Uso de granos de cereales enteros en la alimentación de aves

MVZ. María de Lourdes Angeles
Investigador del Centro Nacional de Investigación Disciplinaría en Fisiología y Mejoramiento Animal-Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias. Ajuchitlán, Querétaro, México

Dr. Sergio Gómez Rosales
Investigador del Centro Nacional de Investigación Disciplinaría en Fisiología y Mejoramiento Animal-Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias. Ajuchitlán, Querétaro, México
Profesor en el Programa de Maestría y Doctorado en Producción y Salud Animal de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán – UNAM.

1. VALOR NUTRIMENTAL DEL GRANO DE SORGO EN AVES

Con 56 millones de toneladas anuales el sorgo (Sorghum bicolor L. Moench) ocupa el quinto lugar en la producción mundial de cereales, después del trigo, arroz, maíz y cebada (Taylor et al., 2006; Wong et al., 2009). México es considerado uno de los principales países productores de sorgo (7.8 millones de toneladas) en el mundo (USDA, 2015). A nivel nacional el principal productor es el estado de Tamaulipas, seguido de Guanajuato, Sinaloa y Michoacán, aportando más del 78% de la producción total del país (SIAP, 2015). Los cultivos de sorgo pueden adaptarse a diferentes condiciones agroecológicas (tipos de suelos) debido a su rusticidad, resistencia a los factores climáticos adversos y menor necesidad de agua comparado con los cultivos de maíz (Gómez et al., 2009; Selle et al., 2010).

Dadas las ventajas del sorgo, su producción es estratégica en varias partes del mundo y en lugares donde otros cultivos tienen rendimientos más pobres o su producción no es factible, es una de las mejores opciones para la alimentación animal. Por otra parte, debido a la disminución de las reservas mundiales de grano, por efectos del calentamiento global, se espera que en el futuro próximo los cultivos más resistentes al calor como el sorgo, se puedan usar mayoritariamente aún como fuente de alimento para los seres humanos (Selle et al., 2010; García et al., 2013).

No obstante, las bondades del sorgo, se ha visto que dietas para pollos de engorda y gallinas de postura formuladas con base en sorgo, se han asociado con una producción inconsistente, que incluso llega a estar por debajo del nivel óptimo. Por un lado, esto se debe a que el sorgo tiene una calidad nutricional ligeramente menor a la del maíz, y por otro lado, a que presenta algunos componentes químicos que pueden influir negativamente en sus propiedades nutritivas como las kafirinas, que son proteínas de baja solubilidad, fitatos y taninos condensados (Ramírez et al., 2005; Selle et al., 2010; García et al., 2013).

3.1. Composición nutrimental del grano de sorgo.

En el Cuadro 1 se presenta el contenido de proteína y de algunos aminoácidos esenciales del maíz y sorgo, destacándose el contenido total, el coeficiente de digestibilidad y el contenido de lisina, metionina y treonina digestible en tres maíces amarillos que presentaban contenidos crecientes de proteína cruda (PC) y dos sorgos con diferente nivel de taninos y de PC. Se observa que el contenido de PC, en promedio, es mayor en los sorgos; pero tanto el contenido total, el coeficiente de digestibilidad y el contenido de lisina, metionina y treonina digestibles son mayores en el maíz, comparados con el sorgo. En adición a lo anterior, el contenido de EMV reportada por el NRC (1994) es de 3,470 kcal/kg y 3,376 para el maíz y el sorgo, respectivamente. Esto significa que, en promedio, el maíz aporta 30, 31 y 23% más de lisina, metionina y treonina digestibles que un sorgo bajo en taninos, y aporta 2.8% más EMV que el sorgo.

Para entender mejor el menor valor nutricional del sorgo, en comparación con el maíz, es importante revisar la composición química de este cereal. En general, la composición química del sorgo es similar a la del maíz, excepto por un menor contenido de aceite. Pues el grano de sorgo está compuesto de tres partes importantes: una capa externa o pericarpio (6-8%), un tejido de almacena- miento o endospermo (75-84%) y el germen (10-17%).

