Algunos agentes infecciosos que causan aborto en vacas

Andrea B. González Rodríguez
Alejandro Córdova Izquierdo

INTRODUCCIÓN

La muerte del embrión o feto puede dar lugar a una resorción, momificación, maceración o aborto. El aborto es definido como la pérdida del producto de la concepción a partir del periodo fetal (aproximadamente 42 días) hasta antes de los 260 días de la gestación en el caso de los bovinos (Givens, 2008). Un gran porcentaje de los fetos abortados se encuentran en el segundo o tercer trimestre de gestación, lo cual se atribuye a una causa infecciosa (Anderson, 2007).

Algunos agentes infecciosos que causan aborto en vacas agentes infecciosos causan aborto vacas 6Es importante destacar que muchas de estas enfermedades son enzoóticas. Por lo regular el contagio al hombre ocurre por un contacto directo con animales infectados a través de heridas o por ingestión de productos derivados contaminados (Moles, 2005; Córdova 2007).

Para poder tomar las medidas adecuadas se deben determinar las causas de los abortos, aunque esto representa muchos problemas para poder llegar al diagnóstico definitivo, a nivel mundial se ha identificado que 40 a 50% de los abortos son causados por agentes infecciosos, y el otro porcentaje es causado por agentes tóxicos, enfermedades metabólicas y causas hereditarias. Factores predisponentes, para reducir resistencia en épocas críticas: exceso de calor o frío, falta de pasturas, exceso de lluvias, sobrepoblación y falta de vacunación.

Es importante destacar que los agentes patógenos pueden variar según la región de la unidad de producción, el tipo de producción, diferencias de clima, el manejo y el programa de sanidad que se tenga. Existen pocos signos clínicos o cambios evidentes en el feto como para identificar un agente etiológico. Para conocer la etiología es necesario realizar un diagnóstico completo, incluyendo procedimientos de patología, microbiología e inmunología (Anderson, 2007).

El aborto bovino a nivel nacional

El aborto es un factor que limita en el desempeño reproductivo del bovino y constituye en la industria ganadera uno de los causantes principales de pérdidas económicas. Tanto en el ganado productor de leche como el de carne tiene un fuerte impacto económico y retrasa el desarrollo de la ganadería. Por cada vaca que aborta, los productores pierden aproximadamente $6,000.00 pesos por año, de los cuales un 50% son costos de alimentación, instalaciones, tratamientos, dosis de semen extra y el resto por la pérdida de la cría (Iñiguez, SF).

En un trabajo realizado en Aguascalientes la tasa de desecho anual fue de 22.2% donde se observó que 3 de cada 10 vacas se eliminan por aborto. Se calcularon pérdidas de 2,000 dólares americanos promedio por aborto debido principalmente al mayor intervalo entre partos, un incremento en la tasa de desecho causando y una disminución de fertilidad (Vitela, 2004). En el cuadro 1 se ilustran las pérdidas dependiendo del tiempo del aborto y sus efectos.

Principales causas de aborto bovino según origen infeccioso

Los agentes infecciosos pueden afectar tanto al embrión como al feto en cualquier etapa de su desarrollo y formación causando su muerte, malformaciones, nacimiento de crías débiles o susceptibles a ser infectadas. Es importante destacar que no todas las muertes embrionarias o fetales se deben a agentes infecciosos, sino que muchas tienen que ver con causas genéticas o de toxicidad. En general los agentes infeccioso más comunes involucrados directa o indirectamente con el aborto bovino son de origen bacteriano, viral, parasitario y micótico (Rivera, 2001).

En la tabla 1 se muestran las principales causas de aborto bovino según su origen.

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ORIGEN BACTERIANO

Brucella abortus

La brucelosis bovina es una enfermedad infecciosa limitante del desarrollo ganadero. Se encuentra ubicada en la lista B de la OIE donde se enumeran enfermedades transmisibles que se consideran importantes desde el punto de vista socioeconómico y/o sanitario a nivel nacional y cuyas repercusiones en el comercio internacional de animales y productos de origen animal son considerables (Mederos, 1981 y OIE, 2003; Rodríguez, 2005).

La brucelosis es producida por bacterias del genero Brucella que comprende varias especies como: B. abortus, B. melitensis, B. suis, B. canis, B. ovis, que afectan al bovino, caprino, porcino, caninos y ovinos, respectivamente. Brucella abortus es un agente infectocontagioso y zoonótico de alta importancia. Pueden sobrevivir en pastizales durante periodos variables, según las condiciones climáticas. En climas templados, la capacidad infecciosa puede persistir durante 100 días de invierno y 30 en verano. Este microorganismo es susceptible al calor, luz solar y los desinfectantes. En los toros infectados, el microorganismo se secreta por el semen, lo cual aumenta la propagación de la enfermedad si se utiliza inseminación artificial con semen contaminado.

