007). Ya que durante este periodo ocurre la involución uterina hasta alcanzar su estado anatómico-funcional previo a la gestación y el reinicio de la actividad ovárica posparto (AOPP). La involución se caracteriza por cambios macroscópicos y microscópicos del útero; que en condiciones normales, dura alrededor de 25-45 días (Galina y Valencia, 2009). Durante ella se presentan contracciones dentro de las tres primeras semanas posparto (PP); éstas ayudan a la eliminación de los loquios (fluidos y restos de membranas feto-placentarias, de color rojo a café, de consistencia viscosa que no huelen). Dichas contracciones son provocadas por la prostaglandina F2α (PGF2α) producida y secretada por el endometrio, la mayoría de los loquios es eliminado dentro de los quince días PP, si el útero continua eliminando fluidos de consistencia, color y olor diferentes a las descritas; se habla entonces de alguna alteración.

Anestro patológico e incidencia de infecciones uterinas

El inicio temprano de la ciclicidad ayuda a la involución uterina, Hernández y Zavala (2007) mencionan que los ciclos previos a la primera IA PP mejoran la fertilidad por lo que la administración de dos dosis de PGF2α por 10 días a partir del tercer día PP puede acortar el tiempo de involución. Sin embargo, estos tratamientos deben ser llevados con cautela, pues un rápido reinicio de la AOPP puede producir piometra lo que causará anestro patológico según reportan estos investigadores. Otras alteraciones que lo producen son: la atrofia e hipoplasia bilateral ovárica, quistes lúteos, freemartinismo, momificación y maceración fetal y, aplasia segmentaria. Cabe mencionar que el ganado lechero es más predisponente a padecer quistes ováricos (foliculares o lúteos) debido al estado metabólico de las vacas altas productoras, en contraste con los bovinos productores de carne (Hernández, 2012).

Un examen ginecológico PP oportuno detectará anormalidades propias del puerperio con el propósito de que la hembra esté en condiciones de ser inseminada, una vez que termina el periodo de espera voluntario (40-60 días), criterio variable según los sistemas de producción (Hernández y Zavala, 2007; Galina y Valencia, 2009). El diagnóstico correcto y temprano de las patologías uterinas es de suma importancia porque permitirá actuar a tiempo y mantener así la ER del hato. Estas alteraciones retrasan la involución uterina y por consiguiente afectan el intervalo parto-concepción.

Como causantes comunes de esta demora están: la retención placentaria (considerada como tal pasadas 12-20 h PP), metritis puerperal y endometritis; entre los factores de riesgo para la primera situación se cuentan: abortos y retenciones previas, partos gemelares, inducción del parto, distocias, deficiencias de selenio e infecciones. Los tratamientos van desde la remoción manual de la placenta pero si no se desprende se debe aplicación sistémica de antibióticos y administración de hormonas que estimulen la motilidad uterina (oxitocina, estrógeno y PGF2α) vía IM o una tercera parte en la comisura inferior de la vulva, por dentro de la mucosa y con técnica aséptica; sin embargo, los resultados son variables (Hernández y Zavala, 2007).

Por otro lado, la metritis puerperal y edometritis son condiciones netamente infecciosas, dentro de éstas; especial atención requieren las endometritis de tipo subclínica (ES) ya que son de difícil diagnóstico. Las vacas con ES tienen disminuida notablemente su ER en la siguiente gestación, aumentando los días abiertos (de la Sota, et al., 2014; Madoz, et al., 2010). El efecto negativo de la ES, bajo sistemas estabulados son aumentos de entre 30-60 días en el intervalo parto-concepción (Galvão, et al., 2009; Kasimanickam, et al., 2004).

