Es circovirus porcino tipo 3 un nuevo agente infeccioso del cerdo causante de enfermedad

Joaquim Segalés
www.albeitar.com

Francini Klaumann
Mascha Sohrmann
Marina Sibila

Sería precipitado concluir en este momento sobre la eventual patogenicidad de este virus para el cerdo.

PCV-3 se ha descubierto mediante secuenciación masiva en muestras de animales enfermos en los que no se había detectado ningún otro agente patógeno a través del estudio diagnóstico rutinario.

Los circovirus porcinos (PCV) se consideran los agentes víricos más pequeños que infectan a mamíferos. Hasta hace poco más de un año se conocían dos especies víricas, llamadas tipo 1 (PCV-1) y tipo 2 (PCV-2). En 2016 se describió un tercer tipo (PCV-3).

Es circovirus porcino tipo 3 un nuevo agente infeccioso del cerdo causante de enfermedad circovirus porcino tipo 3 2
Las secuencias de PCV-3 halladas en distintos países tienden a ser bastante similares entre sí, con una identidad nucleotídica cercana al 96-100%.

PCV-1 se descubrió en los años 70-80 como un agente contaminante de cultivo celular (células PK-15) y posteriormente se demostró que causa infecciones subclínicas en el cerdo, sin aparente impacto en la salud del animal.

A finales de los 90 se describió una enfermedad aparentemente nueva, que inicialmente fue denominada síndrome multisistémico del desmedro posdestete (PMWS). Se necesitaron varios años para confirmar definitivamente que PCV-2 era el agente causal fundamental de este proceso, que posteriormente fue llamado circovirosis porcina (CP) o enfermedad sistémica asociada a PCV-2 (ES-PCV-2). La CP es una enfermedad que tiene un impacto económico, productivo y sanitario muy importante en la cabaña porcina, de manera que PCV-2 se considera uno de los agentes patógenos más importantes del cerdo. De hecho, el uso de vacunas comerciales frente a PCV-2 es la razón básica por la cual a día de hoy la enfermedad está prácticamente controlada a nivel mundial.

¿Cómo se hallan nuevos agentes infecciosos?

La metagenómica es una tecnología de biología molecular que permite obtener secuencias del genoma de los diferentes microorganismos presentes en una muestra, extrayendo y analizando sus ácidos nucleicos de forma global. Esta tecnología opera sin necesidad previa de cultivar los microorganismos, con lo que favorece el descubrimiento de nuevos agentes infecciosos.

PCV-3 fue descubierto en el marco de estudios de metagenómica (secuenciación masiva) en muestras de cerdos afectados con distintas enfermedades o patologías. Concretamente, esta tecnología se aplicó en muestras de animales que se les había diagnosticado enfermedad reproductiva, patología cardiaca, inflamación sistémica y síndrome de dermatitis y nefropatía porcino (SDNP), pero a los que no se les había detectado ningún otro agente patógeno a través del estudio diagnóstico rutinario. El hallazgo de secuencias características de un PCV en las muestras es lo que permitió especular a los autores de estos estudios que este nuevo virus (PCV-3) podría estar detrás de la causalidad de esos cuadros clínico-patológicos. Es por ello que el objetivo de este artículo de revisión es repasar aquellos aspectos actualmente conocidos sobre PCV-3.

El descubrimiento de PCV-3

Dos estudios independientes realizados en los Estados Unidos demostraron la existencia de unas secuencias parciales similares a otros miembros de la familia Circoviridae al estudiar por metagenómica muestras de distintos cerdos. Al ensamblar las secuencias obtenidas se constató que se trataba aparentemente de un nuevo PCV, con una longitud de genoma de unos 2.000 nucleótidos (un poco más largo que PCV-1 y PCV-2). De hecho, este nuevo virus, PCV-3, guardaba una identidad nucleotídica relativamente baja comparado con los otros dos PCV, cercana al 30-40%. Curiosamente, este nuevo virus tiene una mayor similitud genética con algunos circovirus aviares y con el circovirus canino. Las secuencias de PCV-3 halladas en distintos países tienden a ser bastante similares entre sí, con una identidad nucleotídica cercana al 96-100%. A pesar de que es demasiado temprano para concluir en este sentido, estas primeras secuencias sugieren poca variación entre las distintas cepas de PCV-3.

Para poder progresar en el estudio de este nuevo virus, los primeros autores que lo describieron intentaron poner a punto una técnica de inmunohistoquímica para su detección en tejidos, pero ésta no es aparentemente muy confiable. Es por ello que actualmente la detección de PCV-3 se realiza básicamente a través de técnicas de biología molecular, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o PCR cuantitativa (qPCR). Estas técnicas permiten la detección de genoma del virus (PCR) y su cuantificación (qPCR). Cabe destacar que los limitados esfuerzos para cultivar el virus no han dado fruto, al menos de momento.

¿Cuál es la distribución geográfica de PCV-3?