La capa externa, pericarpio o epidermis contiene poca proteína y cenizas, y alta cantidad de fibra, pigmentos y ceras (Rooney y Clark, 1968). La capa media o endospermo es la parte más grande del grano, contiene una baja cantidad de minerales y aceite; pero también contiene la mayor parte de la proteína del grano (80%), del almidón (94%) y de las vitaminas del complejo B (50-75%) (Duodu et al., 2003; Salinas et al., 2006; De MoraisCardoso y Pinheiro, 2015).

El endospermo se divide en córneo y harinoso, el primero está constituido de pequeñas células rectan- gulares largas, que son muy compactas y que contienen gránulos amiláceos y sustancias proteínicas dentro de la matriz proteínica. Por eso, el almidón contenido en estas células no está fácilmente disponible para la digestión enzimática (Chandrashekhar y Kirleis, 1988). La matriz proteínica está compuesta por una glutelina soluble en álcali y las sustancias proteínicas son prolaminas solubles en alcohol, que constituyen la mayor proporción de la proteína total del grano.

Por otro lado, el endospermo harinoso está localizado en el centro del grano y lo rodea el endospermo córneo. El almidón de la zona harinosa es más disponible a la digestión enzimática. La proporción entre el endospermo córneo y harinoso determina la textura del grano; en el grano de textura blanda el endospermo es más harinoso que córneo, y en el endospermo de textura dura la proporción de endospermo córneo (muy compacto) es mayor que en el endospermo harinoso.

Por su parte, el germen está firmemente incrustado en el grano, lo que lo hace difícil de remover durante la molienda (Rooney y Clark, 1968), no obstante, el germen contiene aproximadamente 68% de los minerales, 75% del extracto etéreo y 15% de la PC total del grano; además, es rico en vitaminas del complejo B (Wall y Blessin, 1969).

Con base en su digestibilidad, las proteínas del grano de sorgo han sido clasificadas en: albúminas, globulinas, prolaminas (proteínas de reserva también conocidas como kafirinas) y glutelinas. Las dos primeras son de mayor calidad, ya que además de ser altamente digestibles poseen un mejor perfil de aminoácidos esenciales. Las kafirinas se localizan en el cuerpo proteico del grano, son proteínas acuosas solubles en alcohol y son las más abundantes entre las proteínas del sorgo. Las kafirinas se asemejan a las zeínas del maíz, por su bajo contenido de aminoácidos esenciales como lisina, metionina, histidina y arginina, así como por sus elevados porcentajes de ácido glutámico. Las kafirinas son las últimas proteínas en ser digeridas, probablemente por la composición y estructura del cuerpo proteico en el que están localizadas (Hamaker et al., 1986). Las α-kafirinas comprenden el 80% del total de kafirinas, localizándose en la región clara interna del cuerpo proteico del endospermo; las α- y γ-kafirinas se encuentran en la zona oscura externa del cuerpo proteico. La menor digestibilidad de las kafirinas, puede ser debida a su localización interna en la matriz proteica, mientras que la menor digestibilidad de las α- y γ-kafirinas puede deberse a que contienen una alta proporción de puentes disulfuro.

La composición de la proteína cruda total del sorgo depende de la proporción de los distintos tipos de proteínas que constituyen este cereal (Mossé et al., 1988). Las diferencias en las cantidades totales y relativas de cada tipo de proteína en el grano, parecen ser resultado de la interacción de una serie de factores agronómicos, entre los que destacan la variedad, la dosis de fertilización y las condiciones ambientales durante el desarrollo de la planta (Sauer y Ozimek, 1986; Cousin et al., 1981).

CUADRO 1. Contenido de proteína y algunos aminoácidos esenciales del maíz y sorgo.

