Recomendaciones nutricionales para mejorar eficiencia productiva y económica.II

PhD. Elías Salvador T.

Genética avícola

Las líneas actuales tanto en pollos de engorde como gallinas de postura, tienen un buen potencial de respuesta productiva. Algunos investigadores consideran que dicho potencial muchas veces se encuentra limitada bajo condiciones de campo por diferentes factores, y que la respuesta podría estar entre 20 a 30% por debajo de su potencial. Una gallina de postura hoy en día, tiene una mejor capacidad de respuesta productiva, mayor longevidad de postura, mejor persistencia de postura y más eficientes en la conversión. En pollos de engorde, del mismo modo, de acuerdo con la gestión de las densidades nutricionales de la dieta, se logran respuestas productivas por encima de los estándares referenciales. Barekataina et. al., (2021) lograron respuesta productiva de ganancia de peso de 3375 a 3704 g/pollo de 0 a 42 días de edad.

Los aminoácidos y la densidad de energía son 2 componentes críticos en las formulaciones de alimento de menor costo para ponedoras; sin embargo, los requerimientos de aminoácidos variarán según la genética, la edad, las estrategias de alimentación, las condiciones de alojamiento y la precisión con la que se hayan evaluado los requerimientos. Las mejoras genéticas y el rendimiento mejorado de las gallinas ponedoras han modificado los aportes óptimos de aminoácidos y energía, que son interdependientes (Macelline et. al., 2021). La creciente disponibilidad de aminoácidos no unidos (sintéticos o cristalinos) exige una mejor apreciación de los niveles de aminoácidos en las dietas para ponedoras simplemente porque su dinámica digestiva difiere de los aminoácidos unidos a proteínas (Liu y Selle, 2017).

Recomendaciones nutricionales para mejorar eficiencia productiva y económica.II mejorar eficiencia productiva economica 2En ese sentido, se requiere reevaluar nuestro plan nutricional y programa de alimentación para ajustar y adaptar a la respuesta productiva deseada.

Gestión de los ingredientes alimenticios

La evaluación de la calidad de un ingrediente es clave en la formulación de las dietas. Deben establecerse protocolos de gestión para cada proceso. Las consideraciones claves: gestión de la calidad, fuente (origen), procesamiento, inocuidad, valoración física, química (nutricional-energético), microbiológica, variabilidad de nutrientes y energía, biodisponibilidad de nutrientes, disponibilidad y finalmente el precio. En base a estas características se debe excluir o incluir un determinado ingrediente en la fórmula, luego es optimizar el nivel práctico de inclusión en la fórmula (no tome el mínimo costo como única justificación), tome como referencia la evidencia científica de cada uno de los ingredientes a utilizar, no considere los rangos máximos de uso (generalmente afectan las eficiencias, aun cuando reducen costo de la fórmula).

El principal supuesto en la determinación del valor energético de las dietas avícolas, es la aditividad del contenido energético de los ingredientes. Esta suposición puede no ser correcta, especialmente cuando se incluyen cantidades adicionales de fibra, fuentes de lípidos y enzimas en la dieta (Mateos et. al., 2019). Cualquier ajuste, precisión, composición, y mejora de la calidad de los ingredientes, impacta sobre la eficiencia económica. Los bioensayos in vivo, (ingredientes no convencionales), pueden no ser aplicables en la práctica para evaluar el contenido energético de ingredientes más tradicionales (Mateos et. al., 2019). Los valores de tabla y las ecuaciones predictivas son alternativas útiles para evaluar en la práctica el contenido energético de los ingredientes.

Para evitar usos indebidos, ambos enfoques requieren un escrutinio minucioso por parte de nutricionistas y administradores de fábricas de alimentos. Ecuaciones predictivas basadas en valores analíticos obtenidos por análisis NIRS parece prometedor como herramienta para estimar el contenido energético de ingredientes y dietas (Mateos et. al., 2019). Hay fórmulas de predicción del contenido de EMAn utilizando datos de características físicas como la densidad, así tenemos: EMAn (kcal/kg BF) = 2199.99 + 1,574.57 DEM (Lyra Chiquieri, 2011), y=0.389x + 3099.1 (x=densidad) (Salvador, 2016) o en base a información del análisis proximal: EMAn (Kcal/Kg en MS) = 4,205.23 + 30.58 EE – 130.35 Ash – 58.29 CF -28.31 NDF + 16.71 ADF (Nascimento et. al., 2011).

