Enfrentando ciclos productivos cada vez más largos.

MVZ. Marcelo C. Ricci.
Consultor avícola Independiente. Argentina.
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La genética y productividad de las líneas genéticas de ponedoras de huevo comercial han mejorado en una forma increíble en los últimos 20 años. Actualmente las ponedoras están capacitadas para:

Producir más de 420 huevos por gallina alojada a las 90 semanas de vida.
Realizando una pelecha, entre las 80 y 95 semanas de vida, pueden superar los 550 HAA con 120-125 semanas y los 625 HAA a las 133 semanas de vida.

Han aumentado su producción en el primer ciclo en más de un huevo por año, durante los últimos 20 años, con excelentes picos de producción, persistencia notable y mejoras en conversión, viabilidad y calidad de los huevos producidos, que incide directamente en la cantidad y calidad de los huevos vendibles.

Esto motiva que estas aves, de potencial productivo excepcional, precisen de toda nuestra atención: manejo en crianza y producción, condiciones de confort, bioseguridad, seguimiento continuo, sanidad y nutrición deban optimizarse, para poder alcanzar la excelencia.

Si revisamos los avances en ponedoras de huevo blanco en los últimos 20 años veremos que:

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Las aves han mejorado muchísimo su potencial productivo, incrementando el total de huevos producidos y la masa de huevo acumulada, al mismo tiempo en que en líneas generales (con variaciones entre las distintas líneas genéticas) han ido reduciendo su peso corporal y consumo.

Como se puede observar en la gráfica, la mayor diferencia está dada por la mejora obtenida en la persistencia de la producción, produciendo huevos de buena calidad.

Al mismo tiempo, debemos tener en cuenta que las aves tienen menor peso y por lo tanto requieren recibir un excelente trato durante todas las etapas de su vida, y sin lugar a ninguna duda, precisamos contar con una bioseguridad lo más perfecta posible, para que no sean afectadas por enfermedades que afecten su bienestar, viabilidad, consumo y productividad.

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Ante todo, debemos recibir pollitas BB sanas, de buena calidad, y darles todos los elementos necesarios para un buen inicio de su vida, logrando los incrementos de peso correctos para que se vaya formando el ave con la que vamos a contar durante el período productivo.

Debemos tener todo preparado correctamente desde antes que ingresen las pollitas a las instalaciones de crianza. Por lo tanto, la pre recepción es fundamental. La sala, agua, alimento e implementos deben estar preparados con anterioridad. Todo listo, aguardando su llegada.

Una vez ingresadas, las pollitas deben tener acceso adecuado al agua y alimento. En caso de ingresar pollitas de linajes rojos, especialmente en instalaciones cerradas, debe ponerse especial atención a la iluminación de las fuentes de agua, para que todas las pollitas las encuentren.

Cuanto antes comiencen a consumir alimento y agua, mejor va a ser el desarrollo intestinal, inmunitario y del ave en su conjunto, lográndose una mejor absorción de la yema.

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Los primeros días de vida, alimentos presentados como migajas o micropelets, van a favorecer una mejor presión del alimento, y un mejor desarrollo inicial, con mejor uniformidad. Habitualmente con unos 100 g/ave, de esta clase de alimento se obtienen buenos resultados.

El objetivo principal, entonces, es lograr que las aves tengan un desarrollo correcto del sistema inmunológico y digestivo, con las tasas de crecimiento que proponen las líneas genéticas a las 5 semanas de vida. Esto va a repercutir positivamente en la producción a lo largo de toda la vida.

Enfrentando ciclos productivos cada vez más largos. Enfrentando ciclos productivos 8Programa sanitario

Debemos proteger adecuadamente a las aves. Implementar un programa de bioseguridad efectivo contribuirá a obtener un adecuado grado de protección. Al formular el programa:

  • Hacer una evaluación del desafío real y potencial al que pueden estar expuestas las aves.
  • Aunque un problema no esté presente en la granja, si su ocurrencia implica una situación grave, que afecte viabilidad y/o producción, debe ser tenido en cuenta al momento de formular el programa sanitario.
  • Si se compran recrías externas, deberán tener un programa de vacunación efectivo para la granja de destino.
  • La protección debe lograrse sin interferir con el normal desarrollo corporal de las aves.
  • Proteger a los consumidores, previniendo enfermedades que puedan transmitirse por el huevo.
  • Si es necesario, deben realizarse revacunaciones en producción.