Uso de granos de cereales enteros en la alimentación de aves granos cereales enteros1

Los taninos son metabolitos secundarios del sorgo que se encuentran en la testa y el pericarpio del grano ( Jansman, 1993). Un pericarpio grueso se ha asociado con mayor contenido de taninos (Bhattacharya et al., 2011). Generalmente, en las plantas existen dos clases de taninos biosinteticamente distintos: taninos hidrolizables (ésteres de ácido gálico o ácido elágico y una molécula de hexosa en la parte central de su estructura) y los taninos condensados (proantocianidinas o procianidinas) que son catequinas, estos últimos son los únicos encontrados en los sorgos (Grootboom et al., 2014). Estos compuestos son ricos en grupos hidroxifenólicos, por lo que son altamente propensos a unirse y precipitar proteínas a través de puentes de hidrógeno, uniones covalentes, interacciones hidrofóbicas y electrostáticas (Duodu et al., 2003).

Los taninos reducen el valor nutricional de la proteína y energía del sorgo a través de diferentes mecanismos: 1) Uniéndose a las enzimas digestivas e inhibiendo su actividad hidrolítica ( Jansman, 1993). Se pueden unir a la tripsina, amilasa y lipasa e inhiben la absorción de aminoácidos al adherirse a las proteínas transportado- ras del borde de cepillo del intestino (King et al., 2000; Wong et al., 2009). 2) Formando complejos insolubles con proteínas, carbohidratos y algunos minerales, que, en consecuencia, se vuelven resistentes a la digestión enzimática (Duodu et al., 2003; Taylor et al., 2007). Los taninos se unen principalmente a las kafirinas, lo que disminuye la digestibilidad del almidón, ya que estas proteínas representan una barrera que evita la hidrólisis del carbohidrato (Wong et al., 2009; Grootboom et al., 2014). 3) Reduciendo el consumo de alimento, debido a un efecto astringente que afecta la palatabilidad, y en consecuencia, el crecimiento de los animales (Charlton et al., 2002). Además, estimulan la síntesis y secreción salival de proteínas ricas en prolina (PRP), las cuales tienen afinidad con los taninos. Además, a nivel ileal reducen la digestibilidad e incrementan la secreción de proteína endógena (Espinosa-Gómez et al., 2013; Selle et al., 2010). También se ha reportado atrofia y acorta- miento de las vellosidades ileales y degeneración de los hepatocitos (Nyamambi et al., 2007).

En algunos trabajos se ha demostrado que la digestibilidad y la eficiencia alimenticia de aves y cerdos alimentados con sorgos que contienen taninos, es 5-10% menor que los alimentados con sorgo que no contienen taninos (Mariscal-Landín et al., 2004; Selle et al., 2010). En el Cuadro 1 se observa que el coeficiente de digestibilidad de lisina, metionina y treonina en los sorgos altos en taninos fue 8, 6 y 4% menor comparado con el de los sorgos bajos en taninos. Ravindran et al. (2006) sugieren que un incremento de 0.1% en el contenido de taninos inducen una disminución de 10% en la digestibilidad de los aminoácidos. Sin embargo, en México, existe baja probabilidad de encontrar sorgos comerciales altos en taninos. Empleando un equipo NIRS (espectro- fotómetro de infrarrojo cercano), Ramírez et al. (2005) desarrollaron un modelo de predicción con 216 observaciones, del contenido de humedad, PC, FDN y taninos del grano de sorgo. Se encontró que los taninos fueron los componentes más variables, con un coeficiente de variación de 152.79% y, de acuerdo a la frecuencia relativa del contenido de taninos, el 91.7% de las muestras analizadas tuvo niveles inferiores a 1.5%, existiendo solamente un 1.86% de muestras de sorgo con valores de taninos superiores a 3.9%.

