Redacción BM Editores.
Sería un grave error prohibir en México la utilización de los plaguicidas que se aplican bajo regulación en todo el mundo, pero mucho menos bajo el supuesto de principio precautorio, ya que las decisiones tienen que estar basadas cien por ciento en la ciencia y no en tratar de imponer ideologías, ya que si dejamos de producir alimentos en el país dependeremos cada vez más de las importaciones de productos básicos de otras naciones que sí utilizan los plaguicidas, lo cual sería una total incongruencia, cuya consecuencia sería acabar con la planta productiva nacional y aumentar la dependencia alimentaria, aseguró el Director General del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Luis Fernando Haro.
El dirigente empresarial, Ingeniero Agrónomo Fitotecnista, con especialidad en Agronegocios, destacó en entrevista que hasta un 40 por ciento de la producción agrícola mundial se pierde por causa de las plagas que llegan a afectar a los diferentes cultivos, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las plagas y enfermedades, dijo, no sólo reducen la producción agrícola, sino también desmejoran la calidad de los productos cultivados, lo cual supone grandes repercusiones tanto para el productor en sus ingresos, como para el consumidor en cuanto a la calidad de los productos disponibles para su consumo.
A fin de atender esta problemática, comentó, existen varios métodos que se utilizan en la actualidad en todo el mundo para el control de plagas, enfermedades y malezas: en primer lugar el control químico, luego el control biológico, así como el manual, y dependerá de muchos factores el definir cuál o cuáles métodos son los más adecuados para que no se vean afectados los rendimientos de los cultivos.
Señaló que la industria de plaguicidas es una de las más reguladas en el mundo, pues para que un producto para la protección de cultivos salga al mercado y pueda ser utilizado, pasan años de ensayos y procesos experimentales, pruebas de laboratorios y de campo, no sólo para determinar la efectividad de este producto, sino también pruebas toxicológicas para garantizar el cuidado de la salud y del medio ambiente en donde se utilice.
Luis Fernando Haro dijo que los plaguicidas, al igual que las medicinas, para la salud humana, utilizándolos de manera adecuada y correcta, no tienen por qué ocasionar daños a la salud, ni al medio ambiente; sino, todo lo contrario, contribuyen a tener mayores y mejores cosechas para la alimentación de toda la población.
Paralelamente, precisó, existen métodos biológicos que también son utilizados, como el de los insectos benéficos; de insumos biológicos que también ayudan al control de plagas, más, sin embargo, no son tan eficientes cuando los niveles de infestación son altos, por lo cual muchos productores combinan varios métodos, haciendo un manejo integral para el control de las plagas, enfermedades y malezas.
Concluyó que los consumidores deben saber y estar informados que los insumos que se utilizan de manera adecuada, y según las especificaciones y recomendaciones para la producción de cultivos, no cuenten con residuos que puedan dañar la salud, pero además de esto, entender que la innovación tecnológica y el desarrollo de nuevos productos que van saliendo al mercado, son mucho más amigables con el ambiente y el entorno.