Dentro de las maniobras que realizaremos durante la crianza de las aves, es fundamental que se realice correctamente el tratamiento de picos (despique). Lo ideal es realizarlo antes de la 5ª. semana de vida. El despique infrarrojo en planta de incubación es una alternativa válida, especialmente cuando se trabaja en casetas de luminosidad controlada.

Lo importante es que no queden filos, ni aristas, y que el ave pueda consumir alimento y agua sin dificultades, disminuyendo la ocurrencia de picaje de cloaca en producción. Nunca debe realizarse entre las semanas 6 y 12, porque en este las aves van a estar conformando su sistema músculo esquelético, con el mayor crecimiento de hueso estructural (cortical y trabecular).

A partir de la semana 12-13 las aves van a comenzar a depositar grasa, y debemos evitar que ese engrase sea excesivo, comenzando también a partir de la semana 14 la maduración de las aves y el desarrollo del aparato reproductivo.

Debemos evitar la inyección de vacunas oleosas bacterianas muy reactivas después de la semana 15, para no interferir con el desarrollo reproductivo y la formación de hueso medular, que va a colaborar en el mantenimiento de la producción de huevos, al dar disponibilidad diaria de calcio en la etapa productiva, colaborando en la formación de la cáscara.
Nutrición

Debemos ir ajustando la formulación de los alimentos, de acuerdo con los requerimientos de las aves durante toda su vida, en la crianza y en la etapa de producción. No solo es importante la composición de la ración en sí misma, sino el tamaño de las partículas.

Debemos lograr un buen desarrollo digestivo, incluyendo un buen desarrollo de la molleja, que permite al alimento entrar en contacto con el ácido clorhídrico producido en el proventrículo y diversas enzimas, ya sea gástricas como duodenales. Esto lo realiza mientras va trabajando mecánicamente sobre el alimento hasta que las partículas son capaces de llegar al duodeno. El adecuado aporte de fibras insolubles y el tamaño de las partículas son esenciales para una buena digestión.

Resumiendo lo presentado hasta ahora:

  • Lograr un correcto incremento semanal de peso, siguiendo la curva esperada de crecimiento. Si se puede, buscar pesos un 5-10% por encima del standard.
  • Lograr los pesos de 5 y 16 semanas, especialmente este último con buena uniformidad.
  • Evitar, de ser posible, maniobras que afecten el consumo de alimento entre las 6 y 12 semanas de vida, porque interferirán con el desarrollo esquelético de las aves.
  • El plan de vacunación debe completarse, al menos una semana antes del traslado. Evitar maniobras que atrasen la maduración de las aves y formación de hueso medular.
  • El traslado, deberá realizarse entre las 15 y 16 semanas de vida. No debe faltar alimento en ningún momento. La crianza y crecimiento no finalizan en la granja de recría. Cuidar las aves durante el traslado y a la llegada a la granja de postura. Ver que las aves se adapten bien a los bebederos y su nuevo entorno.
  • Trasladar tarde implica perder huevos e interfiere con la formación de hueso medular, afectando la producción completa del lote y la calidad de cáscara en etapas tardías.

Enfrentando ciclos productivos cada vez más largos. Enfrentando ciclos productivos 4UN CORRECTO DESARROLLO DE LOS HUESOS ESTRUCTURALES, CON DEPOSICION CORRECTA DE CALCIO MEDULAR VA A PERMITIR UNA PRODUCCION PROLONGADA SOSTENIDA, CON BUENA CALIDAD DE CASCARA HASTA EL FINAL DEL CICLO.

La estimulación lumínica, para iniciar y sincronizar la producción de huevos debe ser gradual. No deben estimularse las aves hasta que hayan alcanzado, al menos en el caso de gallinas blancas, los 1200 g de peso, con uniformidad por encima del 80%.