A lo anterior, hay que añadir que durante el pre y posparto también se presentan desbalances metabólicos como la cetosis y la hipocalcemia clínica y subclínica que puede ser factor predisponente para otras complicaciones como las descritas, por lo que el control del metabolismo del calcio en estos periodos permitirá un buen rendimiento reproductivo y lactacional (Ávila, 1998).
Síndrome de la vaca repetidora

Están incluidos varios factores, entre ellos: la detección deficiente de calores (sobre todo la hora de inicio del celo) lo que ocasiona que la hembra sea servida fuera de tiempo con el consecuente envejecimiento de uno de los gametos; otro factor es el retardo de la ovulación por un problema endocrino, problema que puede ser resuelto con la aplicación de 1000-2000 UI de hCG (ver cuadro 1) por vía IV o una dosis equivalente de LH o GnRH pero esta última parece no producir buenos resultadas para el tratamiento de vacas repetidoras (Sumano-Ocampo, 2006). Otras condiciones que afectan la fecundidad y que causan la presentación de vacas repetidoras son la inflamación de los oviductos, trastornos uterinos y necrosis del endometrio por oxitetraciclinas por lo que se debe realizar un buen diagnóstico para instituir el tratamiento más adecuado posible.

Por otro lado, durante el PP hay un lapso de inactividad ovárica fisiológica (anestro posparto) cuyas implicaciones y factores predisponentes se discuten a continuación.

ANESTRO POSPARTO Y REINICIO DE LA ACTIVIDAD OVÁRICA

Las vacas enfrentan un gran desafío durante el PP, debido a que es cuando aumenta progresivamente de la producción láctea hacia el pico de lactancia. Además, se suman la involución uterina ya mencionada, el retorno a la ciclicidad y el establecimiento de una nueva gestación. El anestro PP y el reinicio de la actividad ovárica posterior son la principal limitante reproductiva, en vacas productoras de carne y de doble propósito es común que la primera ovulación ocurra hasta los 100 días PP y, por tanto; intervalos entre partos mayores a los 16 meses (Hernández y Zavala, 2007). Los costos de un anestro PP prolongado (honorarios, inseminaciones, tratamientos, días sin producción de leche) pueden ser considerables lo que hace necesario que se restablezca el CE normal después del parto lo más pronto posible a fin de mejorar el desempeño reproductivo. Sin embargo, el desarrollo folicular (proceso continuo de crecimiento y regresión de folículos) se encuentra limitado debido a que este proceso depende de la secreción de LH (a partir del folículo pre antral) y ésta a su vez se encuentra afectada, ya que las vacas en PP temprano pasan por un periodo de balance energético negativo (BEN) y ello puede causar demoras en el reinicio de la AOPP.

Factores que determinan el inicio de la AOPP

Amamantamiento: Su manejo es una opción para reducir el anestro PP, el destete temporal 48 a 72 horas y la lactancia restringida en vacas con buena condición corporal (CC) induce la ovulación, ya que sin la inhibición que produce la crianza el CE en bovinos lecheros comienza entre los días 7-10 siendo irregular en los primeros 20 días PP (Dhaliwal, et al., 1996) por efecto del BEN siendo buena idea la suplementación energética de estos animales durante el amamantamiento.

Alimentación: Diskin, et al., 2003 mencionan que el desarrollo folicular es influenciado por los cambios metabólicos que ocurren dependientes de la dieta y el efecto que ésta puede ejercer sobre el metabolismo del balance energético. Se sabe que el BEN causa un efecto inhibitorio del estradiol sobre la secreción de GnRH, lo que a su vez provoca una disminución en el patrón normal de secreción pulsátil de LH limitando el crecimiento folicular (Canfield y Butler, 1990). El BEN es uno de los factores que más afectan la capacidad de la vaca para retornar su función ovárica normal PP. Para ayudar a aliviar esta deficiencia en el desempeño reproductivo, es muy importante evitar déficit de energía, lo que incluye aumentar al máximo el consumo de MS (Ávila, 1998).