La infección es principalmente a través de la ingestión, las bacterias se multiplican en los nódulos linfáticos regionales y se diseminan vía hematógena a otros órganos, principalmente a glándula mamaria, útero grávido, por lo general, esto ocurre durante el segundo tercio de gestación. Las bacterias invaden los trofoblastos placentarios y causan placentitis crónica. La muerte del feto es producto de la interrupción de la irrigación transparentaria y la endotoxemia. Los fetos son abortados después de las 24 a 72 horas luego de la muerte intrauterina, habitualmente el aborto se produce después del quinto mes de gestación.

El diagnostico epizootiológico se basa en la observación de presentación y avance de la enfermedad según la zona. En otros se presenta acompañada de abortos múltiples, metritis, orquitis e infertilidad. El diagnóstico confirmatorio se realiza a partir de aislados de fluido abomasal fetal, pulmón, placenta, líquido uterino, leche, y por serología de la madre (Miller, 1986: Anderson, 2007: Givens, 2008).

El tratamiento de la enfermedad es un tanto complicada ya que es una bacteria intracelular facultativa, lo que le confiere cierta protección ante la presencia de antibióticos dentro del hospedador (Cameron, 2014).

Lo más recomendable es la prevención y control a partir de vacunas y medidas de bienestar animal. Las vacunas representan un papel primordial en el control de la brucelosis, ya que limita su difusión y reduce su impacto económico. Las terneras deben vacunarse de los 4 a 5 meses, ya que la vacunación es el único medio efectivo para la erradicación de la brucelosis. Actualmente existen dos vacunas la RB51 y cepa 19, las cuales han logrado un margen de seguridad de 75% (Castro, 2005).

Leptospira spp.

La leptospirosis es una enfermedad causada por bacterias Gram negativas del género leptospira, de la familia Spirochaetacea. Son microorganismos de forma cilíndrica, espirales y flexibles. Existen más de 350 serovariedades, pero se reconocen o destacan 5 como las más importantes desde el punto de vista etiológico; L. pomona, L. canicola, L. hardjo, L. icterohaemorrhagiae y L. grippotyphosa.

La presentación de la enfermedad puede ser agudo, subaguda o crónica. La leptospirosis en animales adultos se presenta como una enfermedad crónica, afecta el aparato reproductivo causando abortos, este puede ocurrir de 1 a 3 meses después de la infección inicial con L. hardjo, produciendo abortos a partir de los 4 meses de gestación hasta fetos a término. En las infecciones con L. pomona, los abortos pueden ocurrir 1 a 6 semanas después de la infección, produciendo abortos en el último tercio de gestación. Las tasas de aborto dentro de un brote son generalmente más altas después de la infección con L. pomona en comparación con L. hardjo.

El modo más frecuente de transmisión en el caso de serovares adaptados como harjo, es la transmisión horizontal directa, mientras que la transmisión horizontal indirecta tiene un papel más importante en las infecciones accidentales y se produce tras la exposición del animal a un ambiente contaminado con material infectante (Ellis, 1994; Andiconberry, 2015).

Las leptospiras son prácticamente sensibles a todos los antimicrobianos, a excepción de las sulfonamidas y el clorafenicol (Van der Hoeden, 1958), pudiendo utilizarse una amplia gama de ellas para el tratamiento de la infección.

Sin embargo, la mayor limitación de los antimicrobianos es que no eliminan el estado de portador renal. Los antimicrobianos más utilizados son la dihidoestreptomicina a dosis de 25 mg/kg (Ellis,1994) y la oxitetraciclina o clortetraciclina a dosis de 800 g/kg.

El aislamiento bacteriano en el feto es poco práctico para el diagnóstico de rutina porque las leptospiras son lábiles y difíciles de cultivar, por ello se realizan exámenes de serología materna, inmunofluorescencia e inmunohistoquímica a partir de tejidos fetales (Grooms 2006, Anderson 2007; Givens 2008).

La vacunación es una práctica muy extendida en otros países siendo para algunos autores la mejor herramienta de control. Sin embargo, presenta una serie de desventajas: en primer lugar, las vacunas comerciales son bacterianas (Ellis, 1996) y no proporcionan protección cruzada entre serovares distintos y solo permiten una protección limitada frente a cepas distintas de un mismo serovar. En segundo lugar, diversos estudios sobre las vacunas existentes han demostrado que la vacunación frente hardjo con vacuna tanto monovalentes como pentavalentes, no evitan la infección, la migración al útero y oviducto ni la persistencia de la infección renal (Bolin, 2012).

