Qué anda mal con mi ganado parte 4: Fiebre de la leche

La fiebre de la leche, también conocida como hipocalcemia o parecía puerperal, no es en absoluto un trastorno nuevo del ganado lechero moderno. El calcio, más allá de ser un componente fundamental del hueso, también es necesario metabólicamente para transferir el mensaje de contracción de la musculatura esquelética y lisa. La escasez de calcio puede provocar temblores, vacas en posición “sentada”, eventual colapso y potencialmente la muerte.

Sincronización y susceptibilidad

La fiebre de la leche puede ser causada por la gran necesidad de calcio para la producción de calostro. Como resultado, aproximadamente el 80% de la fiebre de la leche ocurre en el primer día posterior al parto.

Las vacas de más edad (dos o más lactancias) parecen ser más propensas a tener fiebre de la leche que las vaquillas de primera parición, aunque son susceptibles a cualquier edad. Además, el ganado Jersey está más predispuesto a la fiebre de la leche que otras razas. La fiebre de la leche es más frecuente en vacas lecheras de alta producción. Es habitual una incidencia del 5%, pero las incidencias por encima del 10% indican sin duda un mayor problema que requiere cambios específicos en el manejo.

La incidencia de la fiebre de la leche puede aumentar debido a la presencia de otros trastornos metabólicos comunes. La incidencia de la fiebre de leche es mayor en vacas sobre acondicionadas. Esto se relaciona muy probablemente con la cetosis clínica y subclínica, que reduce el consumo de alimento luego del parto y ejerce presión adicional sobre el ya limitado suministro de calcio

Qué anda mal con mi ganado parte 4: Fiebre de la leche fiebre leche 1Problemas relacionados

La fiebre de la leche también pueden predisponer a la vaca a otros trastornos metabólicos y enfermedades infecciosas. Las vacas con fiebre de la leche pueden tener mayores niveles de cortisol plasmático, lo que puede causar inmunosupresión. Además, el calcio interno de las células se utiliza como señal secundaria una vez fuera de la célula para estimular una respuesta inmune.

Las menores concentraciones de calcio plasmático, como en la fiebre de la leche, pueden conducir a una menor concentración de calcio celular y una respuesta inmune debilitada. No es raro observar un incremento de los casos mastitis y metritis en vacas que han sufrido fiebre de la leche.

La fiebre de la leche también puede contribuir a la distocia, retención de membranas fetales y prolapso uterino. Asimismo, las vacas presentarán un menor consumo de alimento, lo que puede conducir a más casos de cetosis y desplazamiento del abomaso

Recomendaciones para la alimentación

Algunos productores han implementado dietas bajas en calcio. La debida atención a la fuerza aniónica de la dieta es una mejor manera de manejar las dietas para reducir la fiebre de la leche. Las dietas de diferencia Catión-Anión de la Dieta (DCAD) equilibran cuatro macrominerales: los aniones cloruro y azufre; y los cationes sodio y potasio. Este equilibrio puede ayudar a determinar el pH de la sangre (y la orina). Se necesitan condiciones ligeramente ácidas para la correcta movilización del hueso, de modo que se pueda liberar el calcio para la producción de calostro y leche.

Las dietas diseñadas para vacas secas en la semanas anteriores al parto deben tener una DCAD negativa. El objetivo es disminuir el pH de la sangre. Afortunadamente, los productores productores pueden monitorear fácilmente el pH a través de la orina. Un pH de 7.0 o más indicaría que el productor debe considerar equilibrar los cationes-aniones. El equilibrio adecuado requiere un monitoreo periódico, ya que los productores no deberían permitir que el pH de la orina caiga por debajo de 5.5. Un pH de la orina entre 6.0 y 6.5 indica una dieta DCAD eficaz.

El contenido de potasio de los forrajes puede afectar considerablemente la DCAD: un mayor contenido de potasio contribuye a la fiebre de la leche. Además al aumentar las temperaturas, las vacas jadean más, con lo que expulsan más CO2, lo que conduce a un menor pH. Los productos utilizados para aumentar el equilibrio negativo incluyen sulfato de magnesio, sulfato de calcio, sulfato de amonio, cloruro de calcio, cloruro de amonio y cloruro de magnesio. Muchos de estos productos pueden ser no palatables. Se advierte a los productores que se aseguren de que el consumo de materia seca no se ve afectado negativamente. Las fuentes de proteínas tratadas con ácido clorhídrico proporcionan otra forma de aumentar las cargas negativas y evitar algunos de los problemas de palatabilidad relacionados con sales aniónicas.

Pasos Adicionales

Además de manejar el calcio de la dieta y el ph de la sangre, los productores deben considerar el manejo general del hato con relación al consumo de al consumo de alimento, el balance de energía y otros desafíos. Mantener el consumo de alimento a través del equilibrio de la dieta y los mejoradores potenciales del consumo, como los productos de levaduras y los productos fitógenicos, puede tener el beneficio adicional de reducir los efectos de la fiebre de leche.

La reducción de otros desafíos para la vaca, como los patógenos y las micotoxinas, deberían ayudar a reducir los efectos secundarios de la fiebre de la leche que pueden afectar el estado de enfermedad y reducir la producción de leche.

Diferencia catión-anión de la dieta

El pH se puede manipular con el control de la concentración de sodio (Na), potasio (Cl) y azufre (S) que consumen las vacas.

Lo que de hecho se determinada se basa en las cargas de cada mineral aniónico (Cl y S) y catiónico (Na y K). La siguiente ecuación toma en cuenta el peso molecular de los respectivos minerales.

Ecuación DCAD

Sodio (Na) x 435 + potasio (K) X 256 – cloruro (Cl) x 282 + azufre (S) x 624= milequivalentes (mEq)/kg materia seca en la dieta.

Para obtener más información, consulte www.mycotoxins.info

EXONERACIONES DE RESPONSABILIDAD

Este cuadro contiene  consejos de carácter  general sobre los  problemas y ve afectan más comúnmente a los rumiantes y que relacionarse con la presencia de micotoxinas en el alimento. Las enfermedades y los problemas de los rumiantes incluyen, ente otros, los presentes en este cuadro. BIOMIN no asume responsabilidad u obligación alguna resultante o vinculada de modo alguno con el uso de este cuadro o su contenido. Antes de actuar con base en el contenido de este cuadro, deberá procurarse asesoría directa del veterinario

Fuente: Science & Solutions

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