3.2. Uso de sorgo como ingrediente alimenticio en aves.

En varias publicaciones de pollos de engorda y gallinas de postura, se revisaron los efectos adversos asociados con la inclusión de sorgos altos en taninos, sobresaliendo la reducción del crecimiento, baja eficiencia alimenticia, disminución de la digestibilidad del nitrógeno y de los aminoácidos, reducción de la producción de huevo y anormalidades de las patas (Rogler y Elkin, 1991; Robertson y Pérez-Maldonado, 2006). Sin embargo, se han usado varias estrategias para contrarrestar el efecto negativo de los sorgos altos en taninos. Una de las opciones más conocida ha sido la inclusión de metionina sintética en la dieta.

Otra opción es la selección de nuevos cultivares de sorgo con bajo contenido de taninos (García et al., 2005; Rocha et al., 2008). Aunque también se han reportado varios resultados controversiales con el uso de sorgos bajos en taninos; en general, se ha encontrado una alta frecuencia de respuestas positivas al sustituir el maíz por sorgo en los alimentos de pollos de engorda. Stringhini et al. (2009) reportaron un efecto cuadrático en el peso final de pollos de engorda cuando el maíz fue sustituido por el sorgo a niveles de 21.03-21.68%, en comparación con las dietas con mayor porcentaje de sorgo; por otro lado, la inclusión de sorgo no afectó otros parámetros productivos, ni el rendimiento de la canal. Robertson y Pérez-Maldonado (2006) encontraron un mayor índice de conversión alimenticia cuando se sustituyeron el maíz por sorgo en los alimentos de pollos de engorda.

Por su parte, Santos et al. (2006) no encontraron diferencias en el desempeño productivo de pollos alimentados con dietas formuladas a base de sorgo. En un estudio reciente sobre dietas para pollos, la sustitución de 50 y 100% de maíz por sorgo, no afectó los parámetros productivos (incluida la mortalidad), rendimiento y peso de la canal y cortes (García et al., 2013). Resultados similares se reportaron previamente (Gualtieri y Rapaccini, 1999), usando dietas en las cuales se sustituyó 50 y 100% de maíz por sorgo. Estos últimos autores atribuyeron la falta de diferencias estadísticas a que el sorgo y el maíz usados, tuvieron el mismo perfil nutricional, especialmente, la concentración de EM y aminoácidos.

En el estudio de Gómez y Angeles (2016b) no se encontraron diferencias en el comportamiento productivo de pollos de engorda alimentados con dietas a base de maíz o sorgo, que incluyeron niveles crecientes de granos secos de destilería con solubles (DDGS). En gallinas de postura alimentadas con dietas basadas en sorgo se presentaron requerimientos de aminoácidos como lisina, metionina, cisteína y treonina similares a las gallinas alimentadas con dietas basadas en maíz (Angeles y Gómez, 2005; Gomez y Angeles, 2009; 2016a).

3.3. Inclusión de sorgo entero en aves.

En algunos estudios previos se ha usado sorgo entero en los alimentos de pollos de engorda y gallinas de postura, bajo sistemas de alimentación de elección libre (Mastika y Cumming, 1981; Cumming, 1984; Olver y Jonker, 1997). Por ejemplo, en el estudio de Olver y Jonker (1997) se usaron dietas formuladas con maíz o sorgo (entero o molido) para pollos de 21-56 días de edad, sin diferencias entre tratamientos en el peso final, consumo de alimento, conversión alimenticia y rendimiento de la canal; aunque el tamaño de la molleja se incrementó en los pollos que recibieron sorgo entero. Rodgers et al. (2009) evaluaron dietas peletizadas que incluyeron sorgo molido, con diferente tamaño de partícula y sorgo entero en pollos de 11-35 días de edad, encontrándose que el peso final fue similar, pero la conversión alimenticia fue menor en los pollos alimentados con sorgo finamente molido y sorgo entero; sin embargo, la EM fue mayor en la dieta con sorgo entero al compararla con los demás tratamientos.

