Contexto ganadero
Aunque el árbol guáimaro o ramón es más difícil de encontrar, si usted dispone de algunos especímenes, puede cultivarlos para proporcionar alimento y sombra a su ganado.
La planta Brosimum alicastrum, conocida en Colombia como guáimaro o en México como ramón, es un árbol en vía de extinción, a pesar de sus múltiples propiedades para consumo humano y animal. Aquí le contamos los resultados de usarlo como alimento para bovinos.
El curso “Diseño y Evaluación de Sistemas Agroforestales” de la Universidad Autónoma de Yucatán describió que el ramón es un árbol que puede alcanzar hasta 45 m de altura. Las hojas, tallos y semillas hacen un excelente forraje.
Las hojas contienen 10-14% de proteína y las semillas de 13.9 – 20%, además son ricas en el triptofano, hierro y vitamina C.
Las semillas son comestibles cocinadas y en forma de harina, y también tostadas para preparar una bebida similar al chocolate.
Es una de las especies que tiene un amplio rango de distribución natural y adaptación a las condiciones heterogéneas que el medio les impone. (Lea: Conozca por qué es importante plantar en su finca el árbol caobo, madera más codiciada).
En México, el forraje se considera una fuente de alimento animal oportuno, sobre todo en la época de seca siendo una de las especies de distribución más amplia en este país, tanto en la vertiente del Golfo de México, como en la vertiente del Pacífico.
En Colombia, según un reportaje de Radio Francia Internacional, crece en la Sierra Nevada de Santa Marta. Sin embargo, a pesar de que su fruto era altamente nutritivo y era uno de los principales alimentos de los mayas, “hoy en día existen pocos especímenes”.
El reporte aseguró que la razón por la cual hay pocos guáimaros es porque han sido explotados para aprovechar su madera, pero que en los últimos años se ha buscado conservarlos.
Entre sus características se pueden destacar la profundidad de sus raíces, que los hacen resistentes a las sequías y a los incendios, así como también absorbe gran cantidad de CO2 de la atmósfera para luego depositarlo en la tierra, contribuyendo al medio ambiente.
Por su parte, en un artículo de Ciencia para todos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia, el autor Efraín Rincó explicó que la semilla se tuesta, se muele y se hace polvo, y tiene sabor y olor similar al chocolate o al café.
Específicamente en el caso de alimento para el ganado, en Colombia no se ha estudiado mucho, pero en México se han realizado algunas investigaciones para conocer las bondades del árbol.
Una de éstas, de la Universidad Veracruzana, comparó varias especies de árboles y arbustos forrajeros consumidos por los bovinos. Encontraron que los valores nutricionales del ramón son 11,85% de proteína cruda, 32,53% de materia seca y 3,22% de energía digestible.
Los bovinos consumen tanto las hojas como las flores del Brosimum alicastrum, que se usa como forraje, árbol de sombra y cerca viva. Para todas las especies, incluido el ramón, se informa resistencia a la sequía, facilidad de propagación, buen valor nutritivo y buen rebrote.
Conozca los valores nutricionales del árbol guáimaro o ramón para el ganado bovino
Los estudios han comprobado que el forraje del guáimaro es una alternativa para suministrar a los rumiantes como bovinos y ovinos.Estos son los resultados de ofrecer guáimaro como alternativa nutricional para el ganado bovino de acuerdo con dos investigaciones sobre esta planta. Aunque presenta ventajas interesantes, también hay otras desventajas que debe tener en cuenta a la hora de implementarlo.
En una entrega anterior, explicamos que el árbol guáimaro o ramón es un árbol que se da principalmente en Centroamérica, pero también se puede encontrar en Colombia, en la Sierra Nevada de Santa Marta o en general en las regiones que limitan con el mar Caribe.
Por ejemplo, este trabajo reunió datos para hacer un protocolo de aprovechamiento sostenible para las semillas de este árbol, Brosimum alicastrum, se centró en los Montes de María y la Serranía del Perijá, ubicadas en varios departamentos del norte de nuestro país.
De acuerdo con este estudio, para la región Caribe, se estudió la especie guáimaro (Brosimum alicastrum) en los municipios de Ovejas (Sucre) y Becerril (César), específicamente).
No obstante, los estudios sobre su uso se han realizado en México, donde es uno de los árboles comúnmente empleados en la alimentación animal en el trópico y se ha usado de manera tradicional en la alimentación de especies domésticas productivas.
Así lo señalaron investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán, que advirtieron que la evaluación sistemática de su valor nutritivo no ha sido amplia, por lo cual decidieron hacer una revisión de su aporte nutricional reportado para bovinos, ovinos, cerdos y conejos.
La revisión de 2017 reunió datos de 20 estudios realizados entre 1995 y 2015, que encontraron diferentes valores de proteína cruda, materia seca, fibra detergente neutro, entre otros.
Los autores anotaron que el ramón, como se conoce en México, tiene un nivel aceptable de proteína cruda (PC), suficiente para el mantenimiento de la microbiota ruminal (mayor a 7%), y el consumo voluntario varía entre 4 y 6 kg MS/100 kg de peso vivo en bovinos.
En comparación de las demás especies, en los bovinos se observó una digestibilidad de 76,45% de PC y de 65,69% de MS, mucho mejor que en los monogástricos como conejos y cerdos. En bovinos también se estimó que la energía metabolizable sería de 9,80 MJ/kg de MS. Como conclusión, los autores afirmaron que el follaje de ramón tiene un valor nutricional adecuado para su empleo en especies productivas domésticas, siendo mayor en rumiantes.
Por otro lado, un artículo de Daniela Perea Mendoza señaló que el forraje de este árbol se puede acompañar con insumos como maíz, pollinaza, soya y pangola.
La autora aseguró que “el forraje puede tener resultados aceptables, ya que es de muy bajo costo su producción, esto lo sé, porque llevé a cabo un estimado sobre sus costos en la producción”, y añadió que su explotación “se basa en la cosecha de árboles bien desarrollados”.
Al respecto, uno de los comentarios de la nota, elaborado por Marco Antonio Hidalgo, advirtió que su crecimiento tarda cerca de 15 años, por lo cual, otro lector, Víctor Manuel Basurto, argumentó que no serviría como alternativa a corto plazo, sino que se pensaría como cerco y sombra más adelante.
Artículo publicado en Entorno Ganadero Octubre- Noviembre 2022