Los nutricionistas, deben utilizar su propia experiencia y razonamiento para evaluar los pros y los contras de cada uno de los métodos disponibles para estimar el contenido energético de los ingredientes. Sin “pensar bien”, ninguna de las metodologías disponibles proporcionará estimaciones precisas en condiciones prácticas (Mateos et. al., 2019).

Mediante el uso de ecuaciones de predicción de EN, el contenido de EN de los ingredientes y piensos compuestos se puede estimar de acuerdo con sus niveles de AME, EE y PC. Esto brinda una oportunidad para que los nutricionistas de ponedoras formulen alimentos basados en EN en lugar de EMA. Se realizó un estudio de validación utilizando las ecuaciones generadas para calcular el contenido de EN de los principales ingredientes utilizados. Los resultados confirmaron la calidad y aplicabilidad de las ecuaciones de predicción. Se recomiendan experimentos adicionales de validación de EN y estudios comerciales utilizando el nuevo sistema de formulación basado en EN para evaluar el beneficio de aplicabilidad para la industria (Barzegan, Wu, Noblet and Choct., 2019).

El maíz, es la principal fuente de energía de las dietas avícolas, por ahora, desde el punto de vista práctico, irremplazable, no existe un ingrediente “alternativo o sustituto” que pueda ser similar o mejor que el maíz. La fuente principal de energía del maíz es el almidón.

El maíz, aporta alrededor de 63% al requerimiento de EM de las gallinas de postura. Participa con alrededor del 43% del costo de una dieta promedio para gallinas de postura. Los polisacáridos no amiláceos (PNA) del maíz comprende arabinoxilanos, hemicelulosa y celulosa (Jaworski et. al., 2015). Tiene un contenido entre 5.2 – 5.4% de arabinoxilanos (Choct, 1997; Malathi and Devegowda, 2001). La digestibilidad del almidón del maíz, es mucho mayor que el sorgo y trigo, y más aún que otros “ingredientes no convencionales”. Un estudio de Liu et. al. (2014) demostró que el 96% del almidón y 79% de la proteína, fue digerido a nivel del yeyuno. El coeficiente de digestibilidad aparente en el yeyuno distal fue de 0.905, 0.827 y 0.869 para el maíz, sorgo y trigo, respectivamente. Por lo tanto, un criterio a considerar en la elección de ingredientes es su contenido de almidón y digestibilidad.

Para el caso de las fuentes de aminoácidos, también se debe tener información precisa del contenido de aminoácidos y su disponibilidad. Hay fuentes con mayor biodisponibilidad que otras. La torta de soya es una buena fuente de aminoácidos, pero por su contenido de FAN y tratamiento, se debe optimizar el nivel de inclusión en la dieta. La torta de soya tiene proteínas resistentes a la digestión: Alta fracción molecular, resistente a digestión posterior, se liga a ácidos biliares (incrementa secreción de bilis), incrementa excreción de colesterol, N y grasas (Wang et. al., 1995).