El total de horas de luz que vamos a alcanzar variará entre 14 y 16 horas. Puede ser de ayuda suplementar luz a medianoche (Supercena), durante 1 o 2 horas, separadas 3 horas del final del día para las aves y del inicio del mismo, ya sea para dar más tiempo de consumo o para que puedan consumir alimento con su contenido de calcio, que pueda estar disponible en horas en que se está terminando de formar la cáscara del huevo.

La intensidad de la luz no debe ser excesiva.

Si bien, hay alguna variación entre las distintas líneas genéticas, para sostener la producción, es suficiente con mantener la intensidad de la luz entre 10 y 30 lux, siendo de preferencia que en producción reciban luz cálida.

En Casetas abiertas, debemos reducir la luminosidad externa, para mejorar la viabilidad y así poder llegar a los objetivos productivos.

Volviendo a la nutrición, es importante al final de la crianza o cuando trasladamos las aves a producción, utilicemos fórmula de prepostura. La misma aportará más calcio, en el período que el ave está formando hueso medular y permitirá también que las aves se vayan adaptando a un mayor consumo de partículas de mayor tamaño de calcio. Usualmente damos esta fórmula durante 1-2 semanas. Nunca debemos preparar este alimento en exceso de cantidad, porque en cuanto veamos los primeros huevos tendremos que pasar a fórmulas de postura.

Habitualmente en postura estamos utilizando al menos 3 fórmulas distintas, y las mismas deben actualizarse, de acuerdo con la evolución de la producción, el peso de huevo, el peso corporal y los objetivos propuestos en tamaño de huevo. Respetar los perfiles nutricionales de cada línea genética, pero sin dejar de observar qué es lo que está ocurriendo con nuestras aves.

Enfrentando ciclos productivos cada vez más largos. Enfrentando ciclos productivos 5Es muy importante:

  • Utilizar materias primas controladas, de buena calidad, analizándolas periódicamente, incluyendo el estudio de micotoxinas.
    La granulometría debe ser adecuada, tanto en materias primas como en el calcio.
    Ajustar formulaciones con el nutricionista, por costo, disponibilidad y calidad de las materias primas que están utilizando, en concordancia con los objetivos de producción.
  • Hacer controles de mezclado al menos c/3 meses.
  • Utilizar preventivamente secuestrantes. Puede ser necesario utilizar desdobladores de toxinas o secuestrantes de amplio espectro.
  • Realizar análisis fisicoquímico y bacteriológico del agua, al menos cada 6 meses.

El hígado es esencial para la vida y para la producción, participando en:

  • Metabolismo de las grasas.
  • Metabolismo de hidratos de carbono y proteínas.
  • Metabolismo mineral.
  • Metabolismo vitamínico, activación de la vitamina D3.
  • Desintoxicación del organismo.

Las aves actuales, logran sostener ciclos de producción de hasta 80 semanas seguidas.
Por ese motivo el funcionamiento hepático debe ser conservado, para superar el desafío de mantener posturas diariamente, que es una situación extrema de stress metabólico en el organismo de las aves.

Cada huevo representa un gran esfuerzo:

  • 7,7 gramos de proteínas.
  • 7 gramos de lípidos.
  • 2 gramos de calcio.
  • 40 gramos de agua.

Por esto, resulta imprescindible mantener la salud hepática y llegado el caso, utilizar protectores y reconstituyentes de los tejidos nobles del hígado. Alcanzar edades avanzadas, con la alta productividad actual es una meta exigente para las aves. A medida que avanzan en edad, naturalmente van perdiendo calidad interna y externa de los huevos producidos. Los genetistas han trabajado arduamente para mejorar esta situación.

Enfrentando ciclos productivos cada vez más largos. Enfrentando ciclos productivos 6Hay muchas causas de deterioro de la calidad de cáscara:

  • La edad de las aves: La absorción y aprovechamiento del calcio disminuyen con el paso de las semanas. A mayor tamaño del
  • huevo son más frágiles y tienen más problemas.
  • Causas nutricionales.
  • Causas infecciosas; Micoplasmas, bronquitis infecciosa, EDS, neumovirus, etc.
  • Problemas tóxicos. Micotoxinas y otras sustancias tóxicas.

Causas de manejo.