Biggs y Parsons (2009) realizaron dos experimentos con pollos de 1-21 días de edad, en los que evaluaron la inclusión de 10 y 20% de sorgo entero en dietas basadas en maíz y pasta de soya en forma de harina. En el primer experimento la inclusión de sorgo entero redujo el peso final y la eficiencia alimenticia, pero las dietas tuvieron mayor EM en el período de 2-4 días de edad; en el segundo experimento, no se encontraron diferencias en el peso final, consumo de alimento y eficiencia alimenticia de los pollos alimentados con sorgo entero y los alimentados con la dieta control. Subsecuentemente, Jacobs y Parson (2013) encontraron que la inclusión de 20% de sorgo entero en pollos de 1-21 días de edad, no tuvo efectos en el peso final, pero aumentó el consumo de alimento y redujo la eficiencia alimenticia, al compararlos con los pollos alimentados con maíz sometido a molienda fina o gruesa; no obstante, la EM fue mayor en la dieta de los pollos alimentados con sorgo entero a los 7 y 21 días de edad, que la de los pollos alimentados con maíz.

Fernandes et al. (2013) encontraron que la inclusión de 50 ó 100% de sorgo entero en la dieta de pollos de 8-42 días de edad, no afectaron la ganancia de peso, consumo de alimento, conversión alimenticia y mortalidad en hembras y machos que fueron alojados por separado, al compararlos con pollos que consumieron dietas basadas en maíz y sorgo molido; también se observó que la inclusión de 50 ó 100% de grano de sorgo entero en la dieta, promovió un aumento significativo en el peso de la molleja y el intestino delgado.

CUADRO 2. Comportamiento productivo y peso de la canal, pechuga y molleja en pollos alimentados con sorgo molido o entero y pasta de soya.
Uso de granos de cereales enteros en la alimentación de aves granos cereales enteros3

3.4. Uso de grano entero de sorgo en pollos de engorda en México.

A continuación, se presentan resultados de varios trabajos en los que se evaluó la inclusión de sorgo entero en pollos de engorda en la Unidad Experimental Avícola del CENID-Fisiología y Mejoramiento Animal-INIFAP.

En el primer trabajo se evaluaron los efectos de la inclusión de 20% de trigo entero (20%TE) o sorgo entero (20%SE) en dietas basadas en sorgo molido (SM) o maíz molido (MM) y pasta de soya, sobre el comportamiento productivo, rendimiento en canal y peso de la molleja en pollos Ross B308, alojados en jaulas individuales desde los 24 a los 49 días de edad. Los tratamientos fueron los siguientes: 1) Dieta formulada con SM y pasta de soya, 2) Como en 1) con la sustitución del 20% de SM por sorgo entero (20%SE), 3) Como en 1) con la sustitución del 20% de SM por trigo entero (20%TE), 4) Dieta formulada con MM y pasta de soya, 5) Como en 4) con la sustitución del 20% de MM por sorgo entero (20%SE), 6) Como en 4) con la sustitución del 20% de MM por trigo entero (20%TE). Todos los alimentos fueron formulados de acuerdo con las recomendaciones de nutrientes de la estirpe de aves. No se detectaron diferencias significativas en el consumo de alimento, la ganancia de peso, la conversión alimenticia, el peso y rendimiento de la canal, ni el peso de la pechuga entre los tratamientos (Cuadro 2). El peso y porcentaje de la molleja fue mayor en los pollos alimentados con las dietas que incluyeron 20%SE o 20%TE, comparados con el de los pollos que consumieron la dieta control.