En una dieta estándar para gallinas de postura, la torta de soya aporta con aproximadamente 42.82%, 34.75%, 85.54%, 72.97% y 68% del requerimiento de met+cis, met, lis, treo y valina digestible (SID) respectivamente. Los carbohidratos en la soya consisten en aproximadamente 10% de oligosacáridos, galacto-oligosacáridos (5% de sacarosa, 4% de estaquiosa y 1% de rafinosa) y 25% de PNA (Choct, 1997). Según CVA Holanda (2019), el contenido de PNA es alrededor de 23.60%. El 6.0% es PNA soluble y 17% es PNA insoluble (Choct, 1997; Malathi and Devegowda, 2001). Los PNA predominantes en la soya se componen de β-mananos, pectinas y celulosa (Choct et. al., 2010). Tiene un contenido de 2.6% de arabinosa y 1.7% de Xylosa (Bach Knudsen, 2014). Los PNA de la soya comprende β-mannanos, pectinas, y cellulosa (Choct et. al., 2010). Grieshop et. al. (2003), reportó el contenido de sacarosa, rafinosa, estaquiosa y verbascosa presente en la harina de soya de 65.8, 11.8, 49.8 y 2.2 g/kg (MS) respectivamente. El 10% de los galacto-oligosacáridos equivale a 129.6 g/kg de MS, que puede ser convertido a en 518.4 kcal/kg de harina de soya. Los galactooligosacáridos indigestibles, puede disminuir la utilización energética, disminución de la digestión y absorción de nutrientes de la dieta, incrementa la tasa de pasaje de la digesta e incrementa la viscosidad (Coon et. al., 1990).

Recomendaciones nutricionales para mejorar eficiencia productiva y económica.II mejorar eficiencia productiva economica 3Los ensayos de digestibilidad realizados utilizando enzimas suministradas de forma exógena [fitasas, proteasas y carbohidrasas que degradan PNA (NSPasa)] en dietas de aves, han demostrado los efectos beneficiosos en la digestibilidad de los nutrientes y, en consecuencia, han mejorado el rendimiento de las aves (Meng et. al., 2005; Cozannet et. al., 2017). La inclusión apropiada de enzimas degradantes de PNA en las dietas debería mejorar la EM general de la dieta con energía adicional proveniente de la degradación de PNA dietéticos.

Los niveles de PNA pueden variar entre y dentro de los ingredientes dietéticos. Para maximizar la digestibilidad de PNA en las dietas de aves, es importante realizar un análisis de PNA (tener información confiable) para cada tipo de ingrediente que se utiliza en las formulaciones de la dieta y utilizar el grupo correcto de enzimas degradantes de PNA con el nivel apropiado de actividades (Maharjan et. al., 2019).

Ingredientes no convencionales

¿Realmente los ingredientes no convencionales son una solución al problema del alto precio del maíz y soya? Muchos ingredientes no convencionales tienen alto nivel y diferentes tipos de fibra (fibra cruda, PNA) que, si no se toman en cuenta en las fórmulas, incrementa la posibilidad de afectar el balance de la microbiota, salud e integridad intestinal y consecuente alteración intestinal (heces pegajosas). Adicionalmente, tiene reducida digestibilidad y algunos factores anti nutricionales, afectando las eficiencias.

Por lo que, es necesario tener información del valor real del contenido de nutrientes a través de análisis químicos. Considerar las pérdidas inevitables (digestión, absorción y metabolismo). Los índices de eficiencia alimenticia/energética. Pruebas de aceptabilidad (consumo de alimento), Pruebas de balance digestivo. Evaluación económica (costo, precios de venta y volumen potencial de producción). Con dietas alternativas, la productividad de las aves de corral suele ser baja debido a deficiencias en nutrientes como aminoácidos y minerales, desbalances en las proporciones de energía a proteínas o factores antinutritivos como polisacáridos no amiláceos (PNA), polifenoles o ácido fítico (Koeleman, 2013). Conocer contenido promedio y la variación nutricional.

Recomendaciones nutricionales para mejorar eficiencia productiva y económica.II mejorar eficiencia productiva economica 4Alta variación nutricional implica un mayor margen de seguridad. Si bien hay recomendaciones, pero se debe tener mucho cuidado con la utilización de rangos máximo (nivel máximo) dependiendo de la calidad de los ingredientes.

La torta de palmiste es un ingrediente de alta variabilidad, baja palatabilidad, alto en fibra. Según Torres (2002) reporta 16% y según FEDNA 21% de fibra cruda (Los β-mananos de la fibra: 30%), bajo nivel de proteína, baja digestibilidad.