Prácticas de manejo reproductivo en hatos lecheros que incrementan la eficiencia reproductiva manejo reproductivo hatos lecheros 4

Condición corporal al parto: El BEN sucede al comienzo de la lactancia ya que la producción de leche aumenta a un ritmo mayor a la capacidad del animal de procesar alimento suficiente para mantenerla, por lo tanto; ocurre un proceso de homeorresis (partición de nutrientes orientados a una meta) que en este caso es la producción láctea; por lo que éstos son desviados desde otros órganos hacia la glándula mamaria dando como resultado pérdida de grasa corporal y en consecuencia baja de peso y CC (Montiel, et al., 2005). Una disminución de más de 1 punto en CC, resulta en un decremento en la fertilidad, por lo tanto; las vacas con el mayor BEN a menudo experimentan un gran número de días abiertos (Ávila, 1998).

En condiciones de estabulación y alimentación controlada, las variaciones en la CC desde del parto hasta el pico de producción de leche están directamente relacionadas a ésta y al BE. En efecto, las vacas lecheras; alcanzan el punto más bajo del BE (nadir) entre los 10-20 días PP manteniéndose negativo hasta los 70-80 días y en las de primer parto hasta los 100 (Hernández y Zavala, 2007). En contraste, en sistemas pastoriles las vacas no ingieren el 100% de los requerimientos nutricionales en términos de MS, por lo que las pérdidas de reservas corporales están más relacionadas con la disponibilidad y calidad de las pasturas que con la producción misma (Galina y Valencia, 2009).

Paridad: La edad de los animales afecta el reinicio de la AOPP, ya que las vaquillas de primer parto tienen un intervalo más largo a la primera ovulación dado que éstas, además de los requerimientos para la producción de leche deben destinar nutrientes también para completar su desarrollo corporal. Por tanto, el BEN en ellas se prolonga aún más dada la dificultad de mantener su CC, ello es particularmente patente en condiciones de pastoreo (Cavestany, et.al., 2001).

Producción de leche: Es posible que la alta producción de leche afecte la AOPP, vacas altas productoras tienen un intervalo más prolongado a la primera ovulación; sin embargo, esto puede variar dependiendo de los sistemas de producción con diferentes condiciones de alimentación y niveles de producción de leche.

Época del año: A pesar de que el ganado bovino no tiene un patrón reproductivo estacional, puede que se conserve algo de sensibilidad al fotoperiodo sobretodo en el dedicado a la producción cárnica donde la disponibilidad del pasto como principal factor puede tener cierto efecto sobre la época de las pariciones que causen demoras en el reinicio de la AOPP.

Infecciones uterinas: Se presentan comúnmente en el puerperio, como se mencionó anteriormente. Las hembras que las tengan tendrán un reinicio de la AOPP más largo así como una menor tasa de concepción al primer servicio lo que sin duda afectará los parámetros reproductivos generales del hato.

Manejo hormonal del ciclo estral

Este apartado ya ha sido tratado más a fondo en la edición 77 de esta revista por lo que se invita al lector su consulta, y aquí sólo destacaremos su relevancia. El objetivo de la manipulación del CE no sólo busca tener a los animales en grupos más homogéneos en cuanto a la presentación del celo y así poder implementar programas de IA, sino también aumentar la fertilidad por medio de la sincronización de desarrollo folicular. Los objetivos particulares son:

  • Reducción del tiempo al detectar estro.
  • Posibilita el reinicio de la AOPP más pronto de lo normal.
  • Reducción de la incidencia de calores no detectados (anestro silencioso).
  • Mejorar la eficiencia de la IA (ya que presentan celo en un tiempo predecible).
  • Facilita el nacimiento de crías en la época de mayor abundancia de alimentos (en condiciones de pastoreo).

