Gamie Gundran,
Asesor de Incubación de Petersime
La calidad de los huevos tiene un impacto significativo en la incubabilidad y la calidad de los pollitos. Dado que el objetivo principal de un jefe de planta de incubación es producir el mayor número posible de pollitos de primera calidad, la evaluación de la calidad de los huevos fértiles debe ser una parte esencial en los procedimientos estandarizados de las plantas de incubación modernas. Los factores de calidad de los huevos se pueden dividir en dos grupos generales: externos e internos.
Este artículo presenta una vista general de los principales factores de calidad externos.
Factores de calidad externos para huevos fértiles
La buena calidad de los huevos es un requisito previo para la producción de pollitos de un día de vida sanos. Por lo tanto, es importante contar con un procedimiento de control de calidad para evaluar la calidad de los huevos fértiles entrantes. Se recomienda encarecidamente comprobar cuidadosamente la calidad externa de los huevos antes de la incubación. Puede resultar útil desglosar el proceso de control de calidad en pasos y centrarse en los siguientes factores: la forma y el tamaño del huevo, la calidad de la cáscara, la limpieza de la cáscara y el color del huevo.
1. Forma y tamaño del huevo
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de evaluar los huevos entrantes es su forma y tamaño. Un huevo fértil de buena calidad tiene una forma ovalada con un extremo grande (extremo de la cámara de aire) y un extremo afilado claramente reconocible. El huevo tiene esa forma particular porque se empuja a través del oviducto. Tampoco presenta deformidades. El índice de forma de un huevo fértil se define como la relación entre la anchura y la longitud del huevo. Por ejemplo, un huevo con una anchura de 4,2 cm y una longitud de 5,7 cm tiene un índice de forma de 74, que se considera dentro del rango de índice de forma óptimo de 72-76.
Índice de forma = (ancho dividido por longitud) × 100:
⮕ Índice de forma inferior a 72: el huevo es demasiado largo
⮕ Índice de forma superior a 76: el huevo es demasiado redondo
⮕ Índice de forma de 72 a 76: óptimo
En caso de que aumente el número de huevos deformados, se recomienda informar inmediatamente de ello a la granja de origen para que puedan investigar la posible causa, como enfermedades, alimentación desequilibrada, malas condiciones ambientales o estrés. Esto implica que la calidad de los huevos se ha visto comprometida desde un inicio por la forma en la que se pusieron, lo que ha dado lugar a una menor incubabilidad.
Los huevos irregulares difieren de las formas normales de los huevos (son demasiado pequeños o demasiado grandes, redondos en lugar de ovalados…).
2. Calidad de la cáscara del huevo
La cáscara del huevo tiene una función esencial a la hora de proporcionar un entorno sellado y protegido en el que el embrión crezca, a la vez que permite la transferencia de gases y agua, algo vital para el desarrollo del embrión. Por lo tanto, es importante que la cáscara del huevo sea fuerte y esté intacta. Si los huevos presentan las siguientes deficiencias, no deben incubarse bajo ningún concepto:
- Cáscara fina
- Cáscara con depósito de calcio (manchas blancas de forma irregular en la cáscara)
- Cáscara arrugada
- Cáscara moteada (zonas translúcidas)
- Cáscara agrietada (microfisuras o cualquier otro tipo de grietas)
Los huevos con cáscara moteada muestran zonas translúcidas.
Las cáscaras moteadas, por ejemplo, facilitan la entrada de bacterias en el huevo que afectan a la incubabilidad. Para cuantificar el efecto negativo de esta deficiencia, Petersime ha llevado a cabo un ensayo. En una planta de incubación determinada, alrededor del 12,6 % de todos los huevos entrantes tenían una cáscara moteada. Se incubaron 1.050 huevos afectados junto con huevos normales del mismo lote. Los resultados del ensayo demostraron que los huevos con cáscaras moteadas presentaban:
- Un aumento de la contaminación (consulte la figura 1)
- Más grietas (consulte la figura 1)
- Mayor mortalidad en todas las fases de incubación, así como más descartes (consulte la figura 2)
Las cáscaras anormales pueden ser el resultado de una nutrición inadecuada (falta de calcio, fósforo o vitamina D), enfermedades o mala condición física de la gallina. El grosor de la cáscara también depende de la edad del lote: a medida que la gallina envejece, sus huevos se hacen más grandes, lo que significa que la proporción de calcio por huevo disminuye y hace que la cáscara del huevo sea más fina.
La prueba más común para el grosor de la cáscara es una prueba de gravedad específica que utiliza el método del baño de sal.
Se preparan varios baños de sal de diferente gravedad específica (concentraciones de sal que van de 1,060 a 1,090 en incrementos de 0,005). La gravedad específica de la solución en la que flota un huevo es la gravedad específica del huevo. Los huevos se meten primero en la bañera con la concentración de sal más baja. Se registra la estimación de gravedad específica para los huevos que flotan. Los huevos que se hunden se retiran y se colocan en la siguiente bañera hasta que se haya registrado que todos los huevos flotan.
Los ensayos anteriores han revelado que los huevos con valores de gravedad específica entre 1,070 y 1,085 indican una buena calidad de la cáscara y, en general, ofrecen mejores resultados de incubabilidad. Durante estos ensayos, la gravedad específica también demostró ser un factor más determinante para alcanzar unas tasas de incubabilidad altas que la pérdida de peso de los huevos durante la incubación. En otras palabras, una buena calidad de la cáscara del huevo es fundamental para el éxito de la incubación y el nacimiento.
3. Limpieza de la cáscara del huevo
Es importante utilizar solo huevos limpios para la incubación. Un huevo sucio puede ser un signo de contaminación y nunca debe incubarse:
- Una cáscara que tiene suciedad o material extraño adherido a su superficie
- Una cáscara manchada de sangre
Además, un huevo que parece «limpio» puede tener ciertas bacterias que cubren su cáscara. El uso de luz ultravioleta revelará el verdadero estado de la cáscara del huevo.
Los mismos huevos con luz normal (izquierda) y con luz ultravioleta (derecha). La luz ultravioleta revela que limpiar la suciedad de la superficie de la cáscara ha causado daños en la cutícula, la primera defensa del huevo frente a las bacterias invasoras. Esto hace que los huevos sean más susceptibles a la contaminación bacteriana.
4. Color del huevo
Aunque el color del huevo es un rasgo específico de la raza y está influenciado por el alimento que recibe la gallina, también nos aporta cierta información sobre la calidad de los huevos fértiles. En general, es importante que el color de los huevos del lote sea uniforme. Cuando se habla específicamente de huevos marrones, es bien sabido que los lotes más viejos de gallinas ponen huevos más pálidos en comparación con los lotes más jóvenes, pero un aumento en el número de huevos pálidos en un lote de huevos entrantes también puede indicar que las gallinas sufren enfermedades o estrés, lo que afecta a la pigmentación de la cáscara durante la formación de los huevos.
Aparte de estos puntos, el impacto del color del huevo en la calidad del huevo se considera pequeño.
Conclusiones
No confíe a ciegas en la calidad de los huevos. Es necesario evaluar la calidad externa de los huevos de forma periódica y tomar medidas para lograr las mejoras necesarias. El tipo de información recopilada durante el control de calidad debe utilizarse como mecanismo de retroalimentación para la granja de reproductoras a fin de mejorar el rendimiento, o como una detección temprana de posibles problemas que puedan tener un mayor impacto más adelante en el proceso de nacimiento.
Los factores de calidad internos más importantes para ayudarle a evaluar la calidad interna de los huevos se tratarán en un artículo que publicaremos más adelante este mismo año.
Fuente:petersime.com
