Bioseguridad en el control de la brucelosis

El término bioseguridad se define como el conjunto de medidas sanitarias que se aplican en una ganadería para disminuir el riesgo de introducción y diseminación de agentes infecciosos, así como coadyuvar en las actividades de control de las infecciones ya establecidas en el hato. En el país la aplicación de medidas básicas de bioseguridad en ganadería lechera sigue siendo incipiente. La bioseguridad está sustentada en un alto componente de sentido común, asociado a un sencillo análisis de riesgo que permite responder a una serie de preguntas básicas:

¿Qué debemos hacer para evitar la entrada de enfermedades infecciosas a la ganadería?
¿Cuáles son las posibles puertas de ingreso de las enfermedades infecciosas?
¿Cómo lograr cerrar esas vías de ingreso?
¿Si la enfermedad ya está en la ganadería cual es el conjunto de acciones a realizar para evitar que afecte más animales?

Para responder estas preguntas es útil entender los mecanismos de diseminación de las enfermedades infecciosas y en particular de aquellas que siguen un curso crónico y pueden ocurrir sin manifestaciones clínicas. En esto caso los animales infectados suelen eliminar al microorganismo y diseminar la enfermedad con facilidad; ejemplos de esta problemática son la Brucelosis, la Tuberculosis y la Paratuberculosis. Debemos poner énfasis al hecho de que “cada animal enfermo representa un peligro de infección para los animales sanos con los que convive”.

Factores detonantes

Las enfermedades infecciosas se presentan como consecuencia de condiciones que favorecen su diseminación denominados “Factores Detonantes”, entre los que destacan: el hacinamiento, exceso de humedad, mala ventilación, estrés, alimentación deficiente, falta de higiene, ausencia de control de acceso a las instalaciones, introducción de animales enfermos, animales infectados conviviendo con los sanos, mal manejo de los animales y en el caso particular de ganado lechero, el manejo inapropiado de la ordeña así como instalaciones deficientes.

Análisis de riesgo

La aplicación de medidas de seguridad debe ser precedida por un sencillo análisis de riesgo, a través del cual se puede identificar cuáles son los puntos críticos para el ingreso y diseminación de una enfermedad infecciosa. Este análisis debe incluir el conocimiento sanitario de la región. Es necesario considerar diferentes factores entre los que destacan los siguientes:

• Saber cuáles son las enfermedades infecciosas que se consideran enzoóticas para la zona en la que se encuentra ubicada la ganadería.
• Tener conocimiento de los factores detonantes de esas enfermedades.
• Hacer el análisis del comportamiento histórico de esas enfermedades en la zona.
• Conocer el estado sanitario de los animales de la unidad productiva en cuestión.
• Tener información básica sobre las enfermedades infecciosas que se han diagnosticado en los establos colindantes o los más cercanos.
• Conocer el origen de los animales que entran a la unidad productiva y a otras explotaciones de la misma localidad.
• Recurrir a los laboratorios de diagnóstico, con muestras adecuadas, para conocer los problemas específicos de cada unidad productiva.
• Analizar quienes son las personas que ingresan al establo:
• ¿Qué vehículos ingresan al establo?
• ¿De dónde vienen?
• ¿Representan un riesgo potencial de acarreo de agentes infecciosos? • ¿Es necesario que ingresen al establo?
• ¿Hasta dónde deben llegar?

Las respuestas a este tipo de preguntas permiten determinan la intensidad de las medidas de bioseguridad que se deben aplicar en el establo.

Principales medidas de bioseguridad

En términos generales las medidas básicas de bioseguridad radican en lo siguiente:

a) Control de ingreso de animales al establo.- Es indispensable que los nuevos animales procedan de establos que garanticen condiciones básicas de sanidad; libres de enfermedades infecciosas.
b) Cuarentena interna.- Es recomendable mantener a los animales nuevos separados del resto del ganado por lo menos 15 – 20 días, durante los cuales serán revisados clínicamente.
c) Control de vehículos y personas.- Hay que evitar que los vehículos y las personas ajenas se introduzcan a las instalaciones que alojan animales, implementos y alimentos; es posible que estos hayan estado en alguna ganadería en la que exista alguna enfermedad infecciosa y pueden ser acarreadores de los microorganismos responsables.
d) Aplicar buenas prácticas de manejo.- La higiene general, ventilación adecuada, evitar el hacinamiento y reducir los factores de estrés.
e) “Manejo adecuado de la vaca abortada y la parida”.- Es importante contar con parideros individuales toda vez que al momento del aborto o del parto los animales eliminan cantidades importantes de agentes patógenos.
f) Manejo apropiado y oportuno de fetos y becerros.- Los fetos, becerros y placentas deben ser retirados de inmediato del corral en el que ocurra el aborto o el nacimiento.
g) Desinfección.- Es indispensable proceder a la desinfección inmediata del sitio en donde ocurre un aborto o un parto…
h) Control de perros, gatos, roedores y moscas.- La presencia de estos animales es siempre un riesgo sanitario para la ganadería.
i) Evitar riesgos del ganado que sale a pastoreo.- Evitar en lo posible el contacto de animales que salen al pastoreo con animales de otras ganaderías; existe el peligro de que intercambien agentes patógenos.
j) Manejo del estiércol.- Es un material expuesto a la contaminación por microbios eliminados en orina, secreciones vaginales y líquidos placentarios. Un ejemplo importante es la paratuberculosis, cuyo control radica en evitar al máximo la exposición de las becerras con estiércol contaminado.
k) Programa adecuado de vacunación.- La aplicación de programas de vacunación complementarios a las medidas de bioseguridad suelen ser eficaces.
l) Calostro.- Es indispensable que las crías ingieran calostro durante las primeras 2 horas de vida. Es importante que este provenga de vacas libres de enfermedades. Es útil usar calostro previamente pasteurizado.

