Cuál es el significado de los análisis de los ensilados

DMV. Victor M Basurto Kuba.
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Históricamente, el ensilado ha sido sujeto a un sin número de análisis que incluyen: contenido de materia seca, degradable, no degradable, soluble, proteína dañada a base de calor, Fibra Acida Detergente (FAD), Fibra Neutra Detergente (FND), contenido de minerales y energía (calculada por el contenido FAD). Adicionalmente a esto, también se han realizado análisis de investigación incluyendo contenido de ácido láctico, acético, butírico y ácido propionico; a su vez pH (acidez), nitrógeno a base de amoniaco, etanol y cálculos de levaduras y mohos.

La gente ha estado preguntándose ¿cuál es el significado de estos análisis?, ¿qué será para beneficio de la nutrición de la vaca?

Primero, el pH mide la acidez, un pH de 7, es neutro y números menores a 7 indican condiciones ácidas. La rápida producción de ácidos inhibe los microorganismos dañinos y junto con el empacado rápido liberando el aire contenido en el ensilado, resultará en un ensilado de muy buena calidad con un máximo beneficio para ganado lechero, carne u ovicaprinos.

La acidez del ensilado puede ser fácilmente determinada por varios métodos. Una muestra de ensilado puede ser preparada tan sólo agitando vigorosamente una pequeña muestra de ensilado con 100 ml de agua. Utilizando un papel sensible al pH sumergido en líquido cambiará el color basándose en el grado de acidez. Este color puede ser comparado con una tabla y convertido a una lectura aproximada de pH. Por otro lado, un lector de pH portátil de pilas, da una lectura más exacta que el papel sensible al pH, sin embargo éste tiene que ser calibrado antes de cada uso.

Cuando se utiliza forraje fresco como la alfalfa y/o maíz picado, éstos tienen valores de pH del orden de 5.8 a 6.5 y 5.0 a 5.3, respectivamente. El ensilado de maíz muy bien preservado tendrá un pH en el rango de 3.7 a 4.2 máximo deseado.

Debido a que la alfalfa tiene una alta capacidad buferizante, su pH de ensilado será entre 4.6 a 5.2 el cual es ligeramente alto comparado con aquél del maíz. El ensi- lado de alfalfa, su pH normalmente estará inversamente relacionado al contenido de materia seca. Por ejemplo, 30% de ensilado de alfalfa de materia seca puede tener un pH de 4.5, mientras que 50% de ensilado de alfalfa de materia seca puede tener un pH de 4.9 o más.

En general, un pH bajo significa que más ácido fue producido. En cambio, un ensilado con un pH alto puede tener varias causas y no son deseables. Primero, puede significar que el ensilado no fermentó muy bien, o fue de una cosecha tardía, o por falta de carbohidratos soluble para que las bacterias formen los ácidos. Una fermentación no deseada (clostridia), o un contenido bajo en humedad puede llevarnos a un pH alto. Un pH alto también puede sugerir que el ensilado se ha echado a perder debido a la exposición al aire. Ensilados muy deteriorados pueden contener un pH mayor a 7.5 y esto es no deseable ni recomendable ofrecerlo al ganado

El ácido láctico es el ácido más fuerte y abundante producido durante una fermentación ideal en un ensilado. Niveles moderados de ácido láctico indican una buena fermentación. El contenido de ácido láctico en buenos ensilados de maíz y/o alfalfa varían entre 4 y 6%, y entre 3 y 8%, respectivamente, en base de materia seca. En maíces altamente húmedos, el ácido láctico normalmente es encontrado en el rango de 1 a 3%.

Los ácidos grasos volátiles (AGV’s), por ejemplo, el acético es encontrado en grandes concentraciones. Los ácidos butíricos y propionico no son encontrados después de una fermentación normal.

El contenido de ácido acético en ensilados de maíz y alfalfa normalmente se encuentra en un rango del 1 al 3%, el contenido de ácido butírico no debe ser descubierto en un buen ensilado. Maíces altamente húmedos, normalmente contienen menos del 1% de ácido acético. Niveles de ácido acético por encima del 3 al 4% o butírico mayor a 0.5% en cualquier tipo de ensilado, es indicativo que hubo algún problema. Irónicamente, tales ensilados probablemente serán estables al ser expuestos al aire.

Las vacas generalmente comen menos ensilado cuando existen altos contenidos de ácido acético y butírico. Por otra parte, ensilados altos en ácido butírico normalmente son bajos en energía y tienen una degradación extensa en proteína.

Un ensilado con altos niveles de ácido butírico puede haber sido causado por ensilar un forraje alto en proteína, bajo en azúcar, como la alfalfa demasiado húmedo (menos de 30 por ciento de materia seca). También puede ser causado por clostridia al abonar la parcela que fue aplicado demasiado cerca a la fecha de cosecha (permitan un periodo de 21 a 28 días, antes de ensilar si es posible).