ORIGEN VIRAL

Herpesvirus bovino tipo I

El Herpesvirus bovino tipo I, virus de la Rinotraqueítis infecciosa bovina (vIBR) se encuentra en todo el mundo, aunque algunos países europeos han tenido éxito en los esfuerzos de erradicación.

La infección ocurre mediante el contacto con el ganado infectado, el cual elimina al virus en las secreciones respiratorias, oculares y reproductivas. Una importante característica que tiene el vIBR es que una vez que el animal es infectado, puede permanecer en estado de latencia alojado en ganglios nerviosos y bajo condiciones de estrés, el virus se reactiva y produce una nueva viremia. El aborto es una de las manifestaciones clínicas de la enfermedad y es el resultado de la enfermedad respiratoria y viremia que cursa la madre. El feto, usualmente se observa autolítico, sin lesiones. El aborto puede ocurrir en cualquier etapa de la gestación, pero habitualmente se diagnostica en la segunda mitad de la misma, y aproximadamente 100 días después de la infección. Un diagnóstico confirmatorio se realiza por aislamiento viral o por detección de antígeno viral en tejido fetal (inmunofluorescencia o inmunohistoquímica) (Kirkbride 1992; Anderson 2007; Givens 2008).

El período de incubación depende del modo de infección, de la virulencia y la cantidad de virus que penetra al organismo, a través de la cavidad nasal, la orofaringe, ojos y tracto genital. Se multiplica en las células epiteliales de las puertas de entrada, lo cual ocasiona los síntomas clínicos. Tras la viremia, es llevado a los órganos de multiplicación secundaria a través de puentes intercelulares, por la sangre y el sistema nervioso (Zacarías, 2002; Sánchez, 2008).

El HVB-1 es el principal patógeno del ganado (Muylkens 2006). La lesión primaria es un foco de necrosis en la membrana nasal, laríngea, de la tráquea o de la mucosa genital. Es secuela directa de la replicación viral y su subsiguiente efecto citopático. Las lesiones pueden desaparecer para formar grandes pústulas que consisten en infiltrados masivos de leucocitos (Murphy 1999). Se han descrito para HVB-1 una amplia variedad de signos clínicos como consecuencia de su acción sobre los sistemas respiratorio, genital, digestivo y nervioso (Straub, 2001). La forma respiratoria de la enfermedad, IBR, es la más importante por su elevada morbilidad y baja mortalidad. Se caracteriza por fiebre (40.5-42ºC), depresión general, inapetencia, anorexia, abundante descarga nasal, inicialmente serosa y después de unos pocos días cambia a mucopurulenta, dificultad respiratoria, exceso de salivación y en algunos casos acompañada de aborto en hembras gestantes (Murphy, 1999; Thiry, 2006).

La vacunación es la única forma de prevenir las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Los primeros ensayos de inmunización de los animales contra la rinotraqueítis infecciosa bovina se llevaron a cabo muy temprano en la historia de esta enfermedad. El costo tan alto de una vacuna viral subunitaria, hace que su utilización en medicina veterinaria sea casi una utopía (Becker, 1985).

Virus de la Diarrea viral bovina

El ganado bovino es susceptible de infectarse con el virus de la diarrea viral bovina (BVDV) en todas las edades. Este virus está extendido por todo el mundo. Los síntomas clínicos varían desde un carácter subclínico hasta una enfermedad fulminante de desenlace fatal llamada enfermedad de las mucosas. Generalmente, las infecciones agudas pueden producir una diarrea pasajera o neumonía, en forma de brotes que afectan a grupos de animales.

Las infecciones del feto bovino pueden producir abortos, partos con terneros muertos, efectos teratogénicos o una infección persistente en el ternero neonato. Los animales con viremia persistente pueden nacer como terneros débiles o pueden tener la apariencia de terneros normales sanos que pasan clínicamente desapercibidos. Algunos de estos animales pueden desarrollar posteriormente la enfermedad de las mucosas con anorexia, erosiones gastrointestinales y diarrea profusa, lo que les conduce invariablemente a la muerte. La enfermedad de las mucosas puede producirse solo en animales infectados persistentemente (OIE, 2003).

La infección fetal se puede determinar mediante la detección del virus en los tejidos fetales por aislamiento viral, reacción en cadena de la polimerasa, inmunofluorescencia, inmunohistoquímica y serología, aunque esta última es de valor limitado en el diagnóstico, sobre todo si los animales están vacunados (Grooms 2006; Anderson 2007; Givens 2008).