Hay resultados de pruebas experimentales contradictorios. Las recomendaciones de uso van desde 1 hasta 20%. Se debe tener información actualizada para definir nivel óptimo de inclusión. Sin embargo, un estudio realizado por Galarza (2017), quien evaluó el efecto de dos niveles de torta de palmiste (3 y 6%) y la inclusión de β-glucanasa y xilanasa sobre la respuesta productiva en gallinas de postura, encontró que el tratamiento control T1 (sin inclusión de torta de palmiste y sin enzimas), presentó la mayor retribución (26.6%) y mérito económico en comparación al tratamiento con 6% de torta de palmiste con xilanasa y β-glucanasa.

El tema variabilidad de nutrientes y energía de los ingredientes es de importancia. Moss, 2020 reporta una base de datos de ingredientes alimenticios (42 ingredientes y 102 nutrientes) muy interesante, donde se presentan valores promedios, número de muestras y desviaciones estándar (variabilidad) que le servirá como fuente de reflexión ya que tiene un impacto fuerte sobre los costos cuando utilizamos ingredientes sin conocer o tener información de sus valores, lo que podría sobrevalorar o subestimar y ambos afectan la rentabilidad. Lo pueden revisar y descargar en el siguiente enlace de mi blog: https://eliasnutri.wordpress.com/2021/04/13/base-de-datosde-ingredientes-variabilidad/

Según reporta Moss (2020), de un estudio de variabilidad del contenido de proteína cruda (PC) en la dieta, una dieta formulada con 192 g/kg de proteína cruda, hay 10% de probabilidad que el nivel de PC pueda caer tan bajo hasta 162 g/kg de PC. Lo que puede reducir el margen bruto de $1.42/ave/ciclo a $0.53/ave/ciclo lo que equivale a $26,753 de pérdida de margen bruto de un ciclo (30,000 pollos de engorde) por sobrestimar el contenido de nutrientes.

Fibra en la dieta

Los PNA impacta sobre las eficiencias. La viscosidad, asimilación de nutrientes y energía, calidad de cama, calidad de patas, balance de microbiota y salud intestinal tienen una relación directa con los niveles de los PNA de los ingredientes que utilizamos y con el nivel en la dieta final. No es común formular con niveles de PNA, sin embargo, es momento de considerarlo. Si bien no hay información sobre niveles óptimos, pero en el contexto de uso de enzimas exógenas, se debe generar información y especialmente conocer la proporción de PNA insolubles e insolubles de las dietas.

Morgan (2020), encontró una fuerte correlación entre el contenido de PNA insoluble de la dieta y la eficiencia de conversión alimenticia corregida en pollos de engorde en todas las fases (inicio, crecimiento, acabado y retiro). Según este estudio, las enzimas xilanasas responden de manera distinta ante diferentes ingredientes (maíz, sorgo, cebada y trigo), ante dosis únicas o dobles en diferentes edades. Doble dosis de xilanasa presenta ventajas sobre dosis única.

Aditivos

La tecnología a la fecha ha mejorado grandemente. Detrás de cada aditivo existen tiempo, experimentos y trabajo arduo de científicos que, a través de desarrollo experimental y validación de campo, han desarrollado aditivos de interés que contribuyen a gestionar problemas específicos en una granja específica. Sin embargo, hay que aplicar ciertos procedimientos y requisitos para la selección de un aditivo bajo las condiciones de campo, desde identificar el problema en nuestra granja hasta el análisis de retorno de la inversión (ROI).

Los criterios técnicos para definir su utilización: identificar el problema en granja, tener información actualizada sobre efectividad a nivel experimental y bajo desafíos propios de la granja (literatura científica confiable), contar con composición cuantitativa de los principios activos y mecanismos de acción, los resultados de estudios deben mostrar base estadística (P, DE, n) para dar confiabilidad de la eficacia del aditivo, la empresa o laboratorio fuente del aditivo debe contar o estar relacionado con Centro de investigación, que el aditivo haya sido estudiado en diversas pruebas bajo diferentes condiciones, asegurar que el aditivo probado no presente interacción negativa con otros aditivos, verificar que los aditivos no tengan algún componente o dosis inadecuadas que pueda perjudicar la respuesta, asegure siempre mantener o mejorar salud ósea, hepática, renal e intestinal del ave, el aditivo debe demostrar una mejora de la tasa de retorno de la inversión (ROI) y practicar la rotación de los aditivos.

