Valoración del Bienestar Animal

Alejandro Córdova Izquierdo
Mary Silvia Córdova Jiménez
Cristian Alejandro Córdova Jiménez
José Félix Pérez Gutiérrez

Introducción

Las mediciones del bienestar deben basarse en el conocimiento de la biología de las especies y en particular, en lo que se sabe de los mecanismos biológicos usados por los animales para enfrentar dificultades. El bienestar se puede medir por medio de indicadores fisiológicos como la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, desordenes hormonales, presencia de enfermedades infecciosas y del sistema inmune y comportamientos anormales, además debe evaluarse el dolor, el tipo de manejo y el medio de transporte.

En la actualidad el bienestar animal es evaluado por rangos, según el estado del animal, en este trabajo lo he clasificado como bienestar animal bueno, pobre y malo, aunque se ha clasificado desde muy bueno hasta muy malo.

Cabe resaltar que las mediciones de comportamiento son de especial importancia en la evaluación del bienestar (Ferrati, 1997).

De acuerdo a Córdova y col., (2003ª, b) en la actualidad, no existe una forma adecuada y específica para valorar concierto grado de exactitud el bienestar de los animales. Sin embargo, el conocimiento de ciertas formas de comportamiento de los animales podría ser de utilidad. Algunas de las principales manifestaciones que los animales pueden exhibir son:

• Tipo general de movimientos.
• Movimientos de acomodación.
• Atenciones metabólicas:
• La búsqueda e ingestión de alimentos.
• La defecación y micción.
• Descanso y sueño.
• Comportamiento de protección y defensa.
• Comportamiento de defensa territorial.
• Comportamiento sexual.
• Juegos.

1. Buen Bienestar Animal

De acuerdo al Farm Animal Welfare Council del Reino Unido, son 5 las condiciones para que exista un adecuado bienestar animal:

1.- Ausencia de enfermedades y lesiones.
2.- Ausencia de dolor y de estrés intenso o duradero, teniendo en cuenta también el dolor causado por las mutilaciones y otras manipulaciones.
3.- Nutrición adecuada.
4.- Confort térmico y físico.
5.- Posibilidad de que el animal exprese las conductas propias de la especie, sobre todo aquellas para las que muestra una fuerte motivación (Manteca, 2002).

En la actualidad, se sabe que un buen bienestar animal es sinónimo de aumento en la productividad /tasas de crecimiento, concepción y rentabilidad.

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1.1. Medidas a Considerar para un Buen Bienestar Animal

Construcciones Idóneas: el primer elemento es el animal, al que se le deben ofrecer las mejores condiciones de alojamiento económicamente confortables, para permitir el óptimo desarrollo de sus funciones fisiológicas y de comportamiento.

Manejo: En ningún caso se debe de someter al animal a prácticas alimenticias, quirúrgicas o de manejo que supongan sufrimiento o estrés, a menos que sean inevitables o que su omisión pueda acarrear riesgos más graves. En este caso se tomarán las medidas oportunas para reducir al mínimo las agresiones sobre los animales.

Utilización de Animales Adaptados: siempre que sea posible se debe tratar de trabajar con animales de razas autóctonas o sus cruces, o con estirpes o líneas convenientemente adaptadas al tipo de producción que se realice para conseguir un mejor bienestar del animal, un producto adecuado a nuestra demanda y una conservación de nuestro patrimonio genético.

Buena Alimentación: fisiológicamente, tratar de proporcionar a cada animal la ración correcta, formulada de acuerdo a sus necesidades y adaptada a su tipo, edad y estadio productivo. De esta forma se consigue mejorar la fisiología y el bienestar de los animales, una mejor productividad, un ahorro de materias primas y una reducción de las deyecciones.

Utilización Buenas Materias Primas: nunca se deben utilizar, en la alimentación de los animales, sustancias o materias que no estén debidamente autorizadas y, entre ellas tendrán preferencia las que por su naturaleza y características podrían formar parte de la dieta natural del animal.

Mantenimiento de Optimo Estado Sanitario: se deben de realizar actividades para la erradicación de la mayoría de enfermedades transmisibles del ganado, con especial atención a las que puedan afectar, aunque sea indirectamente, a las personas. Siempre que sea posible, se preferirán las medidas de policía sanitaria y bioseguridad frente a medidas de profilaxis vacunal y éstas a la medicación.

