Golpea el COVID-19 al toro de lidia de México y España

Certero golpe del COVID-19 al Toro de Lidia de México y España; preocupación de ganaderías especializadas por impacto a esta actividad económica. Por esta situación, se tendrán que sacrificar 500 toros de lidia para el abasto en México. Mientras que en España, hasta 6 mil toros bravos este verano.

Staff BM Editores.

Enorme preocupación existe entre los criadores de toros de lidia en México y España, pues derivado de la pandemia de COVID-19 que flagela a todo el mundo, la crianza de esta raza se verá seriamente afectada por su enorme vinculación a los espectáculos que se presentan a lo largo y ancho tanto de la nación europea como del país americano.

Sobre el particular, al participar en el Foro Virtual Pecuario, celebrado en México hace unos días, el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL), Manuel Sescosse Varela, expresó la preocupación de las 265 ganaderías especializadas de esta raza en el país y que se dedican a la crianza de los bovinos-espectáculo, las cuales se encuentran esencialmente vinculadas a todo lo que tiene que ver con la tauromaquia.

Sescosse Varela dijo que el impacto económico a esta actividad por el COVID-19 es muy fuerte, pues hasta este momento se encuentran suspendidos 175 eventos, corridas de toros, jaripeos, torneos de lazos, charreadas, todas ellas que generan miles de empleos y las que se encuentran asociados a este sector económico.

Destacó que con la pandemia los espectáculos de esta naturaleza han quedado cancelados, por no ser posible el contacto humano, ya que a las fiestas regionales o estatales, muchas de ellas de enorme prestigio, asistían miles de mexicanos lo que representaba una importante derrama económica en el país.

Por esta situación, expuso, se tendrán que sacrificar 500 toros de lidia para el abasto, los que antes estaban dispuestos para el espectáculo, a una quinta parte del precio que se podría haber obtenido si se les canalizaba a las fiestas o plazas de toros, independientemente de que será necesario sacrificar el 40 por ciento de la unidad productiva.

Al advertir el actual escenario difícil en México para la crianza del toro de lidia, anticipó que seguramente los toros de lidia de las camadas del 2019 y 2020 se tengan que reducirlas, lo que representará un impacto serio para la crianza de esta raza y para el espectáculo que abastece, con el consiguiente impacto económico para el país.

La crianza de toros de lidia en México se lleva a cabo en 200 mil hectáreas, en donde hay entre 190 mil a 200 mil cabezas de ganado, es una de las razas puras de mayor historia en el país, con 120 años de registro y 500 años de explotación, desde la llegada de la Conquista.

Es una actividad muy acendrada dentro de la actividad rural mexicana, con una gran genética, y la que hoy con el COVID-19 se encuentra en riesgo de extinción.

En el caso de España, la situación es igual de dramática, los ganaderos no aceptan que sus animales en lugar de poder evaluarlos en las plazas de toros, están destinados a las frías salas de despiece de los mataderos.

El ganadero Javier Núñez, de Tarifa, en Cádiz, comentó que está llevando al sacrificio anticipado a sus animales. En este momento ya lleva 70 animales.

Tenía, dijo, facturar del orden de los 360 mil euros en la presente temporada, pero la cancelación de los festejos taurinos lo ha empujado a perder dinero.

La Asociación Valenciana de Agricultores calcula que se podrían sacrificar hasta 6 mil toros bravos este verano si el sector no recibe ningún apoyo.

Esta es una tragedia para todos, al grado de que la Unión de Criadores de Toros de Lidia calcula que la suspensión de la temporada taurina, que se lleva a cabo de marzo a octubre, representará una pérdida de más de 77 millones de euros para los ganaderos de toros bravos españoles.

Cabe destacar que 35 millones de toros están destinados a las corridas, y es un sector que aporta 140 millones de euros anuales en concepto de IVA al Estado español.

En puestos de trabajo, se calcula que 200 mil personas viven en España de la tauromaquia, entre ganaderos, banderilleros, picadores, toreros, independientemente de toda la cadena económica y productiva, independiente a la del espectáculo, enlazada a la crianza del toro bravo.

En total, la ganadería tiene mil 140 cabezas de ganado que viven de la facturación de los toros que se lidian en la temporada. En esta temporada se iban 72 ejemplares a Sevilla, Pamplona y Azpeitia.

Los que iban a las fiestas de los Sanfermines, con cuatro años, pueden seguir siendo útiles, pero otros terminarán en las salas de despiece.

El costo de criar a cada toro asciende a 5 mil euros, pero ante el riesgo de no poder contar con los animales de mayor edad para la próxima temporada, han decidido por sacrificarlos.

Pero un problema adicional es que el precio de la carne se ha desplomado, y de las reses más pesadas solo se obtiene entre 400 y 500 euros de beneficio, lo que resulta poco.

Los ganaderos de esta raza están conscientes de que van a perder el 90 por ciento de la facturación anual, porque se ve muy difícil que se pueda salvar a 7 mil astados que estaban destinados a sucumbir en el ruedo, y que ahora van a entrar de manera forzada a la cadena de abasto.

El golpe para la genética española de esta raza animal es muy fuerte, más allá del espectáculo muy apreciado y reconocido en España.

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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