No existe un tratamiento específico, pero pueden disminuirse las pérdidas y la duración del periodo de convalencia mediante terapia de sostén a base de astringentes digestivos y de soluciones parenterales de electrolitos. Como prevención los terneros deben ser vacunados entre 6-10 meses de edad y a las vacas no gestantes. Los animales que ya tienen la enfermedad deben ser aislados. Se deben tomar medidas sanitarias efectivas, como es la desinfección de locales, evitar las visitas, eliminar vectores, etcétera.

ORIGEN PROTOZOARIO

Neospora caninum

La Neosporosis en el ganado se asocia con parálisis neonatal, encefalomielitis y aborto entre el tercero y noveno mes de gestación, ocurre con mayor frecuencia entre el quinto y sexto mes. Neospora caninum es un parásito que se puede mantener en la vaca como una infección crónica transmitiéndose vía transparentaria al feto durante la preñez, produciendo aborto o el nacimiento de un ternero sano y congénitamente infectado en la mayoría de las veces (Barr, 1991).

El ganado también puede adquirir la infección después del parto a través de la ingestión de ooquistes que son eliminados en las heces de hospederos definitivos (perros, zorros y coyotes), pero no ocurre la transmisión horizontal por contacto entre bovinos. Los patrones de aborto que han sido descritos son de tipo endémico y epidémico, este último es menos frecuente. Las vacas que abortan por esta causa pueden tener abortos adicionales o fetos infectados en gestaciones posteriores. Los diagnósticos de fetos abortados se han reportado desde los 3 meses a fetos a término, sin embargo, la mayoría de los abortos se producen en el segundo tercio de gestación (4-6 meses) siendo una característica distintiva de esta enfermedad y por lo general los fetos presentan autólisis marcada. Un diagnóstico presuntivo es logrado por el examen patológico del feto abortado, identificación del parásito, así como el descarte de otras causas mediante exámenes microbiológicos y serológicos. Varios test serológicos están disponibles, pero un título del feto negativo no descarta la infección ni tampoco un título positivo puede demostrar que es la causa de aborto. Para el diagnóstico definitivo son utilizadas otras como inmunohistoquímica e inmunofluorescencia a partir del feto (Anderson 2007; Givens 2008).

En estudios experimentales, donde se trabaja con cultivos celulares, se ha visto que existe una variedad de agentes efectivos que actúan sobre los taquizoitos, tales como: piritexim y trimetoprim. El tratamiento es efectivo siempre y cuando se aplique antes de desarrollarse las manifestaciones clínicas severas.

ORIGEN MICÓTICO

Aspergillus fumigatus

Abortos por hongos se reportan en todo el mundo, Aspergillus fumigatus es común en el hemisferio sur junto a Morteriella wolfii. Otros patógenos incluyen otras especies de Aspergillus, Absidia spp., Rhizomucor pusillus, Rhizopus arrhizus, Pseudallescheria boydii, Penicillium spp., Candida spp. y Torulopsis spp.

El aborto se presenta de forma esporádica, con mayor frecuencia en los meses invernales y generalmente ocurre entre los 6 y 8 meses de gestación, cuando los animales se alojan en pequeños corrales y son alimentados con heno. Los hongos patógenos pueden entrar por el tracto respiratorio o gastrointestinal y luego acceder a la circulación sistémica, extendiéndose hacia los placentomas, causando el aborto de 23 a 35 días después de la infección.

El diagnóstico clínico resulta realmente complicado de efectuar, fundamentalmente por lo inespecífico de los síntomas, que hacen que el profesional clínico solo piense en un proceso de etiología fúngica en fases ya muy avanzadas de la enfermedad. En definitiva, podríamos afirmar que se trata de una serie de enfermedades que siempre van a precisar de la ayuda de laboratorio para poder llegar a su diagnóstico definitivo. El diagnóstico de aborto micótico requiere lesiones compatibles en la placenta o el feto, además de la demostración microscópica o aislamiento de los hongos (Knudtson, 1992; Anderson, 2007; Givens 2008).

REPERCUSIONES SOBRE LOS PARÁMETROS REPRODUCTIVOS

Los índices reproductivos son indicadores del desempeño reproductivo del hato. Los índices se calculan cuando los eventos reproductivos del hato han sido registrados adecuadamente. Estos índices nos permiten identificar las áreas de mejoramiento, establecer metas reproductivas realistas, monitorear los progresos e identificar los problemas en estadios tempranos. Los índices reproductivos sirven para investigar la historia de los problemas. La mayoría de los índices para un hato son calculados como el promedio del desempeño individual (Ortiz, 2005)

Los principales indicadores utilizados normalmente para definir el estado reproductivo de un hato son: el intervalo entre partos, los días abiertos, la tasa de concepción, el número de servicios por concepción, el intervalo entre servicios, la eficiencia en la detección de calores, los días entre el parto y la primera inseminación y la edad al primer parto.