Actualmente PCV-3 se ha detectado en cuatro continentes, y en concreto en los Estados Unidos, Brasil, China, Corea del Sur, Italia, Polonia, Reino Unido, Dinamarca y España, y es de esperar que en fechas próximas se vaya hallando en muchos otros países. La detección del virus allá donde se ha investigado sugiere que probablemente sea un agente de distribución mundial, hecho que estaría en la línea de los otros dos PCV conocidos.

No obstante, siempre hay algún dato que como mínimo distorsiona el poco conocimiento que tenemos aún del virus. Recientemente, se ha detectado genoma de PCV-3 en perros en China. Su detección en heces no sería sorprendente dado el carácter carnívoro de estos animales y su potencial consumo de carne de cerdo. No obstante, el genoma vírico se detectó en suero, lo que sugeriría una infección real (los autores descartaban cualquier potencial contaminación de la técnica). Definitivamente es pronto para concluir que PCV-3 infecta a otras especies, pero en general los miembros de la familia Circoviridae suelen ser agentes especie-específicos.

¿PCV-3 causa enfermedad en el cerdo?

Las primeras descripciones de la detección de PCV3 indicaron su presencia en casos de cerdos afectados clínicamente y con lesiones claras. De hecho, algunas de ellas como la inflamación sistémica, enfermedad reproductiva y miocarditis son lesiones o cuadros clínicos que pueden ser causadas por múltiples agentes infecciosos, PCV-2 entre ellos. Por otro lado, el PDNS se había asociado hasta ahora con PCV-2, a pesar de que al ser una enfermedad por inmunocomplejos no se ha demostrado aún su asociación inequívoca. No obstante, en aquellos primeros casos de estos procesos/lesiones, aquí mencionados, se descartó la presencia de otros agentes infecciosos relevantes. Es por ello que los autores sugirieron la asociación de PCV-3 con estas condiciones clínico-patológicas.

Después de estos primeros estudios, PCV-3 ha sido detectado en animales con afección respiratoria, temblor congénito y mortalidad neonatal, pero también se ha detectado en animales clínicamente sanos. Teniendo en cuenta los precedentes con otros PCV y su detección en prácticamente todo el mundo, es fácil pensar que PCV-3 también se encuentre altamente diseminado, con lo que probablemente la infección subclínica sea la forma más habitual de presentación de la infección por PCV-3.

No obstante, es importante destacar que todos los estudios publicados hasta el momento hablan de asociación de PCV-3 con enfermedad, atendiendo básicamente a criterios de 1) detección del agente en las muestras de animales afectados por alguna patología o cuadro clínico, o 2) diferencia estadística de prevalencia entre animales sanos y enfermos. Ciertamente, este último criterio es más potente que el primero, dado que una prevalencia significativamente mayor (o una mayor carga vírica) en los animales enfermos sugeriría que el virus podría estar involucrado en el problema clínico. No obstante, en la actualidad hay muy pocos estudios y, en general, muy limitados, que realmente establezcan una relación clara entre PCV-3 y un cuadro clínico-patológico. De hecho, existen algunos estudios donde precisamente no encuentran diferencias de prevalencia entre animales sanos y enfermos, con lo que aún es más difícil a estas alturas poder concluir la potencial capacidad patogénica de PCV-3. La terminología más correcta en función de la bibliografía disponible hasta el momento no sería la de asociación entre PCV-3 y enfermedad sino la de detección de PCV-3 en animales enfermos, y ello no es concluyente en ningún sentido sobre el mencionado potencial patogénico del nuevo PCV.

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Discusión

Con todo ello se puede concluir que PCV-3 es un virus recientemente descubierto, pero que la tecnología diagnóstica actual solo permite la detección (y eventualmente la cuantificación) de su genoma o parte del mismo. No tenemos otras técnicas diagnósticas ni tampoco un virus aislado que permita el estudio de la patogenia de la infección mediante infecciones experimentales.

Por tanto, sería precipitado concluir en este momento sobre la eventual patogenicidad de este virus para el cerdo. Al tener dos virus hermanos, PCV-1 y PCV-2, no patogénico y patogénico para el cerdo, respectivamente, es difícil predecir la capacidad de PCV-3 con relación a la causalidad de enfermedad. Definitivamente, se necesitan muchos más estudios para dilucidar la importancia real de PCV-3 en el panorama de las nuevas infecciones del cerdo.

A propósito del concepto de infecciones víricas emergentes asociado al descubrimiento de nuevos virus, PCV-3 probablemente se encuentre en la categoría de agentes que han infectado la cabaña porcina durante múltiples décadas pero que hasta la actualidad no han sido descubiertos. Datos recientes indican que el virus ya se encontraba en el Reino Unido en 2002. ¿Y cuál sería la situación en España? PCV-3 ya infectaba cerdos en nuestro país en los años 90, y nuestro grupo de investigación lo ha detectado tanto en animales sanos como en animales enfermos.

Quizá parezca una paradoja, pero a finales de los años 90 teníamos una nueva enfermedad, la CP, cuya etiología (PCV-2) causó grandes dudas hasta el punto de dividir a la comunidad veterinaria y científica entre “circo-escépticos” y “circo-creyentes”. Ahora, en 2018, tenemos un virus (PCV-3) al cual le “buscamos” enfermedad. ¿La encontraremos?

Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno

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