Evaluando alternativas para desinfectar los huevos incubables

Artículo porporcionado por Aviagen

Los huevos incubables (la superficie del cascarón) deben ser desinfectados en algún momento entre la granja y la incubadora. Esto es una buena práctica y suele ser un requisito legal. Tradicionalmente, este procedimiento se llevaba a cabo utilizando gas formaldehído, pero cada vez son más estrictas las regulaciones para este producto, lo que dificulta su uso en las granjas e incubadoras.

El formaldehído es un desinfectante difícil de reemplazar. Es muy efectivo para el control de una amplia gama de microorganismos; forma un gas seco, de manera que no moja la superficie del cascarón; y no le hace ningún daño al embrión contenido en el huevo fértil. Además es barato. No obstante, se están recomendando varias alternativas como desinfectantes.

Cualquier producto alternativo debe garantizar una tasa satisfactoria de eliminación de microorganismos de la superficie del cascarón, idealmente sin mojarlo. Debe ser lo suficientemente suave para no dañar la cutícula que cubre el cascarón si no queda cutícula, los huevos están más expuestos a contaminación interna después del tratamiento y debe ser seguro para el embrión que está dentro del huevo.

Cuando le ofrezcan un tratamiento alternativo para huevos incubables, siempre haga preguntas. ¿Cuál es el ingrediente activo? ¿Cuál es la presentación del producto? ¿Se debe disolver en agua? ¿Qué porcentaje de los microorganismos del cascarón serán eliminados? La mayoría de los proveedores deberán tener la capacidad de responder estas preguntas, pero puede que tengan dificultad para responder la más importante: “Este producto mata las bacterias del cascarón – ¿Me puede comprobar que no va a matar al embrión que está dentro del huevo?”

Evaluando alternativas para desinfectar los huevos incubables Gabinete fumigacion 1
Gabinete de fumigación.

Para estar bien seguro de que el químico o el método de aplicación no afectarán la buena incubabilidad, es necesario ver resultados de pruebas realizadas (o hacer sus propias pruebas). Cuando se comienza a pensar sobre las diferencias que existen entre parvadas, entre recolecciones de huevos durante el día, condiciones de almacenamiento de huevos e, incluso, incubadoras a nivel individual, es obvio que las pruebas deben diseñarse cuidadosamente, se deben tener en cuenta muchas variables y se deben utilizar muchos huevos. Como punto de partida, las pruebas deben incluir huevos de parvadas jóvenes, de primera y viejas, las parvadas viejas son probablemente las más vulnerables al maltrato de cualquier tipo. Las pruebas deben repetirse y deben ser diseñadas para igualar el potencial de nacimiento de los huevos que van a ser tratados con el producto. Siempre se debe tener un tratamiento de control, en el que a los huevos se les aplique el tratamiento estándar que se está utilizando actualmente. Para preparar este tipo de prueba, usted puede:

• De cada recolección, colocar bandejas alternas y aplicar los tratamientos A o B a los huevos como fueron empacados.

• O comparar los huevos empacados el lunes, el miércoles y el viernes con los que se empacaron el martes, el jueves y el sábado.

• O incluso comparar galpones completos, pero intercambiar los tratamientos por intervalos de manera que cada galpón tenga su propio control. Intente utilizar al menos 2,000 huevos por tratamiento por ronda y repetir cada comparación al menos 10 veces en parvadas de diferentes edades. Sin este tipo de comparación cuidadosa, usted nunca podrá saber realmente si el tratamiento le está dando los resultados que espera, si han empeorado las cosas o (muy rara vez) resultando en una mejor incubabilidad o calidad del pollo.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno

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