Es por ello que regular la actividad ovárica se ha convertido en una herramienta muy útil y de creciente uso en explotaciones lecheras comerciales. Existen básicamente dos métodos generales para sincronizar el estro en bovinos: 1) acortando la fase lútea por lisis del cuerpo lúteo (CL), o 2) extendiendo artificialmente su vida por medio de progestágenos (Macmillan, 2010). El cuadro 1 ofrece una clasificación con algunos ejemplos comerciales.

Prácticas de manejo reproductivo en hatos lecheros que incrementan la eficiencia reproductiva manejo reproductivo hatos lecheros 5

Métodos de detección de celo

Aumentar el número de animales gestantes no es sencillo, por lo que la tasa de detección de celo es una restricción importante para una buena ER. La reproducción en el ganado bovino productor de leche depende casi totalmente de la IA y ésta a su vez de la precisión de las técnicas de detección (Price y Orihuela, 2010). Durante muchos años se ha usado la observación directa de las montas entre hembras para establecer el momento de la IA. Esta práctica generalmente se realiza dos veces al día (con 12 horas de separación) ya sea antes o después de la ordeña. Pero esto no siempre es confiable, se sabe desde hace tiempo que algunas vacas pueden tener un estro muy corto (menor de 12 horas) y que esto ocurre frecuentemente durante la noche (Hurnik, et. al., 1975). Otro estudio (Elmore, et al., 1986) donde se monitorearon vacas las 24 horas del día con un sistema de circuito cerrado de televisión, encontró que la primera ovulación posparto se acompañaba de sintomatología de celo sólo en 50% de los casos. La segunda era precedida por manifestaciones de estro en 94%, y la tercera en el 100%. En contraste, los calores detectados en esas vacas por observación dos veces por día fueron 20, 44 y 64% para la primera, segunda y tercera ovulación, respectivamente. Entre los factores que afectan la eficiencia en la detección directa de celo se cuentan:

  • El tiempo dedicado a la observación de los animales.
  • El horario en que se realiza.
  • El cabal conocimiento de los signos de celo.
  • Las características físicas del área donde se realiza la detección de calores.
  • Responsabilidad y motivación que tengan las personas encargadas de la tarea.

De los cinco puntos mencionados, a excepción del cuarto todos están relacionados de manera directa con factores humanos. Debido a la variedad de funciones del personal de una producción y; por ende, al poco tiempo que tienen para detectar celo, se han diseñado varios métodos a fin de incrementar la ER y reducir los costos como los que se enlistan en el cuadro 2.
Por otro lado, el piso donde se apoyan los animales puede influenciar la detección de celo. Britt, et. al., (1986) demostraron que las vacas en pisos de tierra realizaron entre 65-130% más montas que aquellas en pisos de concreto. Esto sugiere que si el animal se siente inseguro al apoyarse, sencillamente no lo hará especialmente cuando esté mojado o sucio (por acumulación de heces). Otro factor a considerar es el clima ya que tiende a suprimir la monta y otras actividades motoras relacionadas con el estro, sobre todo en condiciones tropicales (Orihuela, 2000).

Conclusiones

La industria lechera ha crecido mucho en las últimas décadas, por lo que lograr mayor eficiencia en la producción es prioridad y el papel que juega el manejo reproductivo es crucial ya que una vaca no producirá leche sin una cría pero aumentar el número de animales gestantes en un intervalo de tiempo redituable no es sencillo. Para tener éxito; es necesario que el proceso estro, ovulación, gestación y parto esté bien controlado por medio de la aplicación de medidas de manejo adecuadas. Uno de los problemas que tiene el sector ganadero es que subestima el uso de registros y parámetros reproductivos; si no los tienen o son incorrectos no pueden tomar decisiones inmediatas, tampoco pueden evaluar el pasado reproductivo de sus animales ni pueden corregir errores a futuro. Otro aspecto dentro de las prácticas de manejo reproductivo es el cuidado de los periodos de transición pre y posparto, así como los programas de alimentación correctos, que reducirán la incidencia de enfermedades y generarán mayor eficiencia en la producción y reproducción. En la medida en que estas prácticas se implementen será más sencillo realizar programas de sincronización más exitosos y en algunos casos prescindir de la detección de calores. Como resultado de estas acciones las IA o IATF tendrán mayor éxito en una industria que depende cada vez más de esta biotecnología y de la transferencia de embriones. Biotecnologías como las mencionadas contribuyen a mejorar la eficiencia reproductiva que es el punto de partida para una producción eficiente, claro está; sin dejar de lado el bienestar animal.

