Redacción BM Editores.
Vicente Gómez Cobos, presidente de la Federación Mexicana de Lechería (FEMELECHE) señaló que se han presentado meses difíciles para la lechería nacional, principalmente por la pandemia provocada por la COVID-19; adicionalmente hubo cambios en la tendencia del consumo inicialmente porque todos los productos como los yogures, entre otros, se dejaron de vender, por lo mismo, cambiaron los hábitos de consumo.
Sin embargo, dijo, subió el consumo de la leche deslactosada, principalmente de las personas que habían dejado de consumirla; esto hizo que en el total el consumo subiera escasamente, pero las empresas que están enfocadas a ciertos productos, con un incremento de demanda importante y otras no, por lo que han sido meses de ajustes complicados.
Expresó que se tiene una caída en la venta de productos de precios bajos, se nota que las personas de menores ingresos están batallando para poder completar para su canasta básica y eso de entrada, preocupa mucho, porque, además, la crisis que ha habido en los precios como el maíz, la soya y el trigo y otros granos, ha hecho que el costo de la alimentación de las vacas suba de manera muy importante y también hayan subido todas las proteínas, como la carne, el pollo y el huevo, entre otros.
Señaló que a pesar de todo ello, el precio al público de la leche se ha mantenido igual; la tendencia en los últimos años es que se mueven más o menos a la inflación que actualmente es del 4%.
Por otro lado, señaló que en el mundo hay muchos sobrantes de leche en polvo, principalmente en Europa, en Asia y en Estados Unidos, y esto ha hecho que este producto se mantenga por más de 5 años muy por debajo de los costos de producción, y México, al ser un país más abierto al mundo hace que el precio de la leche al ganadero sea inferior.
Por ejemplo, señaló que en México la leche que se le paga al productor anda en un promedio de 7.20 pesos por litro, cuando en Estados Unidos anda en cerca de 10 pesos, “y ellos son los que nos venden sus excedentes a precio dumping”, sostuvo.
Por lo que se refiere al consumo en México, dijo que se ha mantenido estable de 110 litros por habitante en promedio al año, cuando en Estados Unidos es de 250, “entonces sí se tiene un problema nutricional serio, hay una falta de consumo de esta proteína en la población por eso es que se presentan problemas de obesidad y de enfermedades crónicas”, enfatizó.
Explicó que el tema de los desayunos escolares, es un programa muy importante y ha generado muy buenos beneficios a las personas de menores ingresos, sin embargo, dijo, llevan prácticamente cerrados un año y esa leche de entrada no se desplazó.
Por lo que se refiere a LICONSA, señaló que no ha crecido proporcionalmente al ritmo de la población, “es un programa que, siendo muy importante, está limitado en su alcance”.
Además, expresó que no se espera un crecimiento importante en el consumo de leche a partir de la recuperación de la economía, ya que el costo de producción está por arriba del precio de venta, “entonces mientras esto no cambie, el sector pierde alrededor del 10% de su tamaño al día de hoy, porque el mercado de la leche en polvo inhibe el precio y las autoridades no están tomando cartas en el asunto, ni ningún tipo de apoyo”.
Ejemplificó que los norteamericanos tienen un seguro al ingreso y otro al costo, y que en México hace 8 años se tenía y lo cancelaron, “entonces los ganaderos no tienen ningún incentivo e instrumento en el cual se puedan defender ante esta situación”, finalizó el líder ganadero.