Los resultados obtenidos con el uso de sorgo entero fueron muy similares a los reportados con la inclusión de trigo entero en pollos de engorda, incluyendo el aumento en el tamaño de la molleja. Independientemente del tipo de cereal usado como base en la dieta, los pollos alimentados con dietas que incluyeron sorgo y trigo entero mostraron un comportamiento productivo similar a los pollos de los grupos Control, alimentados con dietas con sorgo o maíz molido. Estos resultados son alentadores ya que el sorgo es uno de los cultivos principales en México, por lo que es altamente disponible a precios muy accesibles, y en muchas ocasiones, por debajo del costo del maíz. En cambio, la producción de trigo es limitada en México, concentrándose principalmente en los estados del Norte del país. Debido a lo anterior, su disponibilidad es menor para consumo animal, y por tanto, su precio es mayor al del sorgo y maíz. Además, se ha documentado que el consumo de cierto tipo de trigos provoca deyecciones líquidas, ocasionando mayor humedad de las camas, y mayor proliferación de hongos.

En el segundo trabajo se evaluó la inclusión de 20% de sorgo entero (20%SE) en dietas basadas en sorgo o maíz molido y pasta de soya, ofrecidas a pollos alojados en jaulas individuales y en corrales en piso. En las jaulas individuales se usaron pollos de 21-49 días de edad. No se encontraron diferencias en el comportamiento productivo de los pollos asignados a los diferentes tratamientos (Cuadro 3).

CUADRO 3. Comportamiento productivo de pollos de engorda alojados en jaula o en piso.
Uso de granos de cereales enteros en la alimentación de aves granos cereales enteros4

En la prueba de piso se evaluaron los mismos tratamientos, pero la inclusión de sorgo entero se realizó paulatinamente de la siguiente manera: del día 20-27 de edad se incluyó 10% de SE, del día 28-35 de edad se incluyó 15% de SE, y del día 36-49 de edad se incluyó 20% de SE. Tampoco se encontraron diferencias estadísticas entre tratamientos en el comportamiento productivo ni peso de la pechuga. El peso y rendimiento de la molleja fue mayor en los pollos que consumieron las dietas con 20%SE (Cuadro 3).

Los resultados confirman los hallazgos del Exp. 1 ya que los pollos de ambos experimentos (en jaula y en piso) que consumieron dietas con sorgo entero tuvieron un comportamiento productivo similar a los pollos del grupo control. También se encontró un aumento en el peso de la molleja en los pollos alimentados con sorgo entero, lo cual coincide con los resultados del primer experimento, y otros reportes en los cuales se usó trigo o sorgo entero. Es importante puntualizar también que la respuesta de los pollos a la inclusión de sorgo entero fue independiente del tipo de grano molido usado como base (sorgo o maíz). Esto indica que el sorgo entero se puede mezclar en dietas que incluyen granos de mayor calidad como el maíz, y granos de menor calidad como el sorgo, de acuerdo a los criterios nutricionales que se mencionaron anteriormente, en especial, los relacionados al Cuadro 1. También se debe resaltar que la respuesta a la inclusión de sorgo entero fue similar independientemente de si se usó un sólo nivel a través de la prueba (Exp. 1) o se incluyó en niveles crecientes de acuerdo a la etapa productiva (Exp. 2). Sin embargo, es recomendable verificar estos resultados con pollos de menor edad, iniciando a los 8 días de edad, e incluyendo cantidades mayores de manera paula- tina hasta el final de la engorda.

En el tercer trabajo se evaluó la productividad, la retención de nutrientes y la EMA corregida a balance cero de nitrógeno (EMAn) en pollos alimentados con dietas normales y bajas en energía. Se usaron pollos de 30-48 días de edad, alojados en jaulas individuales y asignados aleatoriamente a 3 dietas. Las dietas se formularon con base en sorgo molido y pasta de soya. Los tratamientos fueron: 1) Dieta control positivo formulada con los criterios nutricionales del manual de la estirpe (Control); 2) Dieta baja en energía 1 (100 kcal de EMA/kg de alimento menos que el Control) y 20% de SE en sustitución de sorgo molido (BE1+SE), 3) Dieta baja en energía 2 que incluyó 8% de DDGS y 10% pasta de canola (BE2+SE).