Sitios web de software especializado
Hatox bovino: http://mexicoganadero.com/hatox
VAMPP: http://www.vampp-cr.com
Bovisoft: http://bovisoft.icidac.org

Literatura recomendada

  1. Ávila, G. J. (1998). El período preparto y su influencia en la eficiencia reproductiva. En: Memorias del XXII Congreso Nacional de Buiatría. Acapulco, Guerrero México.
  2. Aviléz, J.P.; Escobar, P.; Von Fabeck, G.; Villagran, K.; García, F. Matamoros R., García A. (2010). Caracterización productiva de explotaciones lecheras empleando metodología de análisis multivariado. Revista Científica, Facultad de Ciencias Veterinarias, 20, 74-80.
  3. Britt, J.H., Scott, R.G., Armstrong, J.D. and Whitacre, M.D. (1986). What determines the amount of mounting and standing activity for cows in heat? Report of departament of the animal sciences, North Carolina State University, 44-46.
  4. Canfield R.W., Butler W.R. (1990). Energy balance and pulsatile LH secretion in early postpartum dairy cattle. Domestic Animal Endocrinology. 7: 323–330.
  5. Caraviello, D.Z. (2004). Tópicos de fertilidad en vacas de alta producción. En: Novedades lácteas. Instituto Babcock, Universidad de Winsconsin USA
  6. Cavestany, D. (2010). Inducción de celos e inseminación artificial en vacas de leche en anestro, una nueva aproximación a un viejo problema. Jornada técnica de lechería, San José, agosto 2010, 35-42.
  7. Cavestany, D., Galina, C.S., Viñoles, C. (2001). Efecto de las características del reinicio de la actividad ovárica postparto en la eficiencia reproductiva de vacas Holstein en pastoreo. Archivos de Medicina Veterinaria (Chile). 33:217.
  8. Corteel, M. (1975). Luteolysis induced by prostaglandin F2α compared with natural luteolysis in the ewe. Ann. Biol. Anim. Bioch. Biophys. 15:175.
  9. De la Sota, R. L., Madoz L. Vanina, Jaureguiberry M., Dominguez G., Migliorisi A. L., Albarracín D., Alvarez. E. (2014). Endometritis subclínica en vacas de tambo: diagnóstico, prevalencia e impacto sobre la eficiencia reproductiva. Spermova, 4(2): 105-111.
  10. Dhaliwal, G.S., Murray, R.D., Dobson, H. (1996). Effects of milk yield, and calving to first service interval, in determining herd fertility in dairy cows. Anim Reprod Sci 41:109.
  11. Diskin M.G., Mackey D.R., Roche J.F. Sreenan J.M. (2003). Effects of nutrition and metabolic status on circulating hormones and ovarian follicle development in cattle. Anim. Reprod. Sci. 78: 345-370.
  12. Elmore, R.G., Aderibigbe, A.A., Garverick, H.A. (1986). The use of heat detection aids in estrus synchronization programs. Theriogenology 26:239.
  13. Galina C. y Valencia J. (Eds) (2009). Reproducción de los animales domésticos. México D.F.: Limusa.
  14. Galvão, K., Frajblat, M., Brittin, S., Butler, W., Guard, C., Gilbert, R. (2009). Effect of prostaglandin F2α on subclinical endometritis and fertility in dairy cows. J. Dairy Sci.; 92, 4906-4913.
  15. Giordano, J. O., Wiltbank, M. C., Fricke, P. M., Bas, S., Pawlisch, R., Guenther, J. N., and Nascimento, A. B. (2013). Effect of increasing GnRH and PGF 2α dose during Double-Ovsynch on ovulatory response, luteal regression, and fertility of lactating dairy cows. Theriogenology, 80(7), 773-783.