La proporción de ácido láctico al ácido acético nos indica que la fermentación ocurrió eficientemente. Los lactobacilos son eficaces produciendo ácido láctico, pero la producción de ácido acético también significa una pérdida de carbono del ensilado durante la fermentación. Esto es equivalente a una pérdida de materia seca del ensilado y consecuentemente habrá menos materia seca disponible para su alimentación.

Idealmente, la proporción de ácido láctico al ácido acético deberá ser no menor de 3:1; entre más alto mejor. Proporciones pobres (bajas) de ácido láctico al acético nos indican que se deberá usar un inoculante de microbios que contenga ácidos homolácticas como el Silagro (Cia. Agroinvic), que además cuenta con enzimas para establecer la fermentación.

La determinación del contenido individual de ácido normalmente es lograda por algún tipo de cromatografía. Sin embargo, algunos laboratorios usan métodos enzimáticos para detectar ácido láctico.

El etanol puede también ser encontrado en algunos ensilados. El contenido de etanol en pastos y ensilados de legumbres normalmente es menor de 1.5%.

Los ensilados que tienen altos niveles de etanol normalmente no han cumplido una fermentación extensa debido a la levadura. Aunque el valor de energía de dichos ensilados generalmente es bueno, fermentaciones alcohólicas resultan en grandes pérdidas de carbono y recuperaciones extremadamente bajas de materia seca. Dichos ensilados tendrán también una tendencia a calentarse rápidamente cuando sean expuestos al medio ambiente (aire).

La concentración de amoniaco normalmente es expresada como un porcentaje del contenido de proteína cruda o nitrógeno. El contenido de amoniaco deberá ser menor al 7% que el de la proteína, pero este nivel es difícil de alcanzar en forrajes de alta proteína como el de alfalfa. En un ensilado de maíz, normalmente el nivel de amoniaco está entre un 5 a un 7% de la proteína cruda. Los niveles de amoniaco pueden ser tan altos desde un 10 a un 15% en ensilados de pastos y alfalfa. Niveles extremadamente altos de amoniaco nos indican que los ensilados contenían altos niveles de proteína soluble.

La degradación de proteína sucede en ensilados húmedos (más de 65% o 70%) y puede deberse a enzimas degradantes del forraje, presencia de microorganismos clostridiales no deseados, o ambos. Un secado más largo puede coadyuvar a prevenir que esto ocurra.

Algunos laboratorios reportan el número de levadura y hongos. El número de colonias formadas en una caja de Petri son contadas y expresadas como unidades formadoras de colonias (cfu siglas en inglés) por gramo de ensilado húmedo.

Un alto número de levaduras y hongos normalmente son indicativos que ha ocurrido un mal, tal vez de empacamiento o debido a un proceso de acondicionamiento muy lento. Ensilados con más de 100,000 cfu’s por gramo de ensilado normalmente se calientan rápidamente y tienen una vida muy corta en la trinchera o bunker y/o comedero.

Para obtener un análisis exacto, tome algunas precauciones cuando mande muestras de ensilado a un laboratorio. Las muestras retrasadas en tránsito y expuestas a temperaturas cálidas o al aire empezarán a degradarse antes de llegar al laboratorio. Opte por entregar muestras al día siguiente. Nunca mande una muestra al laboratorio en viernes. La refrigeración o congelación de muestras de ensilado ayudarán en su preservación

Además de lo anterior, las muestras de ensilado deberán de ser recolectadas de diferentes ubicaciones del silo, entre 5 a 6 muestras y de 15 a 20 cm de profundidad si es posible. El ensilado que ha sido expuesto al aire es muy seguro que esa esté deteriorada y no ser representativa para su análisis.

Seguido se pueden detectar problemas con el ensilado con tan sólo olerlo. Los altos niveles de etanol producidos por la levadura pueden ser detectados rápidamente. Asimismo, el ácido butírico hace que el ensilado huela podrido, rancio y a veces con un olor a pescado.

Los análisis de Laboratorio para un ensilado normalmente son costosos y probablemente innecesarios. Los resultados pueden ser utilizados para cualquier problema. Hoy en día, los análisis para la mayoría de la fermentación de un producto final no pueden ser usada directamente para ayudar a balancear las dietas para ganado. Aun así, se recomienda mandar muestras del producto final para ser analizadas con objeto de saber si se está haciendo un buen trabajo preservando su valioso forraje.

DMV. Victor M. Basurto Kuba
Director Comercial y Director de Investigación y Desarrollo.
Compañía Agroinvic SA de CV.
Mérida, Yucatán, México.

Artículo publicado en Entorno Ganadero Agosto-Septiembre 2018

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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