La apertura de un nuevo silo se asocia comúnmente con una disminución en la producción de leche, pero la transición puede ser más suave y menos costosa para los productores, con algunas soluciones fáciles.
“En el otoño, los productores a menudo nos dicen que observan una disminución en la producción de leche”, dice Renato Schmidt, Ph.D., Servicios Técnicos – Forraje, Lallemand Animal Nutrition. “Esto generalmente se debe a un cambio abrupto del ensilaje de maíz viejo al ensilado de maíz recientemente fermentado. Se necesita un poco de planificación para facilitar esta transición, pero vale la pena mantener la producción máxima de leche “.
Los productores pueden hacer ajustes en la cosecha, durante el ensilado y después de que se abre el nuevo ensilaje.
Durante la cosecha, el Dr. Schmidt recomienda agregar un inoculante de ensilaje comprobado que contenga enzimas, como Biotal® Buchneri 500. Los inoculantes con enzimas de alta actividad pueden ayudar a descomponer la fibra de la planta, lo que mejora la digestibilidad de la fibra. La etiqueta del producto debe indicar claramente los niveles garantizados validados por estudios de investigación independientes.
Las bacterias del ácido láctico (LAB), como Lactobacillus buchneri NCIMB 40788 y Pediococcus pentosaceus 12455, en inoculantes de ensilaje también ayudan a iniciar una fermentación rápida y eficiente inmediatamente después del ensilado, que ayuda a prevenir la producción de leche al mantener la calidad del alimento.
Después del ensilado, el Dr. Schmidt recomienda esperar hasta que el almidón sea más digerible para abrir. Idealmente, los productores deben esperar al menos cuatro meses antes de la alimentación. Esto es particularmente importante para el forraje cosechado con más del 35 por ciento de materia seca (MS) y / o variedades de maíz de sílex.
Cuando los productores estén listos para abrir el nuevo ensilaje, haga la transición gradual y ajuste la ración para equilibrar los cambios en la materia seca (MS) y el contenido de nutrientes. Cambie los ensilajes durante un período de 10 a 14 días. El nuevo ensilaje se puede introducir como el 25 por ciento de la porción de ensilaje de la ración en los primeros tres días, luego el 50 por ciento de la ración los siguientes tres días, y así sucesivamente hasta que se complete la transición.
“Es importante analizar el ensilado nuevo durante la transición”, recomienda el Dr. Schmidt. “El análisis realizado abarca el perfil de fermentación, la digestibilidad del NDF y la digestibilidad del almidón, más los valores de velocidad asociados. El forraje puede variar en composición entre las estructuras de ensilaje y entre años. Lo que cosechó el año pasado puede tener un valor de nutrientes diferente que el nuevo forraje. Parte de la caída del otoño es la reacción del ganado a esos cambios en la composición del alimento. Probar y ajustar la ración puede ayudar a minimizar las fluctuaciones “.
Durante la transición del ensilado viejo al nuevo, los rebaños son particularmente vulnerables a la acidosis ruminal sub aguda (SARA) debido a los altos niveles de azúcares fermentables en el ensilaje. SARA es un período sostenido de tiempo con niveles de pH reducidos en el rumen. Cuando el pH del rumen desciende por debajo de 6, la actividad bacteriana celular disminuye y la digestión de la fibra se deteriora. Como resultado, la producción de leche y la eficiencia alimenticia pueden sufrir.
La suplementación de la alimentación con un probiótico de levadura seca activa (ADY) ayuda a aumentar el pH y mejora la digestibilidad de la fibra en el rumen. Los resultados de múltiples ensayos muestran que las vacas alimentadas con una cepa específica de ADY, Saccharomyces cerevisiae CNCM I-1077, tuvieron un aumento de 2,1 libras de leche corregida con grasa al 3,5 por ciento (FCM) y fueron más eficientes que los controles.
” Cuando se produce la SARA, es difícil para las vacas hacer el mejor uso de cualquier ración, sin importar qué tan bien sea analizado o cuidadosamente presentado”, dice el Dr. Schmidt. “No hay sustituto para hacer una transición fluida del ensilaje viejo al nuevo, pero un probiótico comprobado puede ayudar a optimizar el ambiente del rumen y mantener el máximo rendimiento incluso durante los cambios en la ración”.