Diagnóstico

Es importante recurrir a los laboratorios de diagnóstico. Los hallazgos clínicos son herramientas útiles para establecer un diagnóstico presuntivo, pero el mismo debe ser respaldado por resultados de técnicas de diagnóstico de laboratorio. Un aspecto importante es la selección del tipo de muestra que se manda al laboratorio.
La colección de tejidos en solución de formalina fosfatada y tamponada o algunas otras soluciones fijadoras, permite realizar estudios histopatológicos que para determinar la presencia de lesiones asociadas con alguno de los microorganismos que se presume existen en el ganado ocasionando problemas de salud.

Programas de vacunación

La vacunación es solamente una herramienta esencial para la prevención de enfermedades infecciosas. Pero por sí sola la vacunación no substituye las fallas en bioseguridad.

Para que una vacunación sea considerada conveniente deben cumplirse cuatro criterios fundamentales:

1. Identificar en forma precisa y absoluta al microorganismo contra el cual se está inmunizando al ganado.
2. Tener la certeza de que una respuesta inmune logrará proteger a los animales contra la enfermedad.
3. Estar seguro de que los peligros que representa la vacunación son inferiores a los daños que causaría la enfermedad.
4. Favorecer la inmunidad de hato.

Estado sanitario de los animales de la unidad productiva

Independiente de lo que ocurre respecto a la situación sanitaria de la zona o región en la que se ubica el establo, es indispensable conocer el estado sanitario del hato y los antecedentes históricos del mismo. Esto brinda la oportunidad de identificar la presencia de uno o más factores detonantes, permite estudiar los programas de vacunación utilizados con anterioridad y evaluar el comportamiento de los mismos. Es útil conocer el comportamiento productivo y eficiencia reproductiva de cada uno de los animales. Es importante identificar la periodicidad con la que ocurrieron brotes de una o más enfermedades infecciosas, conocer si su presencia puede asociarse a factores como edad del animal, sexo, época del año, temperatura ambiente, cambios en el manejo del hato, introducción de animales de otro establo e incluso procedentes de otras regiones. Esta información será de utilidad en la toma de decisiones respecto a las vacunas que se habrá de utilizar y el calendario de aplicación de las mismas.

Origen de los animales que ingresan a la unidad productiva

Este es un elemento que debe considerarse de manera relevante al establecer calendarios de vacunación. Cuando se conoce el origen de los animales es posible determinar cuáles son las enfermedades infecciosas prevalentes en el sitio, de manera que se puede prever el tipo de riesgos que conlleva la introducción de ese ganado. Cuando se toma la decisión de introducir ganado en un establo o en una zona o región y se tiene conocimiento de que en el lugar de origen es frecuente la presencia de alguna enfermedad infecciosa determinada, entonces será recomendable la inclusión de vacunas específicas para prevenir esa enfermedad.

Factores que requieren atención respecto a la vacunación.

• El manejo y utilización de vacunas con bacterias vivas atenuadas y virus activos requieren más cuidado que las inactivadas.
• Cadena fría.- Es elemental el mantener todos los inmunógenos adecuadamente refrigerados desde que son elaborados en un laboratorio hasta el momento de su aplicación, evitando además exponerlos a la luz solar por períodos prolongados.
• Es indispensable aplicarlas de acuerdo con las instrucciones de la empresa que las elaboró, respetando dosis, edad de los animales, vía de aplicación.

Es conveniente recordar que las hembras gestantes transmiten a las crías la llamada inmunidad pasiva, es decir les transfieren anticuerpos ya formados y células del sistema inmune previamente sensibilizadas por antígenos que adquiere la madre. El calostro aplicado durante las primeras horas de vida juega un importante papel en la transmisión materna de inmunidad pasiva a las crías. Esta información es relevante si pretendemos inmunizar animales en edad temprana, puesto que la inmunidad materna neutralizar el efecto de la vacuna.

Fracasos de la vacunación

La vacunación nunca logra una protección absoluta y es difícil que se pueda conferir el mismo grado de protección a todos los animales. En una población normal la respuesta inmunológica en la población vacunada sigue una curva de campana clásica, en la que la mayoría de los animales desarrollan una respuesta media, una pequeña parte responde de manera excelente, pero una pequeña parte desarrolla una respuesta pobre o nula.

Entre los múltiples factores por los que fracasan las vacunas destacan los siguientes:

• Cuando se inmuniza animales desnutridos o parasitados.
• Situaciones de estrés, como frío, calor excesivo, hacinamiento, fatiga.
• Persistencia de inmunidad materna al vacunar animales muy jóvenes.
• La vacunación de animales que están incubando la enfermedad.
• Uso de vacunas manejadas deficientemente.
• Vacunar con bacterias vivas, atenuadas, animales que reciben terapia de antibióticos.

Conclusiones

Las condiciones sanitarias de un establo se fortalecen mediante la aplicación de tres grupos de herramientas: a) Medidas de bioseguridad, b) Diagnóstico clínico y de laboratorio y c) Programas idóneos de vacunación.

Se requiere un análisis de riesgo para definir las posibles fuentes de infección para poder establecer medidas preventivas.

El uso de laboratorio de diagnóstico es un recurso que se debe aprovechar para conocer las principales causas infecciosas de enfermedad en el establo y poder establecer las acciones correctivas.

La vacunación es una herramienta de gran utilidad si se utiliza de acuerdo con las recomendaciones del fabricante y sea respaldada con acciones conjuntas de bioseguridad y diagnóstico.

Fuente:ameg.org.mx
Escrito por AMVEB por el MVZ. Ricardo Flores Castro

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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