  16. Hernández J. y Zavala J. (Eds) (2007). Reproducción bovina. México D.F.: FMVZ-UNAM.
  17. Hernández, C.J. (2012). Fisiología clínica de la reproducción de bovinos lecheros. México D.F. Copias Gráficas S.A. de C.V.
  18. Hurnik, J.F.,King, G.J. and Robertson, H.A. (1975). Estrous and related hehaviour in postpartum Holstein cows. Applied Animal Ethology, 2, 55-68.
  19. Kasimanickam, R., Duffield, T.F., Foster, R.A., Gartley, C.J., Leslie, K.E., Walton, J.S., Johnson, W.H. (2004). Endometrial cytology and ultrasonography for the detection of subclinical endometritis in postpartum dairy cows. Theriogenology, 62, 9-23.
  20. LeBlanc, Stephen L. (2014). Strategic interventions for reproductive management. WCDS Advances in Dairy Technology, 26: 275-289.
  21. Macmillan, K.L. (2010). Recent advances in the synchronization of estrus and ovulation in dairy cows. Journal of Reproduction and Development, 56: S42-S47.
  22. Madoz, L.V., De la Sota, R.L., Suzuki, K., Heuwieser, W., Drillich, M. (2010). Use of hysteroscopy for the diagnosis of postpartum clinical endometritis in dairy cows. The Veterinary record; 167, 142-143.
  23. Montiel F., Ahuja C. (2005). Body condition and suckling as factors influencing the duration of post partum anestrus in cattle: a review. Anim. Reprod. Sci. 85: 1-26
  24. Orihuela A. (2000). Some factors affecting the behavioral manifestation of estrus in cattle. A review. Applied Animal Behaviour Science, 70, 1-16.
  25. Price O.E. y Orihuela A. (2010). Conducta animal aplicada al cuidado y producción pecuaria. México D.F.: Trillas.
  26. Pursley, J.R., Mee, M.O., y Wiltbank, M.C. (1995). Synchronization of ovulation in dairy cows using PGF2α and GnRH. Theriogenology 44:915.
  27. Sánchez Hernández Guadalupe Zazil. (2015). Sistema de registro computarizado ¿es posible la adopción bajo las condiciones de un pequeño productor?. Tesis de Licenciatura. México D.F., UNAM-FMVZ.
  28. Sumano H y Ocampo L. (Eds) (2006). Farmacologia Veterinaria. 3ra ed. México D.F.: Mc Graw-Hill.
  29. Thatcher, W.W., Patterson, D.J., Moreira, F., Pancarci, M., Jordan, E.R., and Risco, C.A. (2001). Current concepts for estrus synchronization and timed insemination. The American Association of Bovine Practitioners Proceedings. 34:95.
  30. Trujillo OMA, Correa BA, Rodríguez MA, Ducoing WA, García HA, Gris VAG, et al. (2012). Introducción a la Zootecnia. FMVZ UNAM México
  31. Washburn, S.P., W.J. Silvia, C.H. Brown, B.T. McDaniel, and A.J. McAllister. (2002). Trends in reproductive performance in southeastern Holstein and Jersey DHI herds. J. Dairy Sci. 85:244-251.
  32. Yavas, Y., and Walton. (2000). Postpartum acyclicity in suckled beef cows: A review. Theriogenology 54:25-55.
    Younquist, R.S. 1997. Current therapy in large animal theriogenology. Ed.Saunders Co., EUA.

Artículo publicado en Entorno Ganadero

×
BM Editores We would like to show you notifications for the latest news and updates.
Descartar
Permitir Las Notificaciones