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Las pérdidas en el ensilado son inevitables. Sin embargo, los productores pueden cambiar la magnitud de estas, pues algunas pueden prevenirse.
Si puede reducir la merma, evitará grandes gastos. El ensilado con un alto grado de merma o deterioro no solo tendrá menos tonelaje total para la alimentación, sino que además tendrá menor calidad nutricional.
Hay dos grandes oportunidades para controlar las pérdidas: antes de ensilar y durante la alimentación.
Al cosechar
Cosechar en el momento adecuado de madurez y contenido de materia seca es clave para minimizar las pérdidas. Picar el forraje a un tamaño de partícula adecuado será fundamental para que el trabajo de compactación sea exitoso.
Al ensilar
Una vez que el forraje llega a la estructura de almacenamiento, es necesario sacar el oxígeno de la masa de forraje antes de que tenga lugar la fase fermentativa activa. La compactación hermética del forraje es uno de los factores más importantes (y más ignorados) a la hora de hacer un buen ensilado.
Confiar únicamente en la población natural de microorganismos de las plantas para el proceso de fermentación es una decisión arriesgada; en el mejor de los casos, el resultado suele ser una fermentación ineficaz cuyo pH desciende lentamente. Por lo tanto, añadir un inoculante con una o más cepas eficaces de bacterias homolácticas es vital para garantizar una fermentación eficaz y obtener el mayor nivel de MS y nutrientes.
También es crucial cubrir y sellar adecuadamente el ensilado lo antes posible. De no hacerlo, las pérdidas durante el almacenamiento pueden ser importantes debido a la exposición al aire y a los efectos de los elementos.
Pérdidas durante la alimentación
La velocidad de extracción del ensilado de su estructura de almacenamiento es una carrera contrarreloj para que el aire no puede penetrar tan rápidamente en la masa de ensilaje. La rapidez en la retirada del ensilaje permitirá reducir el deterioro aeróbico y la merma. Se recomienda retirar de 10 a 15 cm por día de ensilado de todo el frente del silo; sin embargo, esta cantidad puede ser menor para ensilados estables durante el invierno. Además, la FDA ha demostrado que el uso de un inoculante a base de Lactobacillus buchneri 40788 mejora la estabilidad aeróbica de una amplia variedad de cultivos ensilados.
Seguir las prácticas recomendadas para todas las fases del ensilado (aeróbica, de fermentación, almacenamiento y alimentación) es vital para retener la mayor parte de los nutrientes y MS, lo que se traduce en una merma mínima.
Podrá encontrar más información sobre cómo almacenar adecuadamente el ensilado en www.qualitysilage.com.
