Javier Septien Prieto
SEPHNOS
La eficiencia productiva del pollo de engorde se ha incrementado de forma exponencial en los últimos 15 años, gracias en gran medida a mejoras en la genética, manejo, nutrición y un preciso control ambiental.
Basta mencionar como ejemplo que en el año de 1985 los pollos necesitaban 49 días para alcanzar un peso de 1.9 kg, mientras que hoy con esa misma edad se aproximan a los 3.6 kg de peso vivo.
El progreso genético ha logrado que los pollos requieran 1 día menos cada año para alcanzar el peso objetivo y se estima que esta tendencia se mantenga durante los próximos 15 años. Como consecuencia, una correcta alimentación durante los primeros 10 días de vida cobra una suprema relevancia ya que este periodo significa de 25% hasta un 30% del promedio de vida de un pollo comercial.
Existe información científica y obtenida del campo, donde se ha encontrado una correlación directa entre el peso del pollo a los 7 días de edad y el peso al final de la parvada. Se estima que 10 g de peso extra a los 7 días de edad representan de 60 g a 80 g más de peso a los 47 días de edad, o sea que una parvada de 30,000 pollos al final de la parvada tendría un extra-peso entre 1,800 kg hasta 2,400 kg.
Es por ello, que un objetivo actual de la industria avícola es conseguir quintuplicar el peso durante los primeros 7 días de edad con un consumo mínimo de 165 g de alimento.
Para lograr pesos superiores a los 210 g durante la primera semana se requiere de un buen alimento ya sea pre-iniciador o un iniciador junto con el apoyo de comederos de recepción TURBO para pollitos, en una densidad de 70 a 75 aves por comedero, con el apoyo de los comederos automáticos.
No hay que olvidar que el consumo de agua es sumamente importante, ya que el pollo que no se hidrata es un pollo que no consume alimento. El uso de vitroleros podrían ser de gran ayuda durante los primeros 3 días de vida como apoyo a los bebederos de nipple.
Existen muchos otros factores a considerar, por mencionar algunos, el aislamiento en techos y paredes, la profundidad de cama, la calefacción, y ventilación, entre otros, que son parte del engranaje de la maquinaria para lograr aprovechar el potencial genético de las aves.
El pollito al llegar a la granja requiere de forma inmediata el comer y beber para empezar a madurar el sistema gastrointestinal. Sin embargo, diversas experiencias de campo indican que suministrar el alimento en comederos de iniciación educa mejor a los pollos a no comer del piso por lo que se logra un mejor desarrollo y salud intestinal.
Las nuevas restricciones sobre el uso de antibióticos dejan una ventana de oportunidades para que los microorganismos puedan causar daño en el aparato gastrointestinal, es por esto, que restringir el consumo de alimento suministrado en el piso sería una medida adecuada en pro de la integridad intestinal, por lo que los comederos de recepción son la herramienta idónea para alimentar a los pollitos de manera sana y segura.
Hoy en día, las casetas que se construyen en México son cada vez más tecnificadas e incluso algunas están al nivel de construcción y equipamiento que las de Estados Unidos o algunos países europeos donde la producción ha alcanzado una gran tecnificación. Es por esto, que empieza a cambiarse la forma de uso de los comederos manuales por los comederos automáticos para la recepción de pollito, los cuales se colocan entre comederos automáticos para evitar el llenado manual y de esta manera podamos utilizar de mejor manera la mano de obra del casetero en la supervisión del buen funcionamiento de los equipos y para estimular a los pollos a comer. Una caseta totalmente tecnificada debería automatizar el período de recepción lo más posible, ya que es el más importante para el desarrollo de todos los sistemas y la obtención de una buena conformación corporal en la parvada.
La mano de obra será cada vez más escasa tanto por la competencia con otras empresas como por el cambio de mentalidad generacional donde los jóvenes ya no quieren trabajos de campo. La única solución es automatizar todos los sistemas y que una sola persona pueda manejar adecuadamente de 100,000 a 120,000 pollos. Además, al disminuir el personal, evitamos los riesgos sanitarios.
Los comederos de recepción de pollito seguirán siendo en el futuro una herramienta fundamental y de apoyo a los comederos automáticos para la obtención de mejores resultados en la producción avícola.
Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Abril- Mayo 2020
