Redacción BM Editores.
Por increíble que parezca, no un rancho, sino un buque que navega en altamar con casi 900 vacas en su interior y que nadie quiere por una supuesta enfermedad de “lengua azul” en las reses.
El buque Karim Allah, de bandera libanesa, lleva dos meses navegando por el Mediterráneo con cerca de 900 vacas en su interior. El barco salió de Cartagena, Colombia, el 18 de diciembre pasado y tuvo que regresar al punto de origen luego de navegar por más de 60 días al no ser admitido en ningún puerto ante el temor y riesgo de que los animales realmente se encuentren enfermos y pueda provocar un problema sanitario serio.
Otro buque que partió de Tarragona en diciembre con mil 776 reses se encuentra detenido en Chipre en una situación similar.
Las organizaciones de protección de los animales Eurogroup for Animales (EfA) y Animal Welfare Foundation (AWF) denunciaron la situación e hicieron un llamado a las autoridades de España para que agilicen el proceso y garanticen el acceso a los servicios veterinarios y que los animales puedan tener la atención requerida para evitar sufrimientos.
En el caso del buque Karim Allah, que atracó de vuelta en días pasados en Cartagena, aún no hay constancia de que los servicios veterinarios oficiales hayan podido acceder para inspeccionar el estado de los animales.
El barco zarpó del puerto de Cartagena el 18 de diciembre y el destino de las 895 vacas que transporta era Turquía, donde iban a ser comercializadas. Sin embargo, al llegar a puerto, las autoridades turcas rechazaron la entrada del barco por estar el ganado supuestamente infectado por la enfermedad de la “lengua azul”.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la “lengua azul” es una enfermedad vírica que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes, principalmente ovinos, pero también bovinos y caprinos, entre otros.
La enfermedad se transmite entre los animales a través de las picaduras de insectos y no afecta a los humanos. En los bovinos infectados, los efectos de la enfermedad dependen de la cepa vírica, y pueden ser fiebre, hemorragias y ulceración del tejido oral y nasal, debilidad, pérdida de peso, diarrea, vómitos y neumonía, entre otros.
Por lo que toca al buque Elbeik, de bandera de Togo, con una situación similar al navío Karim Allah, partió también en diciembre, pero de Tarragona, transportando mil 776 cabezas de ganado bovino con destino a Turquía.
Ante la negativa de Turquía, se intentó vender el ganado en Libia, pero la transacción no consiguió cerrarse. Al llegar a Trípoli el 10 de enero, las vacas fueron rechazadas por el mismo motivo.
Desde entonces, el Elbeik ha pasado por aguas de Italia, Egipto y Chipre. Actualmente está en Famagusta (Chipre), esperando a que las autoridades chipriotas lo inspeccionen.
En el caso del Karim Allah, y de acuerdo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el barco zarpó del puerto de Cartagena “con animales provistos de los correspondientes certificados sanitarios y procedentes de áreas libres de lengua azul”. “Se certificaron los animales, la granja de la que proceden y el vehículo utilizado hasta llegar a puerto”, aseguró Matilde Moro, gerente de la Asociación de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac).
Autoridades sanitarias aseguran que se tuvo todo en regla antes de que zarparan los buques de los puertos correspondientes, y ya tenía información previa Turquía que se habían cumplido en tiempo y forma con las reglamentaciones correspondientes, por lo que el país de destino dio la autorización a fin de que tanto el Karim Allah como el Elbeik emprendieran el viaje.
Sin embargo y al llegar a destino y ser rechazada la descarga del ganado, se comenzó una serie de gestiones entre autoridades sanitarias y diplomáticas de España y Turquía, que justifica su decisión en que los animales podrían estar infectados de “lengua azul”, a pesar de que habían pasado todos los controles sanitarios pertinentes.
De acuerdo a Moro los exportadores cumplieron con todo y se propuso además a Turquía que a los animales les hicieran pruebas PCR para confirmar que estaban sanos, pero las autoridades turcas declinaron la oferta.
Es la primera vez que sucede algo parecido en una operación comercial de exportación de ganado desde España. Por el momento, se desconoce si existe otra razón por la que pudieran haber rechazado la mercancía.
El destino de los animales que permanecen en el Karim Allah es incierto. La legislación europea relativa a exportaciones de animales vivos establece que la única posibilidad es intentar reexportarlos a otro país. Si eso no se consiguiera, dice Moro, “los animales tendrían que ser sacrificados. Algo que, por supuesto, queremos que se evite”.
Según la gerente de Asoprovac, no está claro si el comprador o el vendedor deberán hacerse cargo de los costos de la operación fallida. Además, la Autoridad Portuaria de Cartagena está gestionando con abogados la manera de proceder para aclarar quién cargaría con el costo de sacrificar a los animales, en el caso de que se llegue a ese punto.
Por el momento, el puerto de Cartagena permanece cerrado al tráfico de ganado vivo hasta que el servicio de Sanidad Animal pueda acceder al buque y se aclaren las causas de la negativa de Turquía a aceptar al ganado.