Potenciación de las Medidas Higiénicas: la higiene no sólo es la base de la sanidad animal sino que contribuye decididamente a mantener su bienestar y garantiza la salubridad de los productos ganaderos. Por ello, se extremarán las medidas de limpieza y desinfección, tanto en las instalaciones como en los procesos de obtención y manipulación de productos.

Reducción de los Efectos Residuales: a fin de garantizar la ausencia de residuos en los productos ganaderos no se utilizarán o suministrarán a los animales sustancias o productos susceptibles de dejar residuos peligrosos a los productos ganaderos. El estímulo de las producciones ganaderas se conseguirá mediante la utilización de productos naturales o técnicas de manejo no agresivas. En el supuesto de ser imprescindible la administración o utilización de un producto químico, antibiótico u hormonal, se hará bajo control veterinario y respetando escrupulosamente los términos de supresión.

Trazabilidad (Rastreabilidad): con la finalidad de constatar en cada momento el origen de los animales y la totalidad de las fases productivas, se promoverá la identificación de los animales y sus productos, individualmente o por lotes de forma parecida a lo que se hace en bovinos. Todos los actores que participen en la producción, explotaciones ganaderas, mataderos, salas de despiece, fábricas de piensos, laboratorios y distribuidores zoosanitarios, deben ser registrados, debidamente autorizados y periódicamente controlados para garantizar que cumplen la normativa vigente.

Acreditación: para que el consumidor pueda visualizar la calidad de los productos y su garantía, se debe promover las marcas y las denominaciones específicas, acreditadas con los correspondientes registros y controles. A lo largo de toda la cadena productiva, los actores conservarán los oportunos registros de compras, ventas e incidencias para acreditar, en cualquier momento, la corrección de su actuación (Grandin, 1998; Manteca, 2002).

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2. Pobre Bienestar Animal

El nivel de bienestar de un animal es pobre cuando éste tiene problemas para hacer frente al ambiente o cuando fracasa en ese intento. Este fracaso implica reducción en la habilidad inclusiva y por ello estrés, la medición del bienestar animal pobre se relaciona con problemas a corto plazo, como las asociadas al manejo o a periodos breves de tiempo bajo condiciones físicas adversas, las mediciones de un bienestar animal “malo” se relacionan con problemas a largo plazo.

Los problemas crónicos provocados por el cautiverio, la presencia de comportamientos anormales, como es el caso de las estereotipias, automutilación, comportamiento de agresión excesivo, etc., indican que existe un nivel reducido de bienestar en el individuo que las presenta. Algunos signos de un nivel de bienestar pobre surgen de mediciones fisiológicas. Por ejemplo, un incremento de la frecuencia cardiaca, una gran actividad adrenal o una respuesta inmunológica deprimida después de un desafío antigénico, pueden indicar que el nivel de bienestar es más pobre que en individuos que no muestran esos cambios.

En algunas de estas mediciones fisiológicas y de conducta es claro que el individuo está tratando de enfrentar alguna adversidad y el grado en que intenta hacerlo puede ser medido. En otros casos, sin embargo, algunas respuestas son solamente patológicas y el individuo está fracasando en sus intentos de sobrellevarla. De cualquier manera la medición indica un nivel pobre de bienestar.

Un ejemplo de cuando se presenta un bienestar pobre en el cerdo: éste se puede inmunodeprimir y generar diferentes trastornos como: problemas en patas (laminitis), mastitis, neumonía, diarreas, úlcera, cardiopatías y estrés porcino.

En la Tabla 1, se presentan las mediciones de un nivel de bienestar bajo o malo.

Cambios en la conducta para enfretar el ambiente
Patología conductual
Prevalencia de enfermedad y daño corporal
Capacidad de crecimiento o de reproducción
Cambios cerebrales, indicadores de autonarcotización
Expectativas de vida
Córdova y col., 2003

2.1. Malo Bienestar Animal

El bienestar animal malo esta íntimamente relacionado con el estrés de los animales e involucra el fracaso para poder enfrentar los cambios del ambiente. El uso del término estrés debe ser restringido al uso público cotidiano de la palabra para referirse a un efecto negativo sobre el individuo. Una definición de estrés que es referida sólo a la estimulación o evento de la actividad de la corteza adrenal no tiene valor práctico o científico. El estrés puede definirse como un efecto ambiental que sobrepasa los sistemas de control de un individuo y reduce su habilidad inclusiva o presenta una mayor probabilidad de hacerlo. Si se usa esta definición, la relación entre bienestar y estrés queda muy clara. Primeramente, siempre que hay estrés el bienestar es malo. Segundo, el estrés sólo se refiere a situaciones donde se fracasa en sobrellevar un cambio del ambiente, pero el nivel pobre de bienestar se refiere al estado del animal cuando fracasa en sobrellevar dicho cambio ambiental o cuando está teniendo problemas para sobrellevarlo (Gatti, 1999).

