Dr. Jesús Reyes Montes.
Departamento Técnico
Sanfer Salud Animal
Introducción
La historia de las sulfonamidas comenzó en el año 1935, cuando se descubrió que un colorante rojo llamado prontosil rubrum poseía propiedades antibacterianas in vivo, pero este fenómeno no era observable in vitro; posteriormente se descubrió que este compuesto era metabolizado por bacterias del tracto gastrointestinal generando un metabolito activo al que se le dio el nombre de Sulfanilamida, el cual poseía actividad antibacteriana.
Posteriormente este compuesto fue sintetizado en el laboratorio, convirtiéndose en el primer agente antibacteriano sintético, efectivo contra un amplio rango de infecciones. Las sulfonamidas son agentes antibacterianos que actúan como antimetabolitos. Posteriormente, después de diversas investigaciones aparecieron una gran variedad de sulfonamidas que mostraron eficacia contra bacterias Gram (-) y (+). Desde entonces se han sintetizado aproximadamente 5,400 sustancias relacionadas, de las cuales 120 han tenido importancia terapéutica. En la actualidad, las modernas preparaciones de sulfonamidas han mejorado su eficacia y espectro con el uso conjunto con diaminopiridinas como el ormetorpim, aditoprim y trimetoprim, entre otros.
Usos en avicultura
Las sulfonamidas se administran casi exclusivamente por vía oral a través de soluciones preconstituidas para el agua de bebida, pero también se presentan en forma de polvo o premezcla para administrarse en el alimento. Se han utilizado para el tratamiento de enfermedades bacterianas como Coriza infecciosa, Pasteurelosis, Colibacilosis; así como enfermedades como Coccidiosis aviar e infecciones por otros protozoarios.
Se utilizan comúnmente asociadas con Trimetoprim por considerarse un efecto sinérgico de la mezcla, con buenas propiedades farmacocinéticas (distribución) y menos efectos tóxicos. Tal es el caso de la combinación de sulfamonometoxina con trimetoprim que resulta en una mezcla efectiva que posee ventajas terapéuticas como una acción rápida, pero de efecto prolongado, que permite su administración cada 24 horas y presenta una baja toxicidad con respecto a otras sulfonamidas, características deseables para los manejos clínicos en avicultura.
Mecanismo de acción
Las sulfonamidas actúan como inhibidores competitivos de la dihidropteroato sintasa y bloquea la síntesis de tetrahidrofolato en las células bacterianas, el cual es un importante factor enzimático que aporta un carbono para la síntesis de las pirimidinas necesarias para producir el ADN, si estos mecanismos son bloqueados, la célula no puede crecer ni dividirse. Se especifica que las sulfonamidas no tienen una actividad bactericida, sino que impiden el crecimiento y la multiplicación (actividad bacteriostática).
Se considera que la combinación de sulfonamidas con diaminopirimidas posee un efecto bactericida.
Farmacocinética
Cuando se administran vía oral, las sulfonamidas se absorben rápidamente a nivel de intestino delgado, se distribuyen con facilidad en los tejidos, incluido los que tienen barreras hematológicas como el Sistema Nervioso Central y articulaciones, la unión a proteínas plasmáticas va de un 15 a 90% esto ocasiona que tengan una vida media prolongada.
En un estudio realizado con distintas sulfonamidas utilizadas en avicultura, se determinó la concentración plasmática y tisular alcanzada en distintos órganos de gallinas; la Sulfamonometoxina alcanzó la mayor concentración de todas en cada una de las muestras analizadas.
Metabolismo
Se da principalmente en los pulmones y el hígado, por medio de una reacción conocida como acetilación de los grupos amino de las moléculas de sulfonamida, este tipo de metabolismo es lo que ocasiona los problemas de toxicidad renal asociados al uso de este grupo de fármacos, ya que los metabolitos acetilados son menos hidrosolubles y se precipitan con mayor facilidad sobre las células de los túbulos renales, son farmacológicamente inactivos. Se eliminan por vía renal, por filtración, transporte activo o por absorción pasiva y también se pueden eliminar por las heces.
Toxicidad y efectos adversos
Daño Hepático: Dado el metabolismo de las sulfonamidas, no deben administrarse a aves que tengan daño hepático (por agentes infecciosos o tóxicos) o alteraciones hematopoyéticas.