Las micotoxinas:

  • Disminuyen el aprovechamiento de los nutrientes.
  • Afectan morfología y funcionalidad intestinal.
  • Ciertas micotoxinas disminuyen la diversidad de la microbiota, favoreciendo el daño intestinal (ochratoxina A, Fumonisina).
  • Muchas ocasionan daño hepático, afectando la producción de huevos y alterando la matriz sobre la que ocurre la deposición de calcio de la cáscara, por la reducción de la producción de proteínas específicas.
  • Pueden interferir con la formación de vitamina D3 activa.
  • Afectan la coloración de la cáscara.

Resulta imprescindible que contemos con materias primas de buena calidad y en el caso en que sea necesario, utilizar secuestrantes con amplio espectro de neutralización de toxinas.

En situaciones en que se altere la composición de la microbiota, suele ser de ayuda agregar ácidos orgánicos, prebióticos y probióticos.

En el uso de probióticos, debe entenderse que la biología de cada grupo microbiano es diferente, por lo cual la estrategia de uso variará, de acuerdo al producto que elijamos para recomponer la microbiota benéfica.

Adicionalmente:

Mantener los niveles de calcio y fósforo, de acuerdo a lo que indica cada línea genética, en función al consumo y edad del ave.
Es importante que haya un aporte adecuado de minerales traza, que participan en la formación de la matriz sobre la que precipitan las columnas de carbonato de calcio: Zinc, Cobre, Manganeso, Selenio. El uso de minerales orgánicos es una buena opción, al minimizar interferencias en la absorción.

  • El aporte de Vitamina D, debe ser adecuado. Es conveniente usar Vitamina D activa.

Es muy importante recordar que:

  • Mientras mayor sea la proporción de calcio que ingrese en forma directa desde el tracto digestivo y llegue al torrente sanguíneo, mejor será la calidad de la cáscara.
  • A mayor uso del calcio del hueso medular y estructural, que pase a sangre para participar en la formación de la cáscara, peor será su calidad y dará origen problemas asociados con este exceso metabólico, como lo son el aumento de prolapsos y aves con fatiga de jaula, con el consecuente aumento en la mortandad.

Entonces podemos hacer una síntesis de los factores clave a atender, para alcanzar los objetivos propuestos de producción en cantidad y calidad hasta edades avanzadas:

  • Iniciar producción a las 17-18 semanas de vida.
  • Alcanzar el 90% de postura entre las 22 y 24 semanas de vida, manteniendo los niveles de postura por encima del 90% al menos por 30 semanas, con buena viabilidad (no mayor al 0,15% semanal acumulada a las 90 semanas de vida).
  • Controlar enfermedades clínicas y subclínicas tanto en recría como en producción. Sanidad intestinal para control de patógenos y mejor absorción de nutrientes.
  • La nutrición debe estar al servicio de las aves y los objetivos productivos propuestos.
  • No tener “accidentes” de ninguna clase: ni de manejo, ni sanitarios, ni nutricionales.

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Concluyendo:

El objetivo productivo de superar los 375 huevos por gallina alojada a las 80 semanas de vida, no solo es posible, sino que cada vez se logra con mayor frecuencia. Es clave para esto que contemos con bioseguridad, dado que cualquier problema sanitario ocasionará pérdidas.

Desde el punto de vista genético, las aves están preparadas para producir por encima del 75% ave/día, hasta las 95 semanas de vida y más, con huevos vendibles, de buena calidad, y es posible lograrlo en todos los sistemas productivos: jaulas convencionales ya sea piramidales o en batería, jaulas enriquecidas, a piso o en aviarios.

Para conseguirlo, hay que respetar las necesidades de las aves, durante toda su vida, desde antes de recibirlas hasta la salida del lote, siendo el seguimiento a llevar continuo, dado que estas aves, que productivamente son las mejores de la historia, no admiten ninguna distracción.

Por lo tanto, la comunicación entre todos los miembros de la cadena de producción es fundamental y debe ser fluida: dueños, personal de granja, veterinarios y nutricionistas.

El grado de compromiso será determinante para lograr el éxito en los objetivos planteados, todos debemos involucrarnos y trabajar en equipo.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Diciembre Enero 2023

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