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Muchos problemas comunes de ensilado son consecuencia de dos desafíos comunes:
- Mala fermentación durante un proceso de ensilado prematuro
- Deterioro aeróbico durante la extracción del alimento
El inoculante forrajero adecuado puede ayudar a abordar cada una de estas preocupaciones.
Mala fermentación
Para poder asegurar una fermentación rápida y eficiente, use un inoculante comprobado que proporcione una caída rápida del pH. Esto permite preservar el valor máximo de nutrientes y reduce la actividad de microbios indeseables, disminuyendo así el potencial de deterioro del ensilado en la etapa de extracción del alimento. La bacteria ácido láctica Pediococcus pentosaceus 12455, proporciona una fermentación eficiente y rápida alimentada por azúcares generados por enzimas específicas de alta actividad.
Deterioro aeróbico
El deterioro aeróbico durante la extracción del alimento se está convirtiendo en un problema de importancia que los productores enfrentan en sus ensilados. Siempre que el ensilado se calienta, el valor nutritivo disminuye y surge el potencial adicional de que crezcan microbios oportunistas, como los mohos, y que se desarrollen toxinas.
En la mayoría de los casos, la inestabilidad aeróbica (o calentamiento del ensilado) es ocasionada por las levaduras asimiladoras de lactato. Además, las poblaciones naturales de levadura en los cultivos durante la cosecha pueden ser muy altas, por lo que las cantidades residuales en el ensilado pueden representar un problema.
Las levaduras necesitan oxígeno para desarrollarse. Durante la extracción del alimento, cuando el ensilado vuelve a exponerse al aire, estas levaduras de descomposición se “despiertan” y pueden crecer con rapidez, produciendo calentamiento, descomposición y pérdidas del alimento. Un buen manejo de la extracción del alimento será de utilidad.
Los productores pueden utilizar también un inoculante comprobado por la investigación para evitar el calentamiento al extraer el alimento. El ensilado inoculado con Lactobacillus buchneri NCIMB 40788 será más resistente al calentamiento y al deterioro ya que este microorganismo reduce drásticamente los niveles de levadura. La aplicación de L. buchneri 40788 a una dosis mínima de 400.000 UFC por gramo de ensilado o 600.000 UFC por gramo de maíz de alta humedad (HMC), ha sido examinada de manera específica por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) y se le permite afirmar que mejora la estabilidad aeróbica.
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