Una estrategia nutricional sostenible para una vaca lechera óptima y un rendimiento económico.
MVZ. M. SC. Jorge Rubio Arguello.
Business Manager Mexico, Central America & Caribbean.
Los productores de leche enfrentan un desafío constante para producir un producto final de calidad frente a los precios fluctuantes de la leche que pueden poner presión en la rentabilidad del establo. Los nutricionistas y productores son conscientes de los riesgos asociados al comprometer la calidad de la ración para mejorar los márgenes, debido a los efectos negativos en la productividad y la salud del rebaño a lo largo del tiempo. Para asegurar el éxito a largo plazo que no esté impulsado por factores volátiles externos como el precio de la leche solo, los productores y los nutricionistas necesitan examinar el costo base subyacente para buscar oportunidades maximizando la eficiencia del alimento y satisfacer las demandas del mercado, al mismo tiempo que se asegura que crean y mantengan un negocio rentable. A la luz de este descubrimiento, la atención reciente se ha centrado en el potencial energético no explotado previamente de la fibra del forraje, como medio para crear un valor nutricional y económico adicional, lo que genera una mayor eficiencia de alimentación que no compromete la salud del rebaño ni afecta negativamente la producción de leche, como un medio para crear un modelo operativo más sostenible.
EL ROL DE LA FIBRA Y LOS CONCENTRADOS EN LA NUTRICIÓN DE RUMIANTES
A menudo, se piensa de la fibra en la nutrición de rumiantes en términos de proporcionar relleno intestinal, lo que provoca la estimulación de la rumia y la producción de saliva, así como de proporcionar una fuente de fibra físicamente efectiva que ayuda a formar la capa del rumen; la inclusión de fibra en la ración lechera ayuda a mantener una función ruminal saludable que promueve una fermentación óptima en el rumen. Sin embargo, para satisfacer las demandas actuales de mayor producción, tradicionalmente se ha dado de alimento raciones de concentrado más altas. Si bien esto puede funcionar a corto plazo para aumentar la producción, dietas altas en concentrado no son una estrategia de alimentación sostenible debido a los impactos a largo plazo en la salud digestiva, calidad de leche y el mayor costo asociado de alimentación.
Los rumiantes han evolucionado para digerir fibra y usualmente digieren hasta un 65% de fibra de la dieta, lo que significa que cerca de un tercio proveniente de la fibra no está disponible, incluso cuando la función ruminal está optimizada. Alimentar con una dieta alta en concentrado lleva a una reducción en el número y la actividad fibrolítica de las bacterias del rumen y puede resultar en la degradación reducida de la fibra hasta en un 35%. Una digestión de fibra reducida equivale a mayores pérdidas del contenido de energía disponible, incluso cuando la función ruminal está optimizada. Dar una dieta alta en concentrado también puede llevar a un desequilibrio en el suministro de carbohidratos del rumen. La acumulación resultante de ácidos grasos volátiles, junto con la incapacidad de producir suficiente saliva para actuar como un buffer del rumen, puede conducir a la aparición de acidosis ruminal subaguda (SARA). Esto se caracteriza por una depresión del pH ruminal durante varias horas por día, que puede tener un impacto negativo en las bacterias fibrolíticas del rumen reduciendo su población y su actividad (Plaizier et al., 2008). Se ha reportado que las pérdidas de producción debido a SARA le cuestan a la industria láctea de Estados Unidos entre $500 millones y $1 billón por año (Krause y Oetzel, 2006).
ESTRATEGIAS NUTRICIONALES ECONÓMICAMENTE SOSTENIBLES – LIBERANDO MÁS ENERGÍA DE LA FIBRA
Si bien, la alimentación adecuada con fibra es crítica para mantener la fermentación efectiva del rumen, aumentar la disponibilidad de energía a través de la mejor utilización de fibra puede impactar a la rentabilidad a través de influenciar positivamente la calidad y el rendimiento de la producción de leche (incluyendo el rendimiento de grasa láctea), al igual como en factores más amplios de manejo de ganado tales como la condi- ción corporal y fertilidad, todo lo cual influye en el éxito económico. Adicionalmente, con el alimento representando generalmente el 50% del costo de mantenimiento de una unidad lechera, una mayor utilización de la fibra representa un medio de eficiencia de conducción mientras se respalda la salud del hato.
Los nutricionistas de rumiantes han considerado enfoques alternativos para mejorar la degradabilidad de la fibra forrajera, incluyendo la adición de aditivos como ionóforos, levaduras vivas probióticas, DFM bacterianos y buffers, con el objetivo de alterar la ingesta y mejorar la fermentación ruminal. Las innovaciones recientes incluyen el uso de extractos de la fermentación cruda de Trichoderma (EFEs) como un medio del tratamiento previo de la porción fibrosa de la ración, liberando reservas de energía previamente no disponibles mejorar la digestibilidad de fibra y llevando a una reducción del tiempo de demora en la degradación (Morgavi et al., 2000). Las muestras de la Ración Totalmente Mezclada (RTM) basadas en ensilado de maíz tratadas con EFEs han mostrado un incremento significativo (P<0.001) en FDND240 y una disminución significativa (P<0.001) en uFDN240, reflejando una mejor degradabilidad (ver Figura 1). Los EFEs también ofrecen la oportunidad de utilizar alimentos alternativos, como coproductos fibrosos, así como la habilidad de maximizar el uso de forraje cosechado en la granja lechera.
RESPUESTAS AL INCREMENTO DE FUENTES DE ENERGÍA DE LA FIBRA
Las respuestas al aumento de energía de la dieta dependerán de una gran cantidad de factores, incluyendo el lugar en donde se encuentra la vaca en su ciclo de lactancia y cómo se enfrenta a los desafíos metabólicos y de otro tipo. En un estudio reciente en Estados Unidos, de 92 vacas lactantes alimentadas con una RTM tratada con EFEs, la eficiencia alimenticia mejoró significativamente (P<0.01) (2.96 y 3.39 para el control y el tratamiento EFE, respectivamente). Además de mejorar la eficiencia alimenticia. Los porcentajes de grasa de leche, proteína y lactosa también mejoraron significativamente en vacas alimentadas con una RTM tratada con EFEs (ver Figura 2).
Las vacas a mitad de su lactancia son capaces de dividir los nutrientes, en mejorar con condición corporal, en lugar de hacerlo en la producción de leche, o que permite compensar siguiendo el alto estrés metabólico de la lactancia temprana. En un estudio reciente en EE. UU., las vacas a mitad de su lactancia tuvieron una mayor ganancia de peso cuando se alimentaron con una RTM tratada con EFEs. Una mejora en el manejo de la condición corporal a lo largo del ciclo de lactancia mitiga el riesgo de trastornos metabólicos causados por un balance energético negativo y puede mejorar las tasas de concepción y el manejo hacia el período seco.
RESUMEN
Las innovaciones en el manejo de la fibra pueden permitir que se extraiga el valor de energía previamente no explotada de la porción fibrosa de la ración. Estos representan un medio para impulsar una mayor eficiencia alimenticia y rendimiento animal, como un resultado de una mejor función ruminal y apoyando una mejor condición corporal. Una mayor utilización de la fibra, por lo tanto, representa un método viable económicamente para mejorar la gestión de los alimentos subyacentes y los costos del establo, alejándose de la dependencia del precio de la leche solo como un factor predictivo del éxito económico.
Artículo publicado en Entorno Ganadero Octubre-Noviembre 2019