Aves deshidratadas: Las aves con deshidratación (p.e. estrés calórico) pueden presentar desequilibrios ácido base, por lo que no deben administrarse ya que puede presentarse precipitación del fármaco a nivel de las células de los túbulos renales, ocasionar cristaluria y daño renal agudo.
Calidad de huevo: antes se relacionaba el uso de las sulfonamidas con una deficiente calidad de cascarón, por causar interferencia con la anhidrasa carbónica, lo que ocasionaba alteraciones y deformaciones, actualmente las sulfonamidas modernas no ocasionan este problema. Debe considerar revisar los tiempos de retiro, este varía de 4 hasta 15 días dependiendo del tipo de sulfonamida.
Consideraciones para su uso en avicultura
La resistencia bacteriana hacia los antibióticos es un problema alarmante que en un futuro tomará dimensiones catastróficas. Las malas prácticas en el uso de los fármacos para tratar infecciones han sido el origen de este problema, éstas incluyen errores de dosificación, tiempos más cortos de administración, mala calidad de agua (extrema dureza, contaminación), depósitos y líneas de bebederos con alto grado de contaminación por bio capas y sarro, su uso como preventivo o profiláctico, entre muchas otras.
Las sulfonamidas como cualquier otro antibiótico deben usarse únicamente de forma terapéutica para tratar enfermedades que cuenten con un diagnóstico confirmado.
Es ideal la realización de cultivos bacterianos con susceptibilidad antibiótica.
Se deben calcular adecuadamente las dosis por kg de peso vivo, los consumos de alimento y agua, no es recomendable dosificar litros de agua o toneladas de alimento.
Estar conscientes que los periodos de administración no podrán ser menores a 5 días y deberán apegarse a la frecuencia específica de cada fármaco (cada 12 o 24 horas) la cual va en función de su vida media.
Si realiza la administración en el agua de bebida, la calidad de ésta es un factor determinante de la eficacia de la medicación.
Se deben conocer sus características fisicoquímicas (pH, dureza, TDS), su origen, las prácticas de potabilización (se logra reducir la carga microbiológica y mejora la eficacia de los antibióticos). Tome en cuenta la temperatura de la época del año y el horario en que realizará la medicación, en el caso de pollo de engorda de preferencia debe dietarse de agua por un periodo de no más de 6 horas y medicar en las primeras horas de la mañana (5:00- 6:00 horas, por ejemplo).
En la actualidad se prefiere el uso de equipos dosificadores para la administración de medicamentos a través del agua de bebida. Esto elimina el efecto de diferentes variables como el mezclado y la precipitación del fármaco en el interior del tanque.
Tome en cuenta la limpieza de los contenedores de agua, las líneas de bebedero, las cuales deben estar libres de sarro y bio películas ya que tanto los minerales de depósito como la presencia de materia orgánica disminuyen la concentración y eficacia de los antibióticos. Para ello, es indispensable que se realice la limpieza con productos desincrustantes, detergentes ácidos no espumantes o desinfectantes oxidantes entre cada parvada.
En el caso de adicionar el antibiótico en el alimento es indispensable calcular la dosis de la sulfonamida elegida para los kg de ave y el consumo real de alimento.
Conclusiones
Las sulfonamidas son un grupo de antibióticos de amplio espectro que funcionan como antimetabolitos contra las bacterias y algunos protozoarios, su combinación con diaminopiridinas mejora su espectro y eficacia.
Las presentaciones comerciales líquidas y en polvo que incluyen la combinación de sulfamonometoxina con trimetoprim presentan ventajas terapéuticas en avicultura, como lo son su administración cada 24 horas, su volumen de distribución en tejidos, el efecto prolongado, así como su baja toxicidad.
El uso de cualquier antibiótico debe ser con fines terapéuticos, realizando adecuadamente el cálculo de la dosis en mg/kg de peso vivo, apoyados en el consumo de agua y alimento según sea el caso y administrados con una frecuencia correcta y por un periodo adecuado.
Referencias
• Sumano, H. y Gutiérrez, L. (2010). Farmacología clínica en aves comerciales. 4ta. Edición, McGraw-Hill Interamericana Editores, p. 181-187. ISBN: 978-970-10-7077-2
• Alonso, A. (2016). ¿Existen profármacos de sulfonamidas? Facultad de Farmacia. Universidad Complutense
• Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) en relación al riesgo de la presencia de residuos de sulfonamidas en huevos como resultado de una contaminación cruzada en la producción de piensos. (2017). Revista del comité científico no. 25.
Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Abril- Mayo 2022