La ganancia de peso, consumo de alimento, conversión alimenticia, retención de nitrógeno y energía y la EMAn fueron similares entre los tres tratamientos (Cuadro 4).

CUADRO 4. Comportamiento productivo y retención de nitrógeno, energía y EMAn.
Uso de granos de cereales enteros en la alimentación de aves granos cereales enteros5

En varios estudios realizados con pollos de engorda de diferentes edades consumiendo dietas que incluyeron trigo entero, en diferentes niveles de inclusión, se observó incremento de la EMA (Preston et al., 2000; Wu et al., 2004; Svihus et al., 2004; Biggs y Parsons, 2009). De la misma manera, en dos estudios realizados con pollos de engorda de 1-21 días de edad consumiendo dietas en harina que incluyeron 10 y 20% de sorgo entero, se observó incremento de la EMA (Biggs y Parsons, 2009; Jacobs y Parsons, 2013). En algunos estudios se han encontrado aumentos de la grasa abdominal de 5.3% (Preston et al., 2000), 12% ( Jones y Taylor, 2001) y 19% (Nahas y Lefrancois, 2001) con la inclusión de grano entero. En todos los estudios mencionados, las dietas con trigo o sorgo molido y entero se formularon con la misma concentración de EM. Los aumentos de la EMA y grasa abdominal sugieren que puede haber un aumento en la digestibilidad de la energía o mayor eficiencia en el uso metabólico de la energía en los pollos alimentados con granos enteros. Los resultados del presente estudio confirman que hay una mayor eficiencia en el uso de la energía en los pollos que recibieron dietas con sorgo entero y que fueron bajas en EMA, ya que tuvieron una productividad similar a la de los pollos alimentados con la dieta Control, con un contenido normal de EMA.

3.5. Ahorros económicos por concepto de molienda.

Con la inclusión de niveles crecientes de sorgo entero en los alimentos de pollos, iniciando con niveles de 5% en pollos de 8 días de edad, y finalizando con un nivel de 40% en pollos de 42-49 días de edad, es factible obtener una reducción de 25% del costo de molienda del grano, lo que representa ahorros entre $50.00 y $60.00 pesos por tonelada de alimento. Al reducir el contenido de EMA en los alimentos que incluyen sorgo entero se puede obtener una reducción adicional de $100.00 a $150.00 pesos, por tonelada de alimento. Considerando los ahorros mínimos, el costo por tonelada de alimento terminado que incluye sorgo entero y la reducción de 100 kcal/kg de EM es de $4,850.00 y el de un alimento normal es de $5,000.00, es decir existe un ahorro de $150.00/tonelada. Otros beneficios colaterales es la mejor respuesta inmune de las aves observándose títulos de anticuerpos vacunales mayores que las que son alimentadas con grano molido. También hay mayor vida útil del equipo de molienda.

3.6. Conclusiones sobre el uso de sorgo entero en aves.

La mayoría de los estudios realizados indican que los pollos alimentados con dietas en las que se incluye sorgo entero, tienen un comportamiento productivo similar a los pollos alimentados con sorgo molido, usando dietas peletizadas o en harina; reportándose además incrementos consistentes en el peso de la molleja de pollos alimentados con sorgo entero.
Es recomendable incluir el sorgo entero gradualmente en los alimentos, dando lugar a la adaptación de las aves, iniciando con inclusiones de un 5% de sorgo entero en pollos de ocho días de edad e incrementando paulatinamente hasta un máximo del 40% en pollos de 42-49 días de edad.

Una estrategia para aprovechar al máximo el efecto positivo de la liberación de la energía en pollos alimentados con sorgo entero, es la reducción del nivel de EMA del alimento, lo que además se puede reflejar en una disminución del costo de los alimentos y de los costos de producción de carne y huevo.

Es importante generar más información acerca de los cambios morfológicos e histológicos del tracto digestivo, con impacto en salud intestinal, y las modificaciones en la fisiología digestiva de pollos alimentados con sorgo entero.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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