En ganado de leche

En la tabla 2 se muestran los parámetros reproductivos en bovino de leche.

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Es importante destacar que los bovinos en producciones lecheras son propensos al contagio de diferentes agentes patológicos debido al poco espacio entre animales y el contacto constante con fluidos corporales.

En el sector ganadero, las pérdidas económicas son grandes: disminuye la producción de leche hasta 30%, retrasa la tasa de crecimiento de los becerros, aumenta días abiertos e intervalo entre partos. Una vez que se da la recuperación del tracto reproductivo y está listo para una nueva gestación se debe proveer de una nueva dosis de inseminación artificial causando un impacto económico grave sobre la producción (Romero, 2011; Méndez, 2015).

En ganado de carne

En la tabla 3 se muestran los parámetros reproductivos correspondientes a ganado para producción cárnica en México del año 2013 al 2015 (Páez, 2013).

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A pesar de que el aborto es menos común en producciones cárnicas de bovinos, es importante comprender que un aborto puede afectar de manera negativa los parámetros productivos. Dentro de estos efectos encontramos una alteración del ciclo normal de producción.

MEDIDAS A TOMAR EN CUENTA PARA EVITAR EL ABORTO BOVINO INFECCIOSO

La adopción de medidas de prevención y control son vitales para disminuir el porcentaje de animales que abortan a causa de los factores mencionados anteriormente. Dentro de estas medidas podemos implementar programas de vacunación y establecimiento de estrictas normas de cuarentena para los animales que ingresan a las distintas unidades de producción animal (Córdova, 2007).

Es importante realizar estudios epizootiológicos de las enfermedades abortivas del ganado, para asegurar bovinos libres de enfermedades y tener mayor control de la incidencia de aquellas diagnosticadas positivo.

DIAGNÓSTICO

Es necesario realizar un diagnóstico de la causa de los abortos individuales o de un brote, se debe tener presente que el porcentaje de casos en los que es posible llegar a un diagnóstico definitivo rara vez es mayor a 30-40%. Por esta razón es indispensable el manejo adecuado de datos, para maximizar las probabilidades de éxito en el diagnóstico. Un caso aislado de aborto rara vez justifica el gasto de tiempo y dinero necesarios para el diagnóstico, sin embargo, cuando el número de abortos supera el 5%, definir la causa adquiere gran importancia para el control del brote.

Es importante tener registros de las historias clínicas individuales y del hato. Se deben tener en cuenta factores como la incidencia de abortos, repetición de calores y cambios en índice de concepción pueden ser de utilidad al momento del diagnóstico. Existen enfermedades que muestran signos diferentes a aquellos relacionados al del aparato reproductor, lo que sirve al momento de un diagnóstico diferencial entre enfermedades de signología similar.

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Artículo publicado en Entorno Ganadero Agosto Septiembre 2022

Alejandro Córdova Izquierdo
Alejandro Córdova Izquierdo
Médico Veterinario y Zootecnista. Posgrado de Maestría en Biología de la Reproducción y Doctorado en Reproducción Animal en el área de la conservación seminal y fecundación in vitro Por la Universidad Complutense de Madrid, España. Profesor-Investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X) de la Ciudad de México desde 1980. Profesor con Perfil deseable en el Programa de Mejoramiento del Profesorado de la Secretaría de Educación Pública de México. Colaborador durante estancia sabática 2012 y 2013 como Profesor-Investigador de Tiempo Completo en la División Académica de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México en donde imparte las asignaturas de Fisiología de la Lactación; Reproducción Animal Especializada; Comportamiento, manejo y Bienestar Animal; Farmacología y Toxicología Veterinaria y Clínica de Bovinos. Certificado en Clínica Reproductiva de Bovinos y Cerdos por el Consejo Nacional de Educación Veterinaria (CONEVET). Líder del Cuerpo Académico Salud y Bienestar Animal y responsable del Proyecto de Investigación uso de antioxidantes en la conservación del semen de cerdo en la UAM-X, colaborador en diversos proyectos de investigación de Universidades de la República Mexicana y ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. Ha publicado más de 100 artículos científicos y de divulgación en revistas indexadas y de divulgación; ha participado en eventos nacionales e internacionales. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) México. Tiene publicado varios libros y varios capítulo relacionados con temas de Ciencias veterinarias.
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