Abundan granjas donde se maltrata a los animales, por ende éstos muestran conductas anormales, por ejemplo una consecuencia es el miedo de las cerdas y los sementales a una rutina donde está presente la persona que los maltrata, lo que ocasiona una desviación de la conducta al extremo tal, que es altamente difícil encontrar a las cerdas en calor; y en ciertas cerdas, que han sido maltratadas en exceso o que son más sensibles al trato hostil, simplemente es imposible la detección (Martínez, 2001).

Por otro lado con el desarrollo de la cría intensiva han aparecido en el animal algunas importantes perturbaciones que sugieren la existencia de estrés, además de ciertas conductas esteriotipadas, algunas denominadas vicios o desadaptación social del animal, como son mordedura de cola, vulva y oreja, canibalismo. Estos vicios son considerados problemas de bienestar que repercuten en la producción, reducen la tasa de crecimiento de los animales, aumentan los días a mercado, el uso de instalaciones, mano de obra e incluso el uso de tratamiento para grupos de animales. Estos problemas pueden ser resueltos a corto plazo, intentando la consecución de una armonía entre el animal, su ambiente y el hombre.

Bibliografía

  • Córdova Izquierdo, A.; Guerrero Martínez J.; Saltijeral Oaxaca J.; Muñoz Mendoza R. y Pérez Gutiérrez J.F. 2003a. Estrés ambiental en la reproducción animal. Producción Animal N° 191: 49-58.
  • Córdova Izquierdo A., Ruiz Lang, G., Saltijeral Oaxaca, J., Muñoz Mendoza, R. y Pérez Gutiérrez, J.F. 2003b. Reglas de oro para la adquisición y bienestar de las mascotas. Pequeños Animales 46: 11-14.
  • Ferrati, A. 1997. Confort y bienestar de los carnívoros domésticos, Obiettivi & Documenti Veterinari Nº 4. 1-10.
  • Grandin T. 1998. La reducción del estrés del manejo mejora la productividad y el bienestar animal. The Professional Animal Scientist. Vol. 14, No. 1. 7-9.
  • Manteca J. 2002. Bienestar Animal. IV Jornadas Técnicas de Porcino NANTA, Memoria 1-6. España.
  • Martínez, 2001. Principales factores que afectan la reproducción del cerdo. Ciencia Veterinaria, vol. 8 – 190.

Bibliografía Electrónica

  • Gatti, R. 1999. Bienestar Animal, Etología y Gatos. http://geocities.com/Heartland/Garden/4105/

Artículo publicado en Entorno Ganadero

Alejandro Córdova Izquierdo
Alejandro Córdova Izquierdo
Médico Veterinario y Zootecnista. Posgrado de Maestría en Biología de la Reproducción y Doctorado en Reproducción Animal en el área de la conservación seminal y fecundación in vitro Por la Universidad Complutense de Madrid, España. Profesor-Investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X) de la Ciudad de México desde 1980. Profesor con Perfil deseable en el Programa de Mejoramiento del Profesorado de la Secretaría de Educación Pública de México. Colaborador durante estancia sabática 2012 y 2013 como Profesor-Investigador de Tiempo Completo en la División Académica de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México en donde imparte las asignaturas de Fisiología de la Lactación; Reproducción Animal Especializada; Comportamiento, manejo y Bienestar Animal; Farmacología y Toxicología Veterinaria y Clínica de Bovinos. Certificado en Clínica Reproductiva de Bovinos y Cerdos por el Consejo Nacional de Educación Veterinaria (CONEVET). Líder del Cuerpo Académico Salud y Bienestar Animal y responsable del Proyecto de Investigación uso de antioxidantes en la conservación del semen de cerdo en la UAM-X, colaborador en diversos proyectos de investigación de Universidades de la República Mexicana y ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. Ha publicado más de 100 artículos científicos y de divulgación en revistas indexadas y de divulgación; ha participado en eventos nacionales e internacionales. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) México. Tiene publicado varios libros y varios capítulo relacionados con temas de Ciencias veterinarias.
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