Recomendaciones nutricionales para mejorar eficiencia productiva y económica.II mejorar eficiencia productiva economica 5Enzimas

Tener en cuenta algunos criterios para seleccionar una enzima. Sustrato presente en el ingrediente/dieta. Estabilidad de la enzima en el TGI. Nivel de actividad enzimática. Costo/beneficio. La eficacia de una enzima alimenticia en el tracto digestivo de un ave, depende de varios requisitos previos relacionados con las enzimas (fuente, actividad catalítica específica, resistencia a la acción proteolítica de la pepsina), características del sustrato (concentración y accesibilidad) y condiciones del tracto digestivo (contenido de humedad, el pH, la temperatura y el tiempo que la digesta pasa en el tracto, especialmente en la fase gástrica temprana, donde ocurre la mayor parte de la acción enzimática), (Ravindran, 2013). Las respuestas a la suplementación con enzimas a menudo son variables. Aunque existen oportunidades para mejorar la utilización de nutrientes con suplementos de enzimas, habrá límites fisiológicos para las respuestas alcanzables.

Estos límites vienen impuestos por el pH y el tiempo de retención de la digestión dentro del tracto digestivo. Es necesario explorar estrategias nutricionales para, al menos en parte, superar estos límites. Los enfoques potenciales incluyen la alimentación para restaurar la funcionalidad del buche y la molleja (Ravindran, 2013).

En el proceso de formulación considere la matriz nutricional de la enzima exógena utilizada, pero a la vez tome en cuenta las condiciones de la granja como: calidad de agua, calidad de ingredientes, mezcla del alimento, salud intestinal, desafío sanitario, bienestar/estrés, así como pH y concentración de sustrato en la dieta. De esto dependerá si la matriz a utilizar sea efectiva. Conocer el contenido y tipo de PNA: las enzimas que degradan PNA reducen la viscosidad de la digesta y el nivel de amoníaco cecal, mejora la actividad enzimática, la capacidad de absorción del intestino delgado y la salud intestinal al alterar la población microbiana (Mirzaie et. al., 2012; Lamp et. al., 2015).

A nivel mundial, el uso de carbohidrasas, fitasas y proteasas le ahorra a la industria de alimentos para animales más de $ 8 mil millones por año. Los proveedores de enzimas deben hacer recomendaciones claras y transparentes para el uso de estos productos.

Aseguren de que sus recomendaciones sigan el ritmo de la creciente demanda de transparencia y precisión de los nutricionistas y profesionales de la producción ganadera. La matriz aplicada en el mundo comercial, debe derivarse de ensayos en los que las condiciones se aproximen a las que se encontrarán en la práctica (Bedford and Cowieson, 2020).

En dietas maíz-soya, se considera entre 85 – 90% digestibilidad de almidón, proteínas y lípidos. La inclusión de otros ingredientes con mayor contenido de fibra, reduce estos índices y abre espacio para las enzimas exógenas que puedan incrementar la digestibilidad.

El uso de proteasas, puede abrir la posibilidad de trabajar con dietas reducidas en proteína cruda (reduce costo), siempre y cuando se mantenga en balance los factores y variables, como, por ejemplo: si exageramos en la reducción podríamos afectar el balance de aminoácidos y reducir consumo de alimento y afectar la calidad de la carcasa (mayor grasa abdominal). La suplementación con aminoácidos, adición de fibra insoluble y uso de proteasa puede considerarse (Wu, 2020).

Enzimas, calcio y fósforo en la dieta

Se requiere hacer reevaluaciones o tener información actualizada sobre los requerimientos de calcio y fósforo. Estudios anteriores de Tamin and Angel (2003), encontraron que conforme aumentaba el contenido de calcio de 0 a 0.9% se reducía la eficacia de la fitasa bajo condiciones in vitro y cuando el pH del medio se acidificaba la respuesta mejoraba. Kim et. al. (2013), encontró que conforme el nivel de calcio aumentaba desde 0.2 a 0.8% la digestibilidad ileal del fósforo disminuía desde 60 a 30%.

Una dieta alta en Ca resultará en una matriz de P aparentemente más baja de una fitasa (Letourneau-Montminy et. al., 2010; Rousseau et. al., 2016).

La fitasa mejora la calidad de la cáscara del huevo, y los efectos de la suplementación con fitasa se modifican por los niveles de calcio y fósforo no fítico en la dieta (Hatten et. al., 2001; Jamroz et al., 2003; Keshavarz, 2003; Lim et al., 2003).

Mansilla et. al. (2020) evaluaron niveles de 0.4, 0.6, 0.8 y 1% de calcio en dietas de pollitos en fase pre-inicial (0-4 días de edad) y encontraron que la mejor respuesta de peso vivo se logró con los niveles de 0.4 y 0.6% de calcio, mientras que los niveles con 0.8 y 1% de calcio redujo significativamente la respuesta de peso vivo. Salvador y Tintayo (2017), evaluaron dietas con fósforo reducido sin inclusión de fosfato inorgánico en la dieta con uso de fitasas en gallinas de postura y lograron reducir el costo de la dieta en 2.97% y aumentar el margen sobre el costo de alimentación en 4.57%. (Castilla y Salvador, 2021) encontraron que un exceso de calcio en la dieta de gallinas de postura redujo la retribución económica en un 6%.

Optimizar

Cada estrategia debe tener como objetivo optimizar la respuesta en términos económicos. Utilice herramientas que sirvan para mejorar productividad y maximizar rentabilidad. Solo se optimiza lo que se cuantifica. Cuantificar /dosificar nutrientes y energía como requerimientos económicos para obtener una respuesta (productividad) óptima económica (Máxima rentabilidad).

Recomendaciones nutricionales para mejorar eficiencia productiva y económica.II mejorar eficiencia productiva economica 6

Conclusiones e implicancias

  • Las estrategias deben estar dentro de un enfoque integral con el propósito de mejorar las eficiencias, productividad, rentabilidad y calidad de producto.
  • Las aves requieren una dieta balanceada con una óptima densidad nutricional y energética. Las líneas genéticas de gallinas de postura modernas demuestran un alto potencial de persistencia y longevidad de postura para los que se deben adaptar las mejores estrategias nutricionales. Se deben analizar y decidir qué nivel de densidad nutricional es la más adecuada (óptima) para la condición de la granja y que conduzca a mejorar el margen sobre costo de alimentación bajo este escenario de aumento de precio de los ingredientes.
  • Asegurar y fortalecer la salud de órganos: óseo, renal, hepático e intestinal. Es el factor más importante ya que está relacionado directamente a las eficiencias. Ninguna estrategia será efectiva si la salud está afectada.
  • Para hacer frente a la subida de precio de ingredientes, hay que mejorar eficiencias y determinar costo de alimentación por producto antes que costo mínimo de la dieta. Utilice herramientas efectivas en base a máximo margen económico (PNL).
  • La inclusión de los ingredientes no convencionales debe considerar: calidad, fuente, procesamiento, inocuidad, valor nutricional-energético, variabilidad, disponibilidad y precio como factores técnicos. La inclusión de ingredientes no convencionales debe asegurar un menor costo de alimentación por producto antes que mínimo costo de la dieta. La inclusión de ingredientes no convencionales es una posibilidad cuya efectividad dependerá de las consideraciones técnicas mencionadas. Optimizar la combinación de ingredientes no convencionales para obtener una dieta balanceada y densidad energética apropiada.
  • Las enzimas exógenas son herramientas tecnológicas para mejorar eficiencias productivas y mejorar rentabilidad. La eficacia de las enzimas exógenas depende de varios factores como tipo de sustrato en la dieta, condiciones fisiológicas, matriz nutricional y factores externos ya mencionados.
  • Evaluar el proceso productivo en cada granja, identificar deficiencias, diseñar y aplicar estrategias, hacer las correcciones y mejorar las eficiencias como base de mejora de productividad y rentabilidad.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Agosto- Septiembre 2022

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