Celebra la CNOG su 85 aniversario de su constitución

Redacción BM Editores.

Este 14 de septiembre la Confederación Nacional Ganadera (CNG), cumplió su octogésimo quinto aniversario de su constitución, hoy Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, al servicio de la ganadería del país.

Algunos datos indican que en 1909 cuando se promulgó la Ley sobre Cámaras Agrícolas Nacionales, la cual se refería básicamente al ámbito agrícola; para 1932 se derogó y se promulgó la Ley de Asociaciones Agrícolas donde se especifica que se entiende por producción agrícola al conjunto de actividades que con la finalidad económica se aplique a la propagación o explotación de los vegetales y animales.

Dentro del reglamento se repite que se incluye dentro de las actividades de producción agrícola el aprovechamiento de las especies animales que se procreen de manera natural en la tierra y en el agua.

Para 1934 dicha ley se publica en el Diario Oficial de la Federación donde se especifica la facultad de los productores agrícolas y ganaderos a organizarse en asociaciones locales con un mínimo de 10 productores; éstas a su vez, crearían las asociaciones regionales, mismas que finalmente constituirían la Confederación Nacional Ganadera.

En 1935, el primer secretario de Agricultura del gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, Tomás Garrido Canabal, convocó a la Primera Convención de Ganaderos con el propósito de lograr un positivo progreso de la industria ganadera, tanto en lo que se refiere a los métodos de cría, explotación y a los problemas del orden económico, para garantizar los intereses de los ganaderos y armonizarlos con los del consumidor.

Una de las facultades de la Secretaría de Agricultura era reunir a los ganaderos del país que representaran a todos los criadores de cualquier especie animal de todo el país.

De esta manera, un año después se publicó la Ley de Asociaciones Ganaderas, más tarde la Ley de Organizaciones, una propia para la ganadería, diferenciada de otros sistemas de producción y con objetivos definidos; en su capítulo 1, dentro de los dos primeros se estableció que los productores pecuarios constituirían asociaciones ganaderas para buscar el mejoramiento de la ganadería mexicana y proteger los intereses económicos de sus asociados, fue así que en 1936 se constituyó la Confederación Nacional Ganadera.

De acuerdo con la última reforma a la Ley de Organizaciones Ganaderas, llevada a cabo el 9 de abril de 2012 se establece que las Uniones Ganaderas Regionales serán aquellas que agrupen a cuando menos el 30 por ciento de las Asociaciones Ganaderas Locales, es decir, no especializadas en una región ganadera o en un estado.

Las Asociaciones Ganaderas Locales especializadas estarán integradas por lo menos por 10 ganaderos criadores de cualquier especie producto animal determinada.

Entre las principales funciones de la CNG, que en el 2001 cambiaría de nombre por Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) estaría la de unificar y coordinar las acciones de las Uniones Ganaderas Regionales y Asociaciones Ganaderas Locales para proteger los intereses de los ganaderos, coincidir en las estrategias con las del gobierno Federal, establecer relaciones con las autoridades federales, estatales, municipales y con la sociedad nacional y extranjera.

También presentar proyectos sociales y económicos que coadyuven a elaborar las leyes y disposiciones que requiere el sector a impulsar el fomento ganadero.

Ya como CNOG, una de las principales peticiones a las autoridades federales fue la exportación de becerros a Estados Unidos; esta práctica era natural en la ganadería del norte del país desde el siglo XIX, pero frecuentemente atravesaba por dos principales dificultas.

Las restricciones sanitarias por parte de las autoridades de Estados Unidos y mecanismos adecuados para el control de impuestos; de esta manera la CNOG se convirtió en la instancia interlocutora con el gobierno Federal,  entre otras grandes responsabilidades, las cuales han llegado a fortalecer a la organización y a través de ella a los ganaderos de todas las especies, que a diario realizan sus labores para atender la demanda de la población de cárnicos de primera calidad y en condiciones de sanidad e inocuidad que exigen la autoridad.

Esta misma calidad también se envía al exterior, donde el consumidor internacional busca y prefiere cada vez más la carne mexicana, principalmente la